Que apacible y tranquilo he estado durante esta experiencia isleña, que me a vuelto a traer la gente de Coatsink y Thunderful Publishing, ya que tras haber disfrutado de su primera entrega he tenido la posibilidad de acercarme a lo nuevo de Islanders, que puse vivir en su día, está vez bajo el sobrenombre de New Shores.

Una experiencia que opta por el silencio y la contemplación. Con este nuevo capítulo del título desarrollado por The Station, y que lejos de saturar los sentidos, invita a la calma y a la creatividad. En un cuidado refugio minimalista, ambiental y colorido, que nos deja un mapa para sacar lo mejor de nosotros entre precisas construcción y capacidades de organización cercanas al puzle.

La propuesta central de Islanders: New Shores gira en torno a la construcción de ciudades en islas generadas proceduralmente. Teniendo como mecánica principal el colocar edificios estratégicamente para obtener la mayor cantidad de puntos posible. Donde la colocación de cada estructura no responde a la lógica de recursos o tiempos de construcción habituales en el género, sino a un sistema de puntuación que premia la cercanía o lejanía de ciertos elementos del entorno y otras edificaciones. Cosa que transforma la experiencia en un gran puzle de lo más relajante, en el que cada elección suma o resta valor a nuestra creación.

Análisis de Islanders New Shores

Y es que el juego nos acerca a dos modos claramente diferenciados. Por un lado el modo de mayor puntuación, enfocado en la eficiencia y la optimización, y el modo libre, donde la presión desaparece y queda solo la satisfacción de construir sin restricciones. Todo ello a lo largo de cincuenta niveles únicos, donde podremos experimentar con más de cuarenta tipos de edificios en seis biomas distintos, todos bajo un precioso diseño bajo una paleta cromática que aportan variedad y minimalismo estético.

Eso sí, si jugasteis a la primera entrega, una de las principales novedades que este incluye es una serie de potenciadores de uso único que alteran la dinámica de juego, así como un sistema de puntuación introduce bonificaciones por distancia y sinergias entre islas y edificios. Y que crea una experiencia casi estratégica a la hora de utilizarlos, que me ha parecido el culmen del concepto.

Análisis de Islanders New Shores

Uno de las cosas más interesante de New Shores, es su capacidad para equilibrar profundidad, adicción, estratégica y accesibilidad. Y es que tras su diseño minimalista, no solo se esconde una preciosa estéticamente, sino que también reduce cualquier fricción entre el jugador y la mecánica central. Encontrando como todo está al servicio de la experiencia y del disfrute. Ya que desde la interfaz realmente clara y limpia, pasando por su precioso y colorido apartado visual, hasta la música ambiental, cada elemento refuerza la idea, y nos motiva, a que construir pueda ser un acto que nos llene de amor.

Análisis de Islanders New Shores

Por otro lado, tengo que destacar la variedad de islas y edificios, que junto con los sistemas de puntuación y ranking, dota al juego de una rejugabilidad que nos puede dar muchas horas si le entramos al trapo. Y es que a pesar de su premisa sencilla, cada partida plantea nuevos retos, lo que fomenta la experimentación constante. Especialmente el modo libre ofrece un espacio creativo que muchos títulos del género descuidan, permitiendo construir sin remilgos hasta que ya no nos quede ni un rincón del mapa.

Además, la implementación del modo foto y sus variopintos filtros, es más que un añadido estético, siendo una clara invitación a contemplar las propias creaciones y sentirnos orgullosos de ellas.

Análisis de Islanders New Shores

Sin embargo, este no escapa a ciertas limitaciones. Especialmente estas vienen dadas por la ausencia de una progresión algo más profunda y variada, que puede resultar frustrante para quienes buscan un objetivo a largo plazo o que otorgue contexto a sus decisiones, solo dejándonos ese ranking mundial o de amigos, que nos motiva con el posicionamiento en cuanto a puntuación.

Por otro lado, la parte de los objetos especiales y potenciadores, si bien son muy interesantes, se sienten algo desequilibrados entre unos u otros. Haciendo que alguno prácticamente no los utilicemos jamás, y otros que supongan una brutal ventaja.

Análisis de Islanders New Shores

Por ultimo, la parte centrada en la integración con Twitch, aunque me parece una buena idea, su impacto real en la experiencia de juego resulta superficial y prácticamente presencial si no se es creador de contenido activo, cosa que mínima en este mundillo.

En conclusión, Islanders: New Shores viene, y con ello consolida, una fórmula que ya había demostrado su diversión, atractivo y eficacia, pero que en esta nueva entrega lo hace con la elegancia, profundidad, y detallismo. Y es que detrás de unas bases bien implementada y perfectamente dominadas, se encuentra una experiencia realmente adictiva, y tremendamente gratificante. Y que sin duda se aleja de las convenciones del género, apostando por una experiencia contemplativa que recompensa la creatividad más que la eficiencia o la habilidad.

Un juego para aquello que valoran la belleza de lo simple y la libertad de construir sin presiones y con mucho amor. Una nueva entrega ofrece un pequeño paraíso digital, donde cada isla se convierte en un escenario para la introspección creativa y amor por el minimalismo.

Código digital proporcionado por Evolve PR

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