Una divino bucle temporal
Cuando hablamos de videojuegos que logran destacar en un mar de propuestas similares, pocas veces me he encontrado con uno tan particular como este The Holy Gosh Darn. Un juego que brilla con luz propia, y sin el más mínimo miedo al que dirán.
Y es que el juego desarrollado por Perfectly Paranormal, forma parte de una peculiar trilogía junto a Manual Samuel y Helheim Hassle. Aunque cada uno de estos juegos puede disfrutarse de manera independiente, todos comparten un tono humorístico irreverente, potente a nivel sarcástico, y bien engalanado con una jugabilidad centrada en la resolución de acertijos.
Pero como veréis en este análisis, lo que realmente hace que The Holy Gosh Darn, sobresalga es su excepcional uso de una mecánica de bucles temporales, y como no, su afilado guion, repleto de ingeniosos diálogos y situaciones de lo más absurdas.
FECHA LANZAMIENTO |
24 SEPTIEMBRE 2024 |
DESARROLLADORA |
Perfectly Paranormal |
DISTRIBUIDORA |
Yogscast Games |
PLATAFORMAS |
PC – XBOX ONE – PS4 – SWITCH – XBOX SX – PS5 |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
9 |

¿De que va todo esto?
En The Holy Gosh Darn, asumimos el papel de Cassiel de Celeridad, un ángel que, tras miles de años de rutina en el Cielo, se ve arrastrado a una crisis apocalíptica cuando una oleada de fantasmas amenaza con destruir la existencia misma. Una curiosa y demencial historia que desde las primeras escenas deja claro que no se toma a sí mismo demasiado en serio, lo cual se refleja tanto en los diálogos como en la jugabilidad. Todo ello bajo un interesante tono humorístico, con unas mecánicas principales muy bien estructuradas, y ofreciendo un reto potente para los amantes de los acertijos.

Como ya os decía, propuesta central del juego es un sistema de bucles temporales. Y es que equipados con un reloj que nos permite retroceder hasta seis horas en el tiempo, deberemos explorar junto a Cassiel diferentes áreas del Cielo y el más allá, resolviendo problemas que se presentan en cada bucle. Siendo realmente divertido como a medida que adquirimos nueva información, la iremos utilizando a nuestro favor, ya que deberemos retroceder para aprovecharla de manera más eficiente, y así avanzar en la historia. Unas mecánicas simple en apariencia, pero que me parecen que están brillantemente implementadas, resultando ser uno de los puntos más fuertes del juego.
Los detalles más interesantes
Como ya veis, uno de los puntos fundamentales en The Holy Gosh Darn es su tono narrativo. El humor absurdo y, en ocasiones, malhablado. No dudando en ningún momento en romper con las expectativas o satirizar conceptos religiosos, eso si sin sobrepasar ciertas lineas, haciéndolo con un enfoque ligero y bien intencionado. Eso sí, siempre planteando una buena mezcla de situaciones surrealistas, diálogos hilarantes y referencias internas a los títulos anteriores, que terminan pro crear una experiencia realmente bien hilada. Pero no os preocupéis que no es necesario haber jugado a Manual Samuel o Helheim Hassle para disfrutar de The Holy Gosh Darn, aunque si gana muchos enteros.

Respecto a los puzles y acertijos en The Holy Gosh Darn, deciros que son variados y divertidos, aprovechando al máximo la mecánica de bucles temporales. Encontrando como algunos retos requieren que obtengamos información específica en un momento determinado del bucle, mientras que otros dependen de la manipulación de objetos clave. Todo ello bajo una curva de dificultad que está bien equilibrada, aunque ciertamente hay algunos acertijos que pueden ser complicados, no se termina de volver ni imposible ni injustos en su resolución. Teniendo la opción de retroceder y probar nuevas estrategias sin grandes penalizaciones fomentando la experimentación. Siendo curioso como una vez que conseguimos lo que necesitamos, podemos aprovechar ese conocimiento en el siguiente bucle para acelerar el progreso.

Y todo esto bajo ese toque de humor que no deja títere con cabeza. Donde en el camino hacia la salvación del Cielo, se cruza con personajes tan estrafalarios como el conserje del Cielo, Azriel, o la Muerte. Entrando a forma parte directa de la propia jugabilidad o de la resolución de acertijos.
En cuanto al apartado técnico, The Holy Gosh Darn este presenta un diseño artístico que sigue el estilo caricaturesco ya conocíamos en los juegos anteriores de Perfectly Paranormal. Los gráficos son simples, pero no carecen de encanto y carisma. Donde los personajes tienen diseños exagerados y muy expresivos, muy bien compenetrados con el tono humorístico del juego. Los escenarios están llenos de detalles curiosos y referencias tanto a los títulos anteriores como a la cultura pop, lo cual es un maravillosa experiencia para los jugadores atentos al más mínimo detalle.

Tampoco quiero dejar de hablaros del trabajazo que posee a nivel de diálogos. Siendo una parte realmente especial del juego, estando excelentemente interpretados, lo que aporta nuevos matices a la narrativa y al cariz de lo personajes. Además, el diseño de sonido, la ambientación y la propia musicalidad, termina por complementar perfectamente la experiencia y todo ese divino mundo que la rodea.



Conclusión
En resumen, The Holy Gosh Darn es un videojuego que logra brillar en un mercado saturado por juegos sin ideas y sin alma. Y todo gracias a su ingeniosa mecánica de bucles temporales, su humor bien afilado, y su diseño de puzzles.
Una aventura que puede que no sea del gusto de todos debido a su tono blasfemo no pega con todo el mundo, pero aquellos que disfrutamos de una buena dosis de comedia absurda, del humor sin miedo a represalias, y los acertijos bien diseñados, hemos terminado encontrando aquí una joya.
En definitiva, Perfectly Paranormal ha logrado su mejor trabajo hasta la fecha, y en especial este título, sin duda, merece un lugar entre los juegos más creativos, ácidos, y entretenidos del año.
