Análisis de Camper Van Make it Home

Organizando nuestra vida en cualquier sitio

Entrando en Camper Van: Make it Home deciros, que en esencia, es un juego que combina la organización con un toque de simulación de decoración. Una experiencia que nos lleva a convertirnos en chica que viaja a través de paisajes de lo más variados e idílicos, en su furgoneta camper. Así iros preparando para disfrutar desde preciosas playas soleadas hasta bosques cubiertos de nieve.

Todo ello, bajo una mecánica principal consiste en colocar objetos comunes de cualquier viaje en camper; como ropa, utensilios de cocina y decoraciones, en espacios limitados, donde cierto concepto puzle entra a formar parte de la experiencia, pero sin la presión del tiempo. Así que aquí todo es paz, no hay cronómetros ni penalizaciones; teniendo como objetivo el encontrar la armonía en el desorden, ya sea encajando cada objeto en donde podamos de nuestro mobiliario a base de experimentación y buena observación.

Aquí vemos como cada destino actúa como un nivel, pudiendo rediseñar el interior de la furgoneta e incluso, en ocasiones, su exterior. Para ello tendremos la libertad de elegir colores, muebles y accesorios, personalizando todo, desde la cama hasta la cocina. Viendo como a medida que avanzamos, desbloquearemos nuevas campers y objetos, y ante todo, una adorable mascota virtual que nos acompañará en el viaje, añadiendo un toque de amor especial. Una propuesta sencilla que seguro que os lleva a crea un hogar que refleje vuestra personalidad, sin prisas ni juicios.

Una de las cosas que más me han gustado de Camper Van: Make it Home es su habilidad para convertir lo cotidiano en algo realmente divertido y gratificante. Organizar una despensa o decorar una mesa puede no parecer emocionante, pero el juego transforma estas tareas en un ritual casi meditativo. Y es que cada clic o cada objeto que encaja en su lugar, genera un placer y satisfacción que me ha parecido genial, cosa que se ve especialmente realzada por un diseño sonoro impecable. Desde los suaves crujidos, el roce de una caja al deslizarse, y la música, que llena todo de un curioso susurro ambiental que nos llena de calma.

En cuanto a lo visual, su paleta de colores es suaves y la estética de todo lo que nos rodea es preciosa, especialmente las clásicas furgonetas que son puro amor. A todo ello se le unen los paisajes de fondo que aportan un sentido de aventura relajada, mientras que la interfaz facilita la interacción pero no interfiere con la belleza del entorno. Todo ello nos aporta una libertad de juego a nuestro propio ritmo, sin objetivos estrictos, es un gran acierto, y ante todo, si la necesidad de hacer todo a la perfección, y sin miedo a dejar cosas por hacer. Donde la inclusión de la mascota, aunque simple, añade un toque emotivo, y casi de celebración por parte de esta tras conseguir cada sencillo logro.

A pesar de sus encantos, Camper Van: Make it Home tiene ciertos detalles que no me han terminado de gustar. Spor un lado está la narrativa, que promete un viaje de autodescubrimiento, que resulta un poco difuso e incomprensible por momentos. Y es que las pinceladas de historia son tan sutiles que nos dejan sin suficiente contexto y trasfondo que aporte un peso emocional a la experiencia.

En cuanto a la jugabilidad, el sistema de colocación de objetos puede ser un poco impreciso, especialmente en espacios muy pequeños o con muchos objetos ya colocados, requiriendo clics repetitivos y ajustes de la cámara para ajustar una pieza.

Por último, aunque el juego no busca ser un reto, la falta de objetivos claros puede hacer que uno se sienta algo perdido después de unas horas, especialmente si no logras conectar con el tema de la organización. Cosa que puede llevar a que se vuelva algo repetitivo para ciertos jugadores.

En conclusión, Camper Van: Make it Home es un refugio para la mente, amor por lo sencillo, y un remanso de paz. Y es que Malapata Studio ha creado un juego que celebra lo simple, lo metódico y lo humano, ofreciendo una experiencia que realmente calmada y llena de unas geniales sensaciones que pocos juegos logran.

Pese a algunos problemillas como la narrativa, que podría haber sido más aprovechada y algunos tropiezos técnicos, como la rigidez en los controles, no es nada que arruine ni haga menos maravillosa la experiencia.

En definitiva, para aquellos que desean un espacio donde el tiempo se detenga, este juego es un hogar portátil que inspira y reconforta. Y pese a ser un juego que no cambiará el mundo ni revolucionará el género, pero da justamente lo que promete, la simplicidad hecha calma, y creo que ya eso es mucho para los tiempos que corren.