ANÁLISIS: Dungeon Souls

Con la fiebre Dark Souls en pleno apogeo parece que todo lo que tenga ese tufillo a mazmorra y dificultad endiablada es tomado en serio, aunque muchos de ellos lo ganan por méritos propios, como es el caso de lo que tomamos hoy de frente, Dungeon Souls.

Nuestro título roguelike dungeon crawler nos permite recorrer unas mazmorras en 2D de la manera más profesional, sufriendo mucho y viviendo poco, encarnando además a 5 héroes caídos que reviven para la lucha. Enfrentémonos a este título ofrecido por Lamina Studios.

ANÁLISIS
. VERSIÓN DISPONIBLE PC VERSIÓN ANALIZADA PC DESARROLLADOR LAMINA STUDIOS DISTRIBUIDOR BLACK SHELL MEDIA .		. . VALORACIÓN 8
httpv://www.youtube.com/watch?v=mC5Rt1cKoqY NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Desenfreno total

Para este estilo de juegos donde las mazmorras se regeneran de manera automática y nuestro único objetivo es ir equipándonos con objetos legendarios y mejorando a nuestro personaje el argumento pasa a un segundo plano, tan plano como inexistente, nos sueltan en una mazmorra y a partir de ahí todo es supervivencia.

Encarnamos a unos cuantos héroes, a nuestra elección, como en todos los juegos de este tipo, cada personaje tiene sus pros y sus contras, dar más duro significa bastante lentitud pero a la vez mayor resistencia y dureza para la defensa. No es lo mismo elegirnos un bárbaro o un paladín que un arquero o un ladrón, estos últimos recorren más rápido y eliminan a los enemigos desde la lejanía, por el contrario hacen menos daño.

Tampoco vamos a descubrir la pólvora con todo lo mencionado en el anterior párrafo, pero Dungeon Souls muestra todas las ecuaciones para ser un juego que consuma las horas del jugador sin piedad alguna, empezamos siendo unos parias de la vida para ir avanzando y recolectando objetos de distintas clases que al final consiguen hacernos unos jugadores de provecho, ahí es cuando el título va mostrando su cara amable, nos sentimos poderosos ante cualquier enemigo, pero nunca hay que confiarse, conocemos la crueldad de este tipo de juegos, y si no es un enemigo lo será una trampa situada en la primera esquina de la habitación sin enemigos y donde te paraste a subir el nivel un momento.

La fórmula del Boss

Esta era una de las claves de los juegos de antaño, tras un recorrido arduo no hay tiempo para descansar, cuando acababas una mazmorra llegaba su jefe final. Así se ha impregnado en Dungeon Souls, fiel a la fórmula clásica, por eso nos gusta tanto.

Para llegar a este jefe de nivel tendremos que fijarnos al principio de la mazmorra cuantos portales debemos cerrar, cada portal abre un agujero de enemigos y en cuanto los eliminamos tenemos el portal cerrado, así hasta lograr el número requerido por el portal principal, que nos lleva a otra fase de la misma mazmorra. Cuando cerramos el último portal disponible en cada uno de los tramos de la mazmorra comienza una especie de cuenta atrás, donde deberemos darnos prisa en llegar al portal principal para no ser engullidos por la muerte segura.

Para llegar a este tan nombrado jefe, por el camino reventaremos y despedazaremos enemigos para ir subiendo el nivel, pero además algunos tienen ocultos objetos de gran valor: monedas para comprar en nuestras tiendas más cercanas, llaves de plata o de oro para abrir cofres desperdigados por las mazmorras… No será fácil, pero tampoco imposibles convertirnos en todo un guerrero desafiante.

La muerte en juegos de estos estilos es definitiva, es decir, palmas nada más empezar en la primera mazmorra por un enemigo demasiado duro de matar y comienzas de nuevo, palmas en la última mazmorra del último rincón de la galaxia y empiezas de nuevo. Razones de más para ser precavidos hasta con el pobre vendedor de la tienda.

Regreso al pasado

Dungeon Souls se nos presenta como un bello esquema de pixeles en pantalla, rememorando los viejos tiempos al máximo, que le sienta genial por cierto.

Mazmorras pixeladas por doquier, donde además vamos cambiando de aires, algunas veces en castillos oscuros, otras veces en la nieve, en un castillo tropical… cualquier fondo vale para que nos destripen en cualquier momento.

Los sonidos acompañan a la perfección a la temática, contando con unas melodías en 8 bits, además de golpes y efectos de sonidos varios que son representados de la misma manera y que tan bien le viene a la ambientación general.

NUESTRA OPINIÓN FINAL –

Toda una sorpresa lo que nos ha supuesto Dungeon Souls, desenfreno y dificultad a partes iguales. Exploraremos mazmorras en busca de esos objetos legendarios para enfrentarnos a cada uno de los jefes con la mayor entereza posible.Sin duda Dungeon Souls es un claro ejemplo de lo que supone este tipo de juegos, dificultad máxima acompañada de adicción, siempre dispuestos a luchar un día más por esa armadura legendaria o por el tomo de magia que nos amplia la bonificación en el crítico. El estudio nos ha brindado la ocasión perfecta de darle una oportunidad a este estilo de juego, que salvando las distancias, no debe envidiar en absoluto a juegos de mayor calibre y renombre. La desesperación es la misma, y la cara de tonto que se te queda cuando te matan en lugares avanzados es épica.

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