Una aventura muy mochilera
Albatroz es de esas propuestas que desde la primera imagen te llaman mucho la atención, no solo por su precioso apartado artístico, sino porque tiene un aire de lo más especial en cuanto a su concepción. Y ciertamente creo que esas impresiones no fueron erróneas una vez que lo he jugado.
Y es que la aventura desarrollada por Among Giants y publicada por SOEDESCO, se presenta como una propuesta muy introspectiva. Donde la combinación de elementos de rol y supervivencia, dentro de un peculiar entorno que explorar, no acerca a una historia íntima y de autodescubrimiento. Que quiero daros a conocer con más lujos de detalles, para que os echéis la mochila al hombro y queráis disfrutar de ella.
FECHA LANZAMIENTO |
1 NOVIEMBRE 2024 |
DESARROLLADORA |
Among Giants |
DISTRIBUIDORA |
Soedesco |
PLATAFORMAS |
PC – XBOX SX – PS5 |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
7’5 |

¿De que va todo esto?
Cómo ya os he comentado en la introducción, nos encontramos ante un RPG bastante único. Donde nos va a llevar a recorrer a las misteriosas y vastas Tierras Prohibidas, en las que asumimos el papel de Isla, una joven aventurera en búsqueda de su hermano desaparecido.

Una historia que nos va a llevar a mezclar la exploración de hermosos parajes, la gestión de recursos básicos y el trabajo en equipo, prometiendo desde el principio una experiencia inmersiva, personal, e incluso meditativa. Que junto a otros factores más centrados en la parte jugable, ha terminado por sorprenderme pese a tener algunos altibajos que no me esperaba, pero que no hacen perder ni un ápice de belleza a esta obra.
Los detalles más interesantes
Una vez dentro de Albatroz. Este llama la atención por su planteamiento centrado en el viaje y el descubrimiento personal. En este mundo surrealista, donde la narrativa propia y contextual va a llevarnos a diferentes estados físicos, pero ante todo mentales. Y es que Isla, como ya os decía, decide dejar atrás su vida monótona y emprender una aventura a través de bosques, montañas y cuevas con la esperanza de encontrar a su hermano, quien partió en una expedición en busca de la mítica montaña Albatroz. A lo largo de una travesía en la cual no estará sola; sino que es ayudada de un buen grupo de compañeros cada cual con sus cualidades y habilidades, que terminarán siendo parte fundamental de un camino lleno de obstáculos.

Dejando de momento un poco en pausa la jugabilidad, y regresando a la historia de Albatroz, tengo que subrayar con mucha fuerza la importancia que esta va a tener en las bases del juego. Planteando un hilo conductor, de conocimiento propio y de estos compañeros, que nos va a asociarse de una forma bastante cuidada, donde los recuerdos van a formar parte principal del hilo narrativo. Eso si, la forma en la que se presentan estos recuerdos es algo torpe. Ya que este se plantea bajo una concepción cercana a la novela visual, que rompe bastante el ritmo del juego por sus constantes interrupciones. Así que si buscáis una experiencia fluida, aquí os vais a chocar contra un muro. Y aunque para nada está mal escrita, si termina siendo mucho menos profunda de lo que se plantea en unos inicios, especialmente por un guion bastante normal, que termina por aportar diálogos algo insulsos.

Volviendo a la jugabilidad. Albatroz apuesta por unas mecánicas de supervivencia que se desarrolla con fluidez y bastante sentido, pese a notarse que no es un juego puro de ese género. Encontrándome como a lo largo de la aventura deberemos gestionar los recursos básicos de cada personaje, como la comida y el agua, además de cuidar la energía y salud de nuestras piernas, especialmente al recorrer terrenos difíciles. Siendo especialmente duro a nivel de recursos y posibilidades en las primeras etapas del juego, donde los personajes tienen limitaciones físicas que pueden hacer que la aventura sea algo más dura de lo que aparenta en los primeros compases.
Aquí es donde entra la parte más rolera. Y es que a medida que avanzamos, acumulamos Puntos de Viaje. Unos puntos que nos permiten mejorar las estadísticas de los personajes, prolongando el tiempo antes de que necesiten satisfacer sus necesidades. Esto reduce esa dureza inicial respecto a la sensación de supervivencia, haciendo que el juego se sienta menos desafiante, y nos deje centrarnos más en otros apartados.

