A estas alturas, dentro del mundillo videojueguil que tanto nos gusta, hay una amplia variedad de tipos de juegos. Existen los conocidos y tan exigidos Triple A, y juegos que podemos llamar “de serie b” que tienen un encanto particular no recomendado para cualquier jugador, y luego están otros, esos juegos que no sabemos bien cómo encajarlos en un determinado rango, como lo pueden ser juegos como Limbo, Journey, Shadow of theColossus o Ico. No son ni serán los únicos, pero son juegos con un encanto peculiar y que más que jugar, lo que hace es transmitirnos una especie de sensación. Tienen ese algo que hacen que, sin ser necesariamente un título en el que se ha desembolsado una millonada y no estar calificado como los ya nombrado Triple A, son recordados por algo en particularidad. TomodachiLife, el juego del que vamos a presentaros nuestro análisis, le pasa esto, un título que ha nacido de Yoshio Sakamoto, el director de nada más y nada menos, la saga Metroid, y que llega bajo financiación de Nintendo, una combinación algo extraña, ya que este título no tiene nada, y cuando decimos nada, es nada, de relación con Metroid. Así que leed las siguientes líneas para saber e intentar sentir lo que Tomodachi quiere transmitir.