Es el segundo año que este hombre conocido a nivel mundial es propuesto para el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y humanidades y desde luego, no es por casualidad. ¿Alguno de los que estamos aquí aún no concoe a Shigeru Miyamoto? Pues pásate por aquí y lee un poco acerca de él ya que Generación Pixel le dedicó uno de los primeros artículos de la página destacando ya su importante papel dentro de este mundo.
Miyamoto es el creador de sagas tan populares e importantes en el mundod e los videojuegos como Zelda, Mario, Brain Training o Donkey Kong. Es conocido como el gurú y casi todo lo que dice se convierte automáticamente en noticia. No es simplemente el nombre, píxeles, sino el contenido, lo que hace que este hombre haya sido propuesto para dicho premio. Es un promotor de la cultura en el mundo de los videojuegos y ha conseguido que las consolas lleguen a todos los públicos, no solo a los que en un principio parece que estan destinadas. Mayores, jóvenes, adultos, ha habido debates en escuelas acerca del uso de determinados juegos en la educación…
GameLab ha sido promotor de esta candidatura por considerar a Shigeru Miyamoto realmente una persona que rompe barreras a la hora de convertir el mundo de los videojuegos en algo más que el mero entretenimiento. Además por primera vez en la historia, los galardones más prestigiosos e internacionales otorgados en nuestro país, aceptaron la propuesta de un creador de videojuegos, por considerar que este sector es ya un fenómeno expansivo de magnitud universal al que nadie escapa y en el que la influencia de sus creadores debe de ser reconocida por todos.
Gamelab ha dispuesto la web www.miyamoto.es y una página en Facebook para facilitar, recabar y mostrar el apoyo popular de esta candidatura, así que si quieres comprobarlo por ti mismo y apoyar la candidatura, es tu oportunidad. En Generación Pixel, como siempre, apoyamos esta decisión por demostrar que los videojuegos no son solamente algo para los niños, sino que sobrepasan la línea que separa el ocio del arte.
