Europa es un título que captura la esencia de lo maravilloso que puede ser el mundo de los videojuegos, a través de una mezcla equilibrada de narrativa visual y una jugabilidad orientada hacia la exploración. Donde desde el primer momento en que comienzas a deambular por los cielos de esta luna terraformada, te das cuenta de que no es simplemente un juego más; es una experiencia envolvente que combina lo poético con lo técnico de manera magistral.

Un título tras el cual se encuentra algún gran nombre de la industria procedente de grandes franquicias. Que nos quiere enamorar a simple vista con su estilo visual inspirado en las películas de Studio Ghibli, además de una preciosa forma de transmitir una historia emotiva con pocas palabras, y que justamente con ellas quiero daros a entender en este análisis todo lo genial que aporta.

Europa es un juego contemplativo, una aventura breve pero profunda en la que tomamos el control de Zee, un joven androide en busca de respuestas, en un mundo donde los humanos ya no existen. Y es que donde antes existía una civilización próspera, ahora todo ha sido consumido por la naturaleza, solo quedando los restos mecánicos de una terraformación que los autómatas jardineros alguna vez llevaron a cabo.

Europa

Un juego donde destaca su capacidad para contar una historia sin recurrir al diálogo excesivo o a escenas cinematográficas exageradas. Fluyendo a través de las páginas de un diario que vamos recolectando, el cual nos revela una narrativa que nos permite comprender qué sucedió en Europa y por qué sus habitantes la abandonaron. Llevándonos a una historia se desenvuelve de manera pausada, permitiéndonos que construyamos nuestra propia interpretación del mundo que nos rodea. Viendo y sintiendo como cada nuevo descubrimiento añade una capa de profundidad y emotividad a los paisajes desolados que se entrelazan con las máquinas de terraformación.

Europa

Desde una perspectiva jugable, Europa no busca complicar al jugador con desafíos mecánicos abrumadores, ni actividades que nos supongan un reto. En su lugar, se centra en la exploración y en resolver puzzles de entorno bastante ligeros, que complementan la experiencia sin restar protagonismo a la atmósfera del juego. Donde tendremos que tener muy en cuenta cómo Zee va equipado con su Zephyr, un aparato que nos permite planear y volar por los diferentes entornos, solo con un límite de combustible, que poco a poco se podremos ir mejorando a medida que encontramos nuevas fuentes de energía. Unas mecánicas de vuelo simples, ágiles y efectivas, que otorgan una sensación de libertad y control total sobre los desplazamientos del personaje.

Europa

Además de volar, como ya os he comentado, el juego incluye pequeñas mecánicas de puzzle, como encender elementos o activar mecanismos para avanzar a nuevas áreas. Estos puzzles nunca llegan a ser intrusivos, ni rompen el ritmo del juego, gracias especialmente a que se integran a la perfección con el entorno, y casi que fluyen y se resuelven por mera observación. Además, me parece súper interesante como actúan como pequeños descansos que permiten nos permite reflexionar sobre el entorno antes de continuar su exploración. Aunque