Con este análisis vengo a contaros mi experiencia con un nuevo roguelike, que lleva dando bastantes vueltas por mi órbita de juegos a seguir del género, Sworn, el ambicioso proyecto de la gente de Windwalk Games, un estudio relativamente nuevo que se atreve a explorar un género tan saturado y desafiante.

Una propuesta interesante que va más allá de ofrecer combates intensos y una progresión basada en la repetición bajo l pintoresca capa de un mundo artúrico corrompido, donde Camelot ya no representa el honor, sino que se ha convertido en un reino en ruinas bajo la sombra de un rey Arturo caído en desgracia.

Una experiencia que desde los primeros minutos, queda claro que no es un simple experimento, poseyendo unas sólidas y particulares bases jugables, que os quiero desmembrar a continuación.

Como ya os contaba, en esencia, Sworn es un roguelike de acción que destaca por permitir la cooperación de hasta cuatro jugadores. Todo ello bajo una estructura sencilla y clásica; avanzar a través de salas repletas de enemigos, derrotar a mini-jefes y acumular bendiciones para prepararnos para el enfrentamiento final contra Arturo y sus caballeros.

Análisis de Sworn

Un juego que bebe de su fuerte y bien medida ambientación que reimagina la mitología artúrica con un toque oscuro. Con Avalon como un escenario en constante decadencia. Donde asumimos el papel de un caballero que puede jurar lealtad a deidades feéricas, obteniendo más de dos centenares de bendiciones diferentes para personalizar su estilo de combate, y hacernos fluir en una propuesta que combina la acción más frenética, con un sistema de progresión a largo plazo, y una clara invitación a la experimentación y la repetición tras cada muerte.

Análisis de Sworn

Uno de los puntos más interesantes de Sworn es su diseño de combate. Y es que cada héroe tiene armas y habilidades únicas, y las bendiciones permiten crear sinergias muy sorprendentes. Viendo como por ejemplo tengamos una partida donde podamos invocar una dosis de explosivos sacados de unas urnas con patas; o en otra, nos enfoquemos en ataques del elemento viento, que mantenga a los enemigos a raya. Sinceramente esta variedad asegura que cada intento sea único, especialmente en modo cooperativo, donde las combinaciones entre jugadores se vuelven aún más emocionantes y divertidas.

Análisis de Sworn

Especialmente quiero destacar los combates contra cada jefe. Todo estos formando parte de los caballeros de la Mesa Redonda. Estos presentan un desafío diferente, pero destaca por encima de todo la batalla contra Arturo que posee un clímax muy particular y exigente, de esos que te hacen contener la respiración mientras esquivas y aprovechas cualquier oportunidad para atacar.

Análisis de Sworn

Por otro lado, el diseño artístico también merece una mención especial. La influencia del estilo cercano al comic independiente, le da al juego una identidad visual clara y bastante única. Donde destacan detalles como las sombras marcadas, colores muy llamativos, y un buen trabajo de animación y efectos, que claramente los hace destacar por encima de otros en el género. También tengo que subrayar el trabajo de diseño de escenarios, donde Camelot se siente oscuro, pero también hermoso en su decadencia. Todo ello adornado por una potente banda sonora y una buena dosis de elementos sonoros que le dan mucho ritmo y vidilla al juego.

Análisis de Sworn

Eso sí, hay puntos algo más turbios en la experiencia. Por ejemplo, la narrativa tiene detalles interesantes, pero se queda en un marco simple que justifica la acción sin ofrecer mucho desarrollo a personajes tan icónicos como Ginebra o Merlín. Así que algo más de profundidad hubiera venido genial.

Tampoco puedo dejar de hablar del ritmo de combate, el cual se puede sentir un poco pesado, ya que los ataques de enemigos y protagonistas son más lentos de lo que el género suele ofrecer, lo que a veces le quita dinamismo. Además, las base de la progresión se siente más como una carga que como un complemento, ya que sin mejoras acumuladas, avanzar en las primeras horas de juego se vuelve realmente tedioso, pudiendo echar a muchos jugadores para atrás.

En conclusión, deciros que Sworn es un roguelite sólido y la mar de divertido, especialmente en compañía. Que aunque en base no revoluciona el género, lo adorna con una ambientación carismática y combates de lo más satisfactorios.

Sin duda mayor fortaleza radica en las amplias opciones de personalización y en los jefes, que logran ofrecer momentos realmente épicos. Eso sí, temas como un ritmo algo lento y una dependencia excesiva de la progresión, enturbia un poco la experiencia a quienes buscan un juego más ágil y menos repetitivo en las primeras horas.

En resumen, si eres fan de los roguelikes y tienes amigos con quienes compartir la aventura, Sworn te brinda un viaje potente, duro, divertido, y variado a través de un Camelot oscurecido que merece ser redimido con espada y bendición de todos aquellos caballeros que les gusten que valoren lo buenos desafíos y la constante experimentación en post de acabar con el mal.

Código digital proporcionado por Team17

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