Nuestro amigo rosa a toda velocidad
Poco hay que decir que no se sepa ya de el mimo y el amor que pone en sus trabajos la gente de HAL Laboratory. Y es que detrás de ellos ha habido siempre un potente sello de creatividad desbordante que a conjugado perfectamente con el universo Nintendo. Y como leeréis en las próximas lineas con Kirby Air Riders lo vuelven a demostrar.
Y es que se han presentado con uno de esos juegos que le dan rienda suelta a la experimentación, y sin dudarlo ellos no se echan atrás. Y es que desde el primer momentos que te pones a los controles de esta obra te invade la clásica sensación tan característica de los proyectos de este estudio, es decir, como hacer que algo que parece simple a primera vista, en cuestión de minutos empieza a mostrar capas y más capas de detalles, singularidad y posibilidades, que lo terminan haciendo único en su especie.
Sin duda esta apuesta es compleja de entender y complicada de explicar dentro de su simpleza aparente. Y que llega sin la necesidad ni el complejo de demostrar nada a nadie, solo llega para ser comprendido y amado por quien se deje enamorar de sus maravilloso diseño y sus fantásticas cualidades.

¿De que va todo esto?
Intentando plantear unas bases generales para que entendáis este Kirby Air Riders. Deciros que nos encontramos ante un juego de carreras y acción donde las naves avanzan solas, y tu tarea es controlar la dirección, los derrapes o las habilidades especiales.

Todo ello se combina tres modalidades principales; la Air Ride, A vista de pájaro y Pruebas Urbanas, que junto a una campaña llamada Escapada, crean una mezcla sorprendentemente variada y tremendamente divertida. Y como no, todo bajo una genial y preciosa ambientación al más puro estilo Kirby. Donde el colorido, la musica llena de vida, y unos entornos y circuitos llenos de detalles puestos con mucho amor, nos llevan a una experiencia que hay que darle su tiempo para ser realmente exprimida e interiorizada.

Los detalles más y menos interesantes
Sin duda alguna, y entrando ya más en detalles particulares del juego, lo primero que llama la atención es su control minimalista. Y es que con solo una palanca y dos botones, podemos hacer de todo… derrapar, atacar, absorber poderes o ejecutar habilidades especiales. Pero ahí no queda la cosa, ya que lo que parece una simplificación extrema, se va transformando al cabo de las horas en un sistema sorprendentemente profundo, donde cada derrape bien ejecutado puede marcar la diferencia en circuitos llenos de bifurcaciones, raíles y atajos imposibles. Una experiencia única que dale su tiempo porque lo vais a agradecer.

Por otro lado, como podía ser menos dentro de una franquicia de carreras, quiero destacar los diferente modos de juego que ya os he nombrado. Empezando por el modo Air Ride que es, sin duda, el alma del juego. Una modo donde las carreras son cortas, muy verticales y visualmente un maravilloso caos precioso. Aquí tengo que destacar la variedad de naves que posee el juego, más de una veintena, donde cada una posee una personalidad jugable única, haciendo que cada una cambie por completo la forma en que enfrentarnos a cada circuito. Hay naves lentas pero estables, otras rapidísimas y difíciles de controlar, e incluso algunas tan peculiares que os aseguro que os van a sacar unas buenas risas.

Otro de los modos que especialmente me han gustado, ha sido el de las Pruebas Urbanas. Y es que su idea de recolectar mejoras durante cinco minutos para luego competir en un minijuego final me ha parecido muy curiosa y muy bien planteada. Permitiendo crear unas situaciones y unas combinaciones realmente absurdas que van a generar partidas completamente impredecibles y caóticas, u otras que seamos los amos de la pista.

Como no podía ser menos, no puede dejar de alabar su apartado audiovisual. Una autentica preciosidad que me ha sorprendido mucho. Consiguiendo plasmar unos preciosos diseños de personajes, un frenesí en las carreras muy bien logrado, y todo escondido detrás de unos geniales efectos sonoros y una banda sonora que tiene un ritmazo maravilloso la cual aporta un tono divertido y frenético.

Por otro lado, también tengo que destacar puntes que no me han conseguido entrar. Por un lado está que a veces hay situaciones donde la velocidad es tan alta que cuesta encontrar rivales para el combate directo, lo cual debilita un poco su propuesta de batalla sobre naves, especialmente en las Pruebas Urbanas.
Por lo que respecta a la campaña, me ha parecido muy bien planteada, pero me ha resultado molesto son las frecuentes pantallas de carga entre pruebas, las cuales rompen el ritmo y hacen que una experiencia tan dinámica como es este modo se sienta más pesada de lo que debería.

Por último, el modo online, aunque es sólido, podría estar mejor organizado. Y es que veo que faltan la opciones a la hora de personalizar eventos o encadenar carreras sin tener que volver al nexo.



Conclusiones
En conclusión, Kirby Air Riders es una de esas joya poco comunes, que hacen grande al universo de los videojuegos, y a los grandes creativos del mundillo. Y es que es un juego que no se ajusta a ninguna categoría, y eso es algo que lo hace único y tan extremadamente particular.
Una experiencia que se plantea bajo un caos que se termina por controlar y gozar, donde la variedad de naves y su esencia arcade lo hacen que nos retrotraiga a otros tiempo donde las mecánicas eran realmente originales.
En definitiva, está claro que Kirby Air Riders tiene un objetivo muy claro, el que nos divirtamos, que nos riamos, y que gocemos a todos los niveles de la experiencia, y hasta donde nuestro cuerpo nos pida. Un título único que debéis de darle una oportunidad, porque llegará un momento que os haga click en la cabeza y no queráis separaros de nuestra bola rosa favorita, de sus amigos, y de sus particulares vehículos.





