Un regreso a la esencia
Cuando Game Freak anunció el regreso de su franquicia estrella bajo el nombre de Leyendas Pokémon: Z-A, lo primero que se me pasó por la cabeza es que daba la sensación de que el estudio había aprendido la lección después de haber tropezado en mucho matices con los particulares Escarlata y Púrpura.
Además, la llegada de una nueva generación de las consolas de Nintendo, prometía y hacía augurar que el retorno iba a ser potente, por lo menos, en lo realmente importa, crear un mundo coherente, vivo y con alma.
Por ello, y como ya leeréis, he cogido este análisis con mucha cautela y consideración, ya que desde el primer momento en que he pisado la futurista Ciudad Luminalia, he sentido que esta vez la ambición y el cuidado han ido bien unido, pero con ciertos detalles que me hacen siempre pensar el porqué y con qué intención no llegan a más.

¿De que va todo esto?
Entrando ya en esta nueva aventura Pokémon. Deciros que este se ambienta en una versión reimaginada de la Ciudad Luminalia. Planteando una mezcla entre exploración abierta y misiones narrativas centradas en los orígenes de la Mega Evolución.

Todo ello bajo unas bases jugables que nos acercan a las de un juego de aventuras y acción con toques de RPG. Y que llega para no ser un simple sucesor del genial Arceus, sino una reinterpretación del universo Pokémon con un enfoque más íntimo y personal. Y es que en este Leyendas Pokémon: Z-A no hay gimnasios ni ligas, sino historias personales, relaciones con los Pokémon y toma de decisiones que afectan a cómo evoluciona la ciudad.
Una experiencia narrativa que me ha llevado a que a lo largo de la partida haya tenido que investigar el curioso misterio de las megaevoluciones mientras participaba en la reconstrucción de Luminalia, donde colaborar con sus habitantes, capturar Pokémon salvajes, y restaurar el equilibrio entre humanos y naturaleza, han marcado todo mi devenir por estas tierras. Eso sí, sin dejar a un lado un sistema de combate que combina turnos tradicionales con mecánicas en tiempo real, para las fases de exploración, haciendo todo muy fluido y ágil.

Los detalles más y menos interesantes
Entrando en detalles, deciros que una de las cosas que más me han gustado de Leyendas Pokémon: Z-A ha sido su ambientación. Y es que Luminalia nunca había tenido tanta personalidad y vida. Encontrando un rediseño urbano que sabe mezclarse con luces de neón, estructuras llenas de vida, y zonas verdes que respiran amor por este universo. Viendo cómo cada distrito tiene su propio tono y ambientación, sintiendo como el moverse por sus calles me ha recordado a lo que hacía especial a los primeros juegos, esa sensación de descubrimiento constante.

Aquí tiene cierta parte de culpa la dirección artística, y pese a que no a todo el mundo le pueda gustar, hay que reconocer que es un paso adelante dentro de la franquicia. Y es que se nota que se ha puesto mimo en los modelos, en la iluminación y en las animaciones, creando un mundo que transmite vida, personalidad y expresión. Destacando detalles como los cambios dinámicos de ciclo de día-noche, que nos permiten observar a los Pokémon urbanos descansar bajo las farolas o esconderse en los parques al amanecer.

Por la parte de la jugabilidad, hay que reconocer que también ha madurado. Ahora las capturas ya no se reducen a lanzar una Poké Ball sin pensar, ahora hay que leer los movimientos del enemigo, analizar su entorno y aprovechar las debilidades en tiempo real. Todo ello metido de lleno en unas variadas misiones principales que avanzan a buen ritmo, y que se amplían con los encargos secundarios aportan humanidad a un mundo que se siente conectado.

Narrativamente, el juego brilla más en los pequeños detalles que en la trama central. Y es que la historia sobre la Mega Evolución y sus orígenes es interesante, pero en algunos momentos se siente contenida, como si temiera romper con la fórmula tradicional. Aun así, los personajes secundarios compensan con creces, por lo que terminaremos por encariñarnos con algunos de ellos, como un profesor obsesionado con la energía Z, hasta la joven ingeniera que sueña con una ciudad donde humanos y Pokémon coexistan sin miedo.

Sin embargo, esta nueva experiencia de Game Freak sigue arrastrando algunos de sus viejos vicios y problemas. El primero a destacar es que aunque el rendimiento es estable, el motor gráfico muestra muchas limitaciones como en; texturas planas y popping ocasional que quedan bastante feos en los tiempos que vivimos. Por otro lado, también he echado de menos un mayor desafío en los combates. Y es que si hay que reconocer que las megaevoluciones añaden profundidad y cierta complejidad, viendo como los rivales a menudo carecen de una estrategia real, y unas formas de pensar demasiado simples.



Conclusiones
En conclusión, Leyendas Pokémon: Z-A es el juego que muchos llevábamos años esperando, pero con matices ante todo técnicos. Y es que Game Freak ha conseguido recuperar la magia de explorar un mundo Pokémon sin prisas, con la curiosidad como motor principal y la emoción de cada hallazgo como recompensa. Notandose un esfuerzo real por reinventar la fórmula sin romperla, y aunque aún haya aspectos mejorables, el resultado es un título sólido, bonito y muy divertido.
En definitiva, Game Freak ha limpiado gran parte de las críticas del pasado, y ha demostrado que aún nos puede sorprendernos, aunque creo que debemos ser exigentes y pedirles un poco más. Para que la próxima vez que regresemos a todo sea Luminalia no haya nada que criticar, y sea todo disfrutar de una experiencia tan buena como esta.
