Me sorprendió mucho cuando Triple Eh? Ltd anunció la secuela de Lumo, confieso que me picó la curiosidad. No tanto por la nostalgia, que tam de moda está, sino por ver si podían rescatar aquel espíritu experimental y juguetón que definió a los videojuegos británicos de los ochenta y noventas.

Y la verdad que tengo que decir que desde los primeros minutos, Lumo 2 ha olido a lo que prometía… clasicismo videojueguil y mucha intento de traer conceptos muy nostálgicos, que s cinta magnética y a monitor de tubo. Esa sensación de estar jugando algo que, sin negar el presente, tiene los pies firmemente plantados en el pasado con mucha fuerza y mucho amor.

Entrando en Lumo 2, deciros que este es una aventura de plataformas y puzles con perspectiva isométrica. En la que controlamos a un pequeño mago que explora una serie de salas interconectadas llenas de trampas, interruptores y secretos, intentando abrirse paso en un mundo que cambia constantemente de reglas y de forma. Todo esto nos acerca al fondo de una especie gran caja de juguetes digitales donde maravillosamente cada nivel propone algo nuevo; desde desafíos de salto hasta minijuegos que coquetean con los clásicos de recreativa.

Análisis de Lumo 2

La historia puede ser breve, pero el contexto lo dice todo, este es un homenaje descarado a los días de los microordenadores, con sus joystick y esas ideas brillantes que nos hacían soñar. El propio juego lo sabe y no tiene miedo de celebrarlo con una sonrisa.

Análisis de Lumo 2

Lo más destacado de Lumo 2 es su capacidad para reinventarse en cada paso. Justo cuando crees que has descifrado su funcionamiento, aparece una secuencia en 2D o un guiño absurdo a Space Harrier que te arranca una carcajada, y la lagrimilla. Y es que esa imprevisibilidad es junto con su tono ligero y su diseño basado en la pura diversión arcade, lo convierte en un viaje lleno de amor.

Análisis de Lumo 2

Y es que todo lo rodea y cubre su humor absurdo, referencias imposibles de contar y un cariño palpable por una época en la que los videojuegos que estaban hechos en garajes, y no en oficinas. Sinceramente es imposible no sonreír al encontrarte con la cabeza flotante de un desarrollador de los ochenta lanzándote balones, o cuando un pato de goma se convierte en el obstáculo más frustrante del nivel. Y es que Lumo 2 logra ser desafiante, pero sin caer en la crueldad de aquellos años, aunque no se queda muy lejos.

Análisis de Lumo 2

Visualmente, el salto a una estética retro moderna le ha sentado de maravilla. Los entornos mantienen la claridad sin perder ese toque retro. Y todo dentro de una ambientación y una musicalidad, llena de suaves sintetizadores y melodías divertidas a más no poder, que acompañan sin resultar cansinas.

Análisis de Lumo 2

Por supuesto, no todo ha sido magia. Y hay que reconocer que los viejos enemigos de los juegos isométricos, su profundidad, sigue siendo un dolor de cabeza. Y es que calcular un salto con una cámara fija puede ser una pesadilla. También tengo que remarcar que hay picos de dificultad innecesarios, especialmente en desafíos opcionales que requieren una precisión milimétrica, y que nos trasladan a otras épocas.

Análisis de Lumo 2

En conclusión, deciros que Lumo 2 nos trae una buena dosis de nostalgia. Un juego que claramente celebra el pasado y lo retro, eso sí, sin quedar atrapado en él, reconociendo que la memoria y la diversión pueden coexistir. Sin duda,Triple Eh? Ltd ha creado una secuela más pulida, más variada y, sobre todo, más cómoda para jugar.

Así que si eres de los que creciste rodeado de disquetes, revistas de videojuegos y pantallas de tubo, está claro que Lumo 2 te llevará de regreso a esa infancia. Y si no, seguramente lo disfrutareis como una maravillosa ventana a una época en la que la imaginación era el mejor motor gráfico del mundo.

Código digital proporcionado por PressEngine

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Facebooktwitter