Es más que curioso como hay juegos que no necesitan miles de líneas de código, ni potentes apartados gráficos, para captar tu atención e interés, ya que con solo una visión artística clara nos deja más que fijada en nuestra mente una sensación de necesidad. Y justamente eso es lo que mi trasmitió Gloomy Eyes desde que supe de él.

Y es que el juego desarrollado por Atlas V, y varios pequeños equipos más, presenta una preciosa y tétrica experiencias interactivas llenas de oscuras historias, y con un fuerte componente visual. Un juego que desde el primer segundo da esa sensación de abrir un viejo libro de cuentos en medio de una noche tormentosa. Teniendo más que claro en nuestra mente que no será un viaje alegre, e incluso lleno de sobresaltos, pero donde esa curiosidad por descubrirlo nos invita a adentrarte en él inconscientemente.

Como ya os comente, el juego gira entorno a una historia es tan peculiar como adorable. Donde el sol, cansado de los humanos, decide abandonar a la Tierra. Cosa que la lleva a una oscuridad eterna, que hace llegar a los zombis y el caos, pero que milagrosamente, también hace aparecer una amistad inesperada, la de Gloomy, un niño zombi, y Nena, la hija de un cazador de muertos vivientes.

Gloomy Eyes

Juntando estos dos peculiares personajes, comienzan un viaje para devolver la luz, usando sus habilidades para resolver diferentes puzles y rompecabezas. Donde Gloomy es fuerte pero vulnerable a la luz; Nena, en cambio, es delicada pero puede moverse en zonas iluminadas. Una curiosa mezcla de fortalezas y debilidades que se irán intercalando y siendo necesarias para ser capaz de superar cada nivel.

Gloomy Eyes

Sin duda, lo que más llama la atención de este juego, más allá de la narrativa, es su arte y su maravillosa ambientación. Y es que cada escenario parece un pequeño diorama, como si fuera salido de una película en stop-motion, con un estilo que recuerda mucho a Tim Burton. Siendo maravilloso el darle vueltas a la cámara y explorar cada rincón, cosa que llega a ser casi tan divertido como resolver los propios rompecabezas. Y es que en todo momento sientes que no estamos solo ante un juego, es como un jueguete en forma de maqueta con el que jugar y que tiene vida propia, y en el que se combina momentos de oscuridad con pequeños toques de ternura.

Gloomy Eyes

Hablando de los puzzles, deciros que estos funcionan muy bien. Requieren lógica y un poco de prueba y error, pero sin complicarse demasiado. Además, la opción de alejar la cámara para tener una vista general del escenario es muy inteligente y ayuda a evitar que te sientas perdido. Por otro lado, está más que claro, que la mecánica de controlar a dos personajes con habilidades distintas mantiene las cosas interesantes y refuerza el mensaje del juego; el que solos, no podemos lograr mucho, pero si trabajamos en equipo, podemos cambiar las cosas por completo.

Gloomy Eyes

Por otro lado, está claro que no todo es perfecto. Algunos niveles pueden ser un poco confusos a la hora de movernos por ellos, ya que el arte está tan llena de detalles que a veces cuesta distinguir bien el camino correcto. También hay puzles que han dado la sensación de alargarse un poco más de lo necesario, haciendo que la experiencia tome un ritmo más lento en esos momentos. Por último, y respecto a la historia, aunque funciona y tiene momentos muy emotivos, se queda un poco corta en contenido; uno quisiera que hubiera más diálogos y un desarrollo más profundo de Gloomy y Nena.

Por cierto, recordad que los amigos de Meridiem Games han puesto a la venta una edición física para todos aquellos amantes del coleccionismo.

En conclusión, deciros que para mí, Gloomy Eyes es una experiencia que no os debéis perder si tenéis algo de oscuridad y amor en vuestro corazón gamer. Y es que este tiene como verdadera intención contar una emotiva y oscura historia, usando de forma muy inteligente puzles que fomenten la cooperación y el compañerismo.

Y es que aunque es un juego corto, este está lleno de ese alma, donde lo macabro y lo dulce se mezclan de una forma extraña y maravillosa.

Sin duda, recomendaría este juego a quienes alguna vez se sintieron atraídos por la excentricidad de películas del género de terror infantil, pero que igualmente adoramos los adultos. Y es que se pone ante nosotros una experiencia que toca el corazón, con una estética muy particular y una atmósfera que se te queda grabada en la memoria, y que hace de este Gloomy Eyes definitivamente una particular experiencia que vale mucho la pena.

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