Sobrevivir al fin del mundo nórdico
Con la moda de los juegos de autodisparo, supervivencia e infierno de balas, no he querido dejar pasar una de esas propuestas que he seguido de cerca durante estos meses, el juego desarrollado por Games Farm, Jotunnslayer: Hordes of Hel. Una experiencia potente que me ha hecho sentir como si me lanzaran a una tormenta de acero y fuego, sin apenas tener tiempo para tomar aire antes de que un ejército de criaturas mitológicas intentara descuartizarnos y devorarnos.
Una experiencia llena de mitología nórdica, acompañada de esa sensación de caos controlado, que es precisamente lo que define este tipo roguelike de supervivencia. Donde una lucha constante entre la desesperación, el frenetismo y la euforia de seguir vivo un minuto más, es lo que lo hace tan adictivo, como en las siguientes líneas os quiero contar.
| FECHA LANZAMIENTO |
| 3 SEPTIEMBRE 2025 |
| DESARROLLADORA |
| Games Farm |
| DISTRIBUIDORA |
| Grindstone |
| PLATAFORMAS |
| PC |
| VESIÓN ANALIZADA |
| PC |
| VALORACIÓN |
| 8’5 |

¿De que va todo esto?
Entrando en las bien definidas bases del juego, y como ya os he dejado caer, deciros que este nos sitúa en arenas cerradas inspiradas en la mitología nórdica, donde asumimos el papel de héroes malditos que deben enfrentarse a oleadas interminables de enemigos. Una dinámica sencilla donde; sobrevivir, acumular poder a través de bendiciones divinas, y derrotar a jefes cada vez más mortales, se une bajo una experiencia realmente demencial y caótica.

Eso sí, como buen juego roguelike, entre cada partida, nos va a acompañar un sistema de progreso que nos permite desbloquear personajes, habilidades y mejoras, que hacen que cada intento sea más favorable y motivador, para seguir intentándolo.

Los detalles más y menos interesantes
Uno de los puntos que más me ha gustado de este de Hordes of Hel, es la variedad que ofrece en cada partida. No solo porque puedes elegir entre varias clases, desde el clásico Berserker hasta la hechicera o la Hermana de Fuego, sino porque los dones de dioses como Odín, Loki o Thor transforman por completo tu estilo de juego. Creándose unas sinergias que pueden convertirse en un festival de rayos y explosiones, mientras que la siguiente se enfoca en trampas y golpes críticos. Plasmando esa sensación de que podemos construir nuestro destino sobre la marcha, cosa realmente adictiva.

Aquí entra otro de los puntos más interesante, la incorporación de pequeñas submisiones y objetivos dentro de casa partida. Lo cual nos lleva a realizar una serie de actividades sencillas, donde destruir o recolectar van a ser las bases, pero que le aportan esa motivación justa para hacernos disfrutar más aún de la experiencia, hasta llegar al esperado jefe final.

Por lo que respecta al apartado visual, realmente merece una mención especial. Y es que a diferencia de otros juegos del género que optan por una estética retro o caricaturesca, aquí los gráficos son realmente potentes y llenos de detalles. Llevándonos escenarios helados, reinos ardientes y enemigos con diseños que transmiten una sensación de poder, todo ello entre luces y efectos de todo tipo. Todo ello genialmente ambientado con una música que nos acompaña con tonos épicos, intensificando la atmósfera de una lucha divina y brutal.

Eso sí, no todo es perfecto y hay algunos pequeños matices que oscurecen levemente la experiencia. Por un lado, el ritmo inicial puede parecer un poco lento, con personajes que se mueven pesadamente y oleadas que tardan en arrancar. Cosa que puede desanimar a los jugadores que están acostumbrados a la inmediatez de otros juegos del género. Además, la falta de una narrativa que aporte algo de contexto puede pesar; ya que avanzar a través de niveles sin un contexto argumental claro puede restar motivación a largo plazo, y más cuando la repetitividad de los escenarios se hace evidente tras varias horas.

Por último, deciros que hay un problema técnico significativo, y es que durante las batallas contra jefes, el rendimiento puede caer bastante, nada arruina la partida, pero que enturbia la experiencia y el ritmo caótico en momentos tan épicos.

Conclusiones
En conclusión, este Jotunnslayer: Hordes of Hel aporta e inyecta en vena todos los suficientes motivos para atrapar a cualquiera tipo de jugador que disfrute de la tensión y el caos, tras intentarlo una y otra vez.
Una de esas propuestas potencialmente divertidas, que combinan a la perfección todos esos matices de este género de supervivencia, acción y roguelike, con un envoltorio visual más ambicioso que la media, y un sistema de progresión que recompensa la perseverancia y la paciencia.
Así que quien busque un un roguelike bastante desafiante, acompañado con una estética nórdica llena de dioses y caos, este juego merece un lugar en tu radar, y en su altar, en ese camino hacia el durísimo Ragnarok.





