El origen del mago más sarcástico
Treinta años después de su debut, el cual como viejuno del lugar pude vivir en primera persona, el mago más travieso del point-and-click vuelve a hacer de las suyas para mi goce y disfrute, y seguro que para el de muchos.
Y es que no he querido dejar pasar la posibilidad de traeros esta nueva experiencia con Simon the Sorcerer, la cual nos acerca a sus orígenes. Una nueva aventura creada por el estudio italiano Smallthing Studios y publicado por ININ, que llega como una precuela oficial que busca revivir una de las sagas más icónica de los noventa.
Una preciosa y llamativo retorno, que a pesar de las décadas que han pasado, consigue hacer que Simon siga siendo el mismo adolescente sarcástico y malhumorado que nos hizo reír entre calderos y hechizos imposibles, y que ahora, por fin, podemos descubrir cómo comenzó todo.
| FECHA LANZAMIENTO |
| 27 OCTUBRE 2025 |
| DESARROLLADORA |
| Smallthing Studios |
| DISTRIBUIDORA |
| ININ |
| PLATAFORMAS |
| PC – XBOX ONE – PS4 – SWITCH – XBOX SX – PS5 – SWITCH 2 |
| VESIÓN ANALIZADA |
| PC |
| VALORACIÓN |
| 7’5 |

¿De que va todo esto?
Lo primero, y más importante es hablaros de la historia. Y es que esta da comienza poco antes del primer título de 1993. Donde Simon de ve obligado a mudarse con sus padres, cosa que le lleva a toparse con un portal mágico que lo transporta a un mundo lleno de magos torpes, criaturas extrañas y profecías que, cómo no, lo convierten en “el elegido”.

Desde ese momento, inicia un viaje repleto de acertijos, alquimia y ese humor británico, que tanto me gusta. Todo ello con el objetivo de encontrar dos tomos mágicos que podrían llevarlo de vuelta a casa.
Todo ello bajo la esencia de una aventura gráfica clásica de apuntar, hacer clic y pensar, pero con un estilo visual renovado y algunas comodidades de la actualidad que lo hacen mucho más accesible y llevadero.

Los detalles más y menos interesantes
Lo que realmente me ha encantado de este Simon the Sorcerer: Origins, es cómo logra mantener viva la esencia del juego original sin caer en la trampa de la nostalgia. Por un lado aquí entra el arte dibujado a mano, que es simplemente maravilloso. Donde el colorido, los escenarios llenos de detalles, las animaciones, y una dirección artística que parece sacada de un cuento ilustrado, se envuelven bajo ese manto de magia, fantasía, y mucho sarcasmo. Y es que cada área,desde torres de magos hasta bosques encantados, se siente llena de vida y llena de extravagancias que aportan unos personajes tan absurdos que uno no sabe si reírse de ellos o sentir compasión.

Por cierto, a esto se le une una genial ambientación, una preciosa musica, y el regreso de Chris Barrie como la voz original de Simon. Un punto de pura nostalgia bajo su tono sarcástico y su ritmo pausado que encajan a la perfección con el personaje.

Y es que el humor sigue siendo el corazón del juego. Simon no se guarda nada, ya que nos lleva desde momentos donde rompe la cuarta pared, hasta otros donde; se burla de nosotros, parodia la cultura pop, e incluso lanza envenenados dardos a Harry Potter cada vez que tiene la oportunidad. Es cierto que no todos los chistes funcionan, pero cuando lo hacen, se siente esa herencia del humor británico seco y mordaz que ha definido la saga, y la epoca.

Ya dentro de la jugabilidad, destaca por encima de todo los puzles. Y es que estos saben combinar lógica, hechizos y experimentos alquímicos. Donde la inclusión de los sombreros mágicos, que alteran las propiedades de ciertos objetos, añade una capa de ingenio que está muy bien integrada.

Ahora bien, no todo es magia y risas. Algunos puzles caen en el viejo vicio del género, ya que a veces carecen de pistas claras y las soluciones son tan rebuscadas que se sienten injustas. Llevándonos a momentos donde el juego te deja muy perdido, cosa que se une a un desbalance en la dificultad, cosa que se ve reflejado en la cantidad de pista que nos ayuden a resolverlos.
Por último, el ritmo narrativo, aunque simpático y ágil, pierde fuerza hacia el final, con un desenlace que, aunque correcto, podría haber llegado a algo más, y las no más de tres horas que dura la aventura.

Conclusiones
En conclusión, Simon the Sorcerer: Origins consigue revivir el espíritu de las aventuras gráficas clásicas con cariño y respeto. Es divertido, ingenioso y tiene suficiente carisma para hacer sonreír a cualquier fan de la vieja escuela. Es cierto que hay matices heredados de aquellos tiempos que lastran un poco la experiencia, pero se siente el amor y el esfuerzo que se han puesto en traer de vuelta a un personaje que muchos creíamos olvidado.
Así que si creciste con el original Simon the Sorcerer en mente, este juego es como reencontrarte con un amigo de aquellos años, y recordar entre muchas risas, las tonterías que hacíamos en la infancia y que tan felices nos hicieron.





