Un precioso musical entre plataformas
Como ya estamos acostumbrados desde hace mucho tiempo, ya no hay duda alguna de que los videojuegos son un medio único para contar historias y transmitir emociones. Por ello no he querido dejar pasar la oportunidad de traeros una de esas experiencias únicas que demuestran con claridad esta parte del videojuego, y que llega bajo el nombre de Symphonia.
Un clara propuesta que bajo su estela indie de preciosos diseños y particulares mecánica es capaz de combinar narrativa, un precioso diseño artístico, y una pulida jugabilidad, para crear una experiencia bellísima.
Y es que el juego desarrollado por Sunny Peak, no mete de lleno en este juego de plataformas en dos dimensiones que se adentra en un mundo donde la música es vida y motor de existencia. Y que no plantea tomar el rol de Philemon, un violinista en un reino silenciado, quien debe restaurar la armonía reuniendo a una orquesta perdida, con su violín como herramienta principal, prometiendo ser una sinfonía interactiva tanto visual como sonora. Que os quiero dar a conocer con este análisis.
FECHA LANZAMIENTO |
5 DICIEMBRE 2024 |
DESARROLLADORA |
Sunny Peak |
DISTRIBUIDORA |
Headup Games |
PLATAFORMAS |
PC – XBOX ONE – PS4 – XBOX SX – PS5 |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
8 |

¿De que va todo esto?
La premisa principal de Symphonia es sencilla pero profundamente particular, donde nos acerca a un mundo que se desmorona en el silencio. Y donde la música, la fuente de energía y esencia vital del reino, se ha extinguido tras la desaparición de los fundadores y su orquesta. Por ello el mundo se enfrenta un ocaso silencioso. Base que se toma para establecer la narrativa con una potente parte emocional, aunque minimalista, que logra conectar con nosotros desde el primer momento. Siendo especialmente interesante como gran parte de la historia no se presenta mediante diálogos ni cinemáticas, sino a través del entorno, la música y los pequeños detalles visuales que enriquecen las sensaciones y las motivaciones nivel tras nivel.

En este sentido, el diseño del juego logra transmitir una atmósfera melancólica, bajo unos sentimientos que nos acercan a las sensaciones de pérdida, pero que sabe contrarrestar con una propuesta esperanzadora que nos inspira y motiva dentro del viaje de Philemon, especialmente gracias a la música que nos es más que suficiente para motivar en esta particular misión.

Los detalles más interesantes
Entrando en el núcleo jugable de Symphonia, deciros que este reside en su vertiente plataformera, y en su personaje principal Philemon. Y es que este cuenta con un arsenal de movimientos que se integran orgánicamente al diseño de los niveles. Donde su violín es mucho más que un instrumento musical; es una herramienta multifuncional que permite activar mecanismos, rebotar en superficies y alcanzar plataformas lejanas. Unas mecánica, simple en apariencia, pero que añaden profundidad al juego conforme se introducen niveles, elementos, y desafíos más complejos.

Como ya os digo, una de las mecánicas más destacadas es el uso del arco del violín para catapultarse y generar impulsos. Un movimiento esencial para superar áreas donde la precisión y la sincronización son claves. Destacando en este plano de habilidades como el juego evita los indicadores visuales obvios, dejándonos que descubramos de manera intuitiva y orgánica cómo utilizar estas herramientas, fomentando con ello una sensación de descubrimiento y dominio muy gratificante.
Siguiendo por estos derroteros. Deciros que a medida que se avanzamos, se introducen nuevas habilidades, como giros en el aire y el uso de un gancho para alcanzar zonas distantes. Estas habilidades adicionales mantienen fresca la jugabilidad, evitando la monotonía y aumentando el nivel de desafío de forma gradual. Además, abrirnos opción de llegar a esos caminos opcionales dentro de los niveles principales que aportan exploración y ese guiño para los completistas, ofreciendo desafíos adicionales que exigen lo mejor de nuestra parte.

Como es de esperar el diseño de escenarios es realmente bueno. Y el sistema de control se hace muy cercano, pulido, y asequible desde el primer segundo de juego. Por lo que la experiencia consigue fluir de forma exquisita sin necesidad de muchos quebraderos de cabeza. Mención especial se lleva el buen diseño de cada zona, el cual tiene su propio concierto temático, enfocado en distintas familias de instrumentos como cuerdas, viento madera y viento metal. Consiguiendo que esta variedad no solo añada profundidad a la experiencia, sino que también cree momentos muy especiales que permanecerán en nuestra mente mucho después de haber terminado el juego.
Eso sí, puntos como la corta duración del título, algunos bugs que nos han hecho retroceder, y esa concepción de falta de indicaciones y conceptos que no todo el mundo puede entender, pueden enturbiar un poco la experiencia.

Respecto al apartado visual de Symphonia. Deciros que este es, sin duda, uno de sus puntos más fuertes de la experiencia. Plasmando cada área del juego bajo un estilo único, desde paisajes llenos de preciosos colores y luces hasta zonas industriales marcadas por un oscuro deterioro. Todo bajo un claro diseño artesanal que no solo embellece el juego, sino que también refuerza la narrativa, mostrando cómo el mundo cambia y se revitaliza a medida que la música regresa. Y donde el trabajo de animación y de fluidez hace que sea una delicia para nuestros ojos.
Pero si hay algo especial en lo técnico es una banda sonora que define la experiencia por encima de muchos otros juegos de plataformas. Una música grabada por la Scoring Orchestra Paris y compuesta por Olivier Esman, que logra capturar la esencia del juego en cada nota. Con temas musicales no solo acompañan la acción, sino que la amplifican, reflejando los estados emocionales del mundo y del protagonista.



Conclusión
En definitiva, Symphonia es una preciosa joyita plataformera que ofrece una maravillosa experiencia que sabe combinar jugabilidad, arte y música de manera magistral.
Un juego donde solo se le puede achacar su duración relativamente breve, que puede dejar a algunos jugadores deseando más contenido, pero que por otro lado hace que cada momento sea tan intenso y esté tan cuidadosamente diseñado que se goce muchísimo.
Un más que claro recordatorio de cómo los videojuegos pueden ser arte, especialmente cuando se plantean propuestas con tantas creatividad y pasión de sus desarrolladores. Una obra que debe de acercar a todo aquel jugador que le gusten los juegos de plataformas o simplemente busque algo que combine desafío y belleza, ya que Symphonia le va a dar todo eso y más, bajo una experiencia que no deberías dejar pasar si quiere disfrutar de una obra realmente única y conmovedora.
