Una ciudad hecha a piezas
Llegó el momento de traeros el análisis de Mini City: Mayhem, una de esas propuesta fresca y ágil que parece dentro del género de construcción de ciudades, pero que termina siendo un puzle con una intensidad que llega a sorprender.
Un juego desarrollado por Rogue Duck Interactive y Horstronaut, ofrece una experiencia accesible pero realmente desafiante, ideal para quienes buscan una dosis de entretenimiento en partidas cortas. Y donde antes de entrar con más profundidad tengo que destacar la variedad de modos de juego y un enfoque arcade, que hacen de este Mini City: Mayhem una experiencia que sin lugar a duda os voy a recomendar.
FECHA LANZAMIENTO |
17 FEBRERO 2025 |
DESARROLLADORA |
Rogue Duck Interactive |
DISTRIBUIDORA |
The 4 winds |
PLATAFORMAS |
PC |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
7 |

¿De que va todo esto?
El juego nos pone en el papel de un alcalde cuya misión es transformar pequeñas parcelas en ciudades funcionales y prósperas. Sin embargo, a diferencia de otros títulos del género, aquí el tiempo es un recurso escaso. Cada decisión cuenta, y la planificación debe ser rápida y eficiente para satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento. O lo que es lo mismo, se plantea más como un juego de puzle con cartas y piezas, de pensamiento rápido, y del control del espacio, que como un juego de gestión de ciudades en sí. Así que aquí nos vamos a centrar en rotar y colocar sobre el terreno edificios de diferentes colores y formas, enlazar carreteras, construir edificios especiales, y ante todo, conseguir una serie de objetivo tanto a nivel de puntuación como de colocación de edificios.

Los detalles más y menos interesantes
Poniéndome manos a la obra, deciros que el juego destacar ante todo, más allá de por cualidades de lo más adictivas si eres amantes de los puzles, en su bien lograda diversidad de modos de juego, cada uno diseñado para satisfacer distintos tipos de jugadores. Todo ello nos lleva al modo principal, elmodo Mayhem, el cual da nombre al juego, y que es el núcleo de la experiencia. Aquí, la presión del tiempo y la gestión de elementos que se combinan para crear un desafío de lo más frenético. Así que iros preparando para darle ritmo, y empezar a colocar bloques de construcción con formas tipo Tetris, conectar carreteras y gestionar los fondos disponibles, todo bajo esas necesidades de rapidez y precisión, que hace de cada partida una lucha contra el reloj.

El modo Zen, por otro lado, ofrece una experiencia más relajada, ideal para quienes prefieren tomarse su tiempo y planificar sin presiones. Con un número limitado de bloques y sin crecimiento de la población, este modo se centra en la estrategia pura y la creatividad.
Además, los modos Crane y Square Stack añaden un toque arcade que rompe con la fórmula tradicional. En Crane, el objetivo es construir una torre lo más alta posible dejando caer bloques desde una cuerda oscilante, mientras que en Square Stack debes llenar cada piso de una torre antes de avanzar al siguiente nivel. Ambos modos son realmente adictivos y ofrecen una experiencia distinta, aunque Square Stack destaca por su dinámica más desafiante y satisfactoria.

Otro punto fuerte es la progresión y las bonificaciones. A medida que avanzamos, iremos desbloqueando especialistas y edificios únicos que añaden ciertos matices de estrategia a esta propuesta. Cosa que nos lleva a la relación de estos elementos, con las tablas de clasificación, ya que su utilización fomentan la rejugabilidad y la competencia entre lo jugadores de su comunidad.

Aunque Mini City: Mayhem brilla en términos de jugabilidad, no está exento de ciertos defectos que quiero remarcar. Aquí entra su apartado visual, aunque colorido y vibrante, carece de detalles que podrían hacer algo más llamativo, más estético, y menos simplista de lo que es. Creándose en general unos entornos monótonos y repetitivos que no entra demasiado por los ojos. Por lo que un mayor nivel de detalle, detalles que le dieran vidas a estas ciudades, y más efectos visuales, hubieran hecho de la experiencia algo mucho más agradecida.

Además, por desgracia me he encontrado con ciertos bugs técnicos que, aunque no son graves, pueden resultar molestos. Especialmente estos vienen dados por la colocación de edificios, la falta de precisión, o cartas que no se reemplazan como deberían, o tienen problemas con descripciones o textos. Errores que no arruinan la experiencia, pero una última pasada de corrección de errores habría sido bien recibida.

Conclusiones
En conclusión, Mini City: Mayhem es un juego que sabe aprovechar su escala reducida para ofrecer una experiencia ágil y entretenida. Con una variedad de modos que van desde lo frenético por culpa del reloj hasta lo relajado, consiguiendo mezclar mecánicas que combinan la estrategia con la acción rápida, y que plantean un título logra captar la esencia de los juegos de construcción de ciudades sin abrumar al jugador.
En resumen, Mini City: Mayhem ofrece una experiencia única y realmente adictiva que vale la pena mucho disfrutar, y más al precio reducido que sale. Así que si buscas un juego de construcción de ciudades con un toque arcade y una dosis de puzle, este título es una apuesta segura.
