Toca regresar al maravilloso mundo de los roguelikes, con una de las experiencias más curiosas y locas de estos últimos meses, tras la cual se encuentra la gente del genial Vampire Survivors, cuyo nombre es Berserk or Die.

Una propuesta un tanto absurda, pero que te absorbe sin sentido, donde nuestro teclado va a sufrir parte de las consecuencias jugables.

Así que dejaros atrapar por lo creado por Nao Games, y la producción de Poncle, donde los exceso, el humor y la visceralidad, no lleva a desatar toda nuestra ira, entre muerte y muerte, como os voy a contar.

Entrando en las bases del juego. Deciros que la estructura principal de Berserk or Die sigue la lógica del buen roguelike. Es decir, nos enfrentamos a oleadas de enemigos que se vuelven más difíciles con cada nuevo día, mientras gestionamos diferentes mejoras y equipamientos entre rondas. Pero aquí entra el importante giro de tuerca de este juego, el control.

Un control que viene dado por la movilidad y el ataque de nuestro personaje. Para lo cual hay que pulsar varias teclas del teclado, claro y sencillo… hasta que te enteras de que cuantas más teclas presionas, mayor es el área del golpe y más potente su efecto.

Análisis de Berserk or Die

Una locura, que se plantea del modo que; la mitad izquierda del teclado ataca en esa dirección, y lo mismo sucede con la derecha. Las diagonales permiten bloquear y, al llenar una barra especial, podemos lanzar un ataque devastador solo moviendo el ratón. Y es que aquí no se trata de apretar una combinación específica, sino que toca crear un ritmo bastante caótico que, con un poco de práctica, se convierte en estrategia y mucho odio, donde hasta recoger monedas o acercarnos al mercader requiere pensar en cómo golpearlo.

Tras está tempestad de pulsaciones, termina la jornada de combate. Donde accedemos a un mercader que nos permite curarnos, comprar armas o adquirir reliquias. Un buen número de armas y personajes, que se inspiran en diferentes épocas y culturas, y que aportan variedad a cada partida. Y más cuando la aleatoriedad de cada incursión, en las cuales, más allá de la disposición del terreno, afecta a la caída de objetos, las estadísticas, o incluso a las propias habilidades y sus sinergias.

Análisis de Berserk or Die

Lo mejor de Berserk or Die es, sin duda, su sistema de control. Y es que este no es solo una curiosidad; transforma por completo la forma de jugar, creándose una experiencia para todos los sentidos con las que pocas veces nos hemos encontrado. Y es que el teclado se convierte en un campo de batalla, y nosotros nos sentimos parte de un caos que requiere tiempo para dominar, pero que una vez asimilado su inmediatez y ritmo lo hace realmente adictivo.

Análisis de Berserk or Die

Además, el juego ofrece una sensación constante de progreso. Es que incluso en las partidas más cortas, siempre logra motivarnos con algún objeto, arma, mejora, o incluso nuevos personajes. Y es que es de agradecer que la estructura premie constantemente nuestro buen hacer, cosa que nos motiva a rejugar una y otra vez casi sin darnos cuenta. La curva de dificultad está bien equilibrada, y aunque el diseño de los enemigos es sencillo, ofrece variedad y desafíos crecientes.

Análisis de Berserk or Die

En el aspecto artístico, el juego opta por un pixel art sobrio, oscuro y realmente particular. Su estilo recuerda a los juegos de los años ochenta, pero con una paleta colores y ambientación que transmiten un aire postapocalíptico bastante oscuro. Todo ello nos acerca a conocer unos escenarios llenos de ruinas y demacradas mazmorras, que llenan de una triste vida todo lo que nos rodea. Cosa que viene directamente ligada a un genial trabajo de musicalidad y efectos sonoros, que refuerzan el caos, la destrucción y la ambientación, de una forma realmente genial.

Análisis de Berserk or Die

A pesar de su frescura, Berserk or Die tiene algunos problemas que no se pueden ignorar. El más claro, y como buen roguelike, es su repetitividad. Y es que aunque las mecánicas básicas son sólidas y muy adictivas, el número limitado de escenarios, enemigos y habilidades puede resultar agotador entre tanto caos después de varias horas. Y más, cuando se echa en falta algunos objetivos secundarios o modos de juego alternativos que le den algo más de vidilla.

Análisis de Berserk or Die

Por otro lado, aunque el control con teclado es su sello distintivo, no creo que todos los jugadores se adapten con la misma facilidad a este concepto. Esto se puede ver especialmente reflejado en las primeras horas de juego, donde el caos puede acabar con nosotros. Y aunque hay soporte para mando, el cual es más accesible, hace perder parte de la esencia y el desafío.

Análisis de Berserk or Die

Por último, la interfaz y ciertos aspectos visuales tienen un acabado un tanto simplón. Y aunque a nivel estilo artístico tiene su encanto, en los momentos de acción más intensa puede ser difícil distinguir claramente lo que está sucediendo en pantalla, entre tanto efecto y objetos en pantalla.

Llegando a las conclusiones finales, deciros que Berserk or Die es un experimento y una experiencia de esos que brillan por si sola dentro del universo de roguelike de tintes especiales. Y es que este se atreve a sacar partido de la sencillez extrema, como en este caso respecto a la parte de los controles, y hacer de ellos una caótica pero divertida base jugable.

Es de entender que no es un juego para todos, y que hay que tener la mente muy abierta para que entre. Y es que desde el primer segundo nos encontramos ante un juego áspero, exigente, muy caótico, pero también único, divertido y lleno de magia, que seguro terminará siendo de esos juegos que van a formar parte de tu vida nada más que caiga bajo su red de teclas y mamporros al teclado.

Código digital proporcionado por Best Vision PR

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