Siempre he tenido claro que la gente de Might and Delight tiene un talento especial para crear mundos que transmiten calma y mucho amor. Y con Twinkleby, el estudio ha vuelto a demostrarlo desde el primer minuto que te sientas frente a este. Haciéndote sentir en un lugar tranquilo, en el que no nos pedía correr ni competir, sino simplemente dejar volar la imaginación.

Un mundo, donde sus islas flotantes, tan pintorescas como surrealistas, parecen diseñadas para invitar a decorar, reorganizar y experimentar sin prisa, y con mucha conciencia por disfrutar de los pequeños y sutiles detalles que no da la vida en general, y los videojuegos en particular.

Entrando ya en Twinkleby, deciros que idea base es la mar de sencilla. Teniendo claro que tendremos que explorar un archipiélago de islas en el espacio, decorarlas a nuestro gusto, y atraer a vecinos peculiares que reaccionan a nuestras decisiones e interacciones. Viendo como cada mueble, cada cambio de clima, o incluso la iluminación influye en la atmósfera, y si no nos quedamos conforme, todo lo que no quieras puede volver al inventario con un simple lanzamiento por la borda.

Análisis de Twinkleby

Una experiencia que a medida que avanzamos, nos trae cantidad de pequeños detalles, que nos acerca a momentos que van desde recoger estrellas fugaces, hasta cofres que sirven para desbloquear más objetos, nuevas islas y secretos escondidos en el mapa estelar. Y que nos deja fluir y avanzar constantemente por este universo y sus gentes.

Análisis de Twinkleby

Uno de los puntos más atractivo de Twinkleby, es la libertad creativa. Me ha encantado cómo cada isla se convierte en un diorama personalizable, con la posibilidad de controlar hasta el ambiente sonoro. Donde los detalles importan, ya que desde colocar un puente para que un vecino llegue a su casa, hasta decidir si prefieres un paisaje melancólico o luminoso. Todo ello, los habitantes aportan personalidad y recompensas, lo que da la sensación de que tu esfuerzo se refleja en cómo interactúan con el entorno.

Análisis de Twinkleby

Por otro lado, el juego tiene puntos mejorables. Y es que después de varias horas, la progresión puede sentirse repetitiva ya que muchas islas comparten un mismo esquema y si no compras nuevos muebles, la decoración se vuelve rutinaria. También me he encontrado con momentos en los que no había un objetivo claro, lo que derivaba en avanzar a base de prueba y error. Son cosas que no rompen la experiencia, pero sí la hace menos fluida y variada.

En conclusión, Twinkleby es un precioso lugarpara aquellos que son creativos, y buscan experiencias relajadas. Y es que Might and Delight ha construido un universo en el que decorar no es un medio, sino el fin, y donde cada isla flotante se convierte en un lienzo para experimentar. Es cierto, que puede ser repetitivo si buscas un desafío fluida, pero si lo que quieres es un espacio para desconectar, diseñar y dejarte llevar por los detalles, este juego cumple con creces.

Sin duda lo recomendaría a todo aquel que disfruta construyendo sus propios mundos, a quienes ven en la decoración una forma de expresión, y a quienes necesitan un soplo de calma en medio del ruido del día a día.

Código digital proporcionado por Plan of Attack

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