Uno de esos apartados es sin lugar a duda las posibilidad de explorar un entorno de lo más dinámico y en constante cambio. Donde podremos empezar a sacar partido a los distintos personajes, y esas habilidades específicas que se ajustan a diferentes situaciones. Y que nos van a llevar a conocer cualidades como las de Isla para montar campamentos, y las de otros compañeros más centradas en combate o en la mera recolección , todo viniendo genial para sobrevivir en un mundo lleno de fantasía, belleza, y situaciones únicas que no van a parar de sorprendernos. Creando una dinámica de equipo que invita a experimentar con las distintas habilidades, y aprovecharlas para alcanzar los objetivos de forma más eficaz, especialmente ante desafíos más complejos o situaciones más adversas que irán apareciendo a medida que avanzamos en la aventura. Eso sí, con el lastre de que las situaciones pueden ser demasiado parecidos entre ellas, pudiéndose volver algo monótonos.

Visualmente, Albatroz es un juego muy bonito. Sabiendo mezclar escenarios naturales con toques de surrealismo que le da un carisma muy atractivo. Unos parajes que nos acercan a zonas montañosas y preciosos bosques, que crea estampas muy admirables. Por otro lado están los personajes, donde creo que se han esmerado un poco menos, o no han sido capaces de transmitir lo que querían representar, pese a ello no desentonan, y se sienten vivos y especiales dentro de esos bellos entornos. Eso sí, tengo que castigar la mala optimización del juego, cosa que no termino de entender ya que no es un portento técnico.

Por otro lado, el apartado sonoro se presenta como uno de los aspectos más logrados de Albatroz. La banda sonora esta muy bien adaptada e introducida respecto al cariz de juego. Sabiendo cómo y cuándo pasar de los momentos de exploración a las situaciones de tensión, generando una atmósfera muy inmersiva. También tengo que hacer mención a los efectos de sonido, los cuales cumplen notoriamente con su función, y añaden realismo a la experiencia de supervivencia, aportando un buena atmósfera y una notoria ambientación, que termina por absorbernos hacia su mundo.
En términos generales, Albatroz es un juego que, a pesar de sus fallos técnicos y de ciertos problemas en el desarrollo de la historia, logra ofrecer una experiencia interesante de supervivencia, contemplación, y mucha exploración. Donde la narrativa, aunque algo sencilla y previsiblemente, logra captar la motivación necesaria para que se disfrute de la esencia de un viaje de autodescubrimiento en un mundo lleno de belleza y misterio, que sin dudarlo es lo mejor del juego.





Conclusión
Albatroz es una propuesta de rol aventurero y supervivencia tremendamente particular y personal. Que sabe en todo momento llevarnos hacia esos matices introspectivos, hacia su ambientación,y ante todo, hacia un precioso y curioso entorno que ha conseguido mantenerme pegado a la experiencia durante un buen número de horas.
También tengo que decir que hay puntos mejorables como ya os he contado. Donde desde una guionización mejorable, pasando por problemas de rendimiento, y algunas mecánicas demasiado simples o monótonas, puede hacer perder algo de consistencia y potencial a un experiencia que podía haber sido mucho más.
En definitiva, si bien podría haber sido una aventura mucho más interesante para los amantes de los juegos tranquilos, se ha terminado volviendo un cúmulo de experiencias que son satisfactorias, pero que no alcanzan el nivel que me hubiese gustado para considerar este Albatroz una de esas obras que te marcan y te supongan un nuevo giro de tuerca a las emociones que un videojuego de bajo este potencial hubiese podido alcanzar.
