La terrorífica humanidad
La gente de Catchweight Studio, trae una curiosa y especial experiencia tan arriesgada como fascinante, con la intención de revivir el survival horror clásico, pero llevándolo a un escenario donde no necesitamos monstruos para sentir miedo, la guerra.
Su nombre es Conscript, y con el he experimentado esa incomodidad que solo los juegos que saben exactamente qué tono quieren y pueden provocar son capaces de plantear. Una experiencia que no tira de cinemáticas grandilocuentes ni discursos épicos; solo nosotros, como un soldado francés perdido entre trincheras húmedas, con un fusil tembloroso y la certeza de que la Primera Guerra Mundial, por sí sola, ya es un monstruo lo suficientemente aterrador para crearnos una buena dosis de ansiedad.
| FECHA LANZAMIENTO |
| 23 JULIO 2024 |
| DESARROLLADORA |
| Jordan Mochi Catchweight Studio |
| DISTRIBUIDORA |
| Team 17 |
| PLATAFORMAS |
| PC – XBOX ONE – PS4 – SWITCH – XBOX SX – PS5 |
| VESIÓN ANALIZADA |
| PC |
| VALORACIÓN |
| 8’5 |
¿De que va todo esto?
Entrando en Conscript. Deciros que el juego se plantea bajo las concepciones clásicas de un survival horror con vista cenital, ambientado en la brutal y desgarradora Batalla de Verdún en 1916. En este tomamos el papel de un soldado francés que busca a su hermano desaparecido mientras navega por trincheras laberínticas, edificios ocupados y pueblos en ruinas.
Todo ello bajo una dinámica fácil de entender, explorar áreas interconectadas, donde encontramos recursos escasos, resolvemos acertijos y sobrevivimos a través de combates cuerpo a cuerpo y armas de la época. No hay fantasmas ni criaturas sobrenaturales; la guerra es nuestra principal amenaza.
Los detalles más y menos interesantes
Lo más destacado de Conscript es su dedicación total a la experiencia clásica del survival horror. La gestión del inventario, los rompecabezas que requieren nuestra atención, donde algunos incluso me han obligado a tirar de papel, y el uso limitado de recursos que crean una tensión constante que claramente recuerda a sagas clásicas del género, eso sí con una crudeza histórica que lo hace único.
Un juego muy centrado en los objetos que encontramos. Ya que cada uno de ellos tiene su importancia a la hora de seguir con vida. Y es que desde un cartucho suelto hasta un vendaje improvisado nos pueden salvar la vida o ponernos en una diatriba de si es el momento oportuno de utilizar o no.
Por otro lado, tengo que destacar la dirección artística. Y es que este posee un estilo de pixel art sucio, muy bien ambientado, que junto con la perspectiva cenital y la iluminación que restringe nuestra visión, convierte cada pasillo en una trampa mortal que nos pone de los nervios. Es cierto que los escenarios no son muy variados, lo cual es comprensible en un conflicto lleno de barro, metal y humo, el juego logra sorprendernos por sus entornos ruinosos y plagados de degradación. Respecto al sonido, este nos envuelve con un minimalismo inquietante, donde el sonido de los pasos, las respiraciones entrecortadas, y el eco distante de la artillería, crea un atmósfera genial.
En cuanto al combate, funciona porque es incómodo y torpe, cosa que le da humanidad. Encontrando enemigos que al fin y al cabo son hombres tan agotados como nuestro personaje. Así que golpear, apuntar o recargar tiene un peso torpe que nos transmite más desesperación que poder. Por cierto, la variedad de enemigos es sorprendente para un juego tan compacto, y el detalle de mejorar armas con piezas ocultas nos da un incentivo extra para explorar.
Pero como no todo podía ser perfecto, deciros que lo peor de todo es que hay momentos en los que la lentitud de los controles puede resultar realmente agobiantes y frustrantes, especialmente en espacios reducidos o cuando te enfrentas a grupos de enemigos. Y por otro lado, algunas secciones con ratas suelen romper nuestro ritmo con su ferocidad que ha tenido que ser incluso parcheada.
Conclusiones
En conclusión, Conscript es un survival horror que realmente comprende el género en su esencia, es decir; vulnerabilidad, tensión, exploración y decisiones difíciles. Pero lo que realmente destaca es cómo utiliza la historia real para contarnos algo más humano que monstruoso. No intenta glorificar la guerra ni convertirla en un espectáculo, solo nos quiere sumergir en ella y hacernos sentir su peso.
Una experiencia que adorarán todos los amantes de los survival horror clásicos. Y que seguro que os va a dejar marcado en vuestra mente esa barbarie que tuvo que ser un momento tan horrendo para la humanidad.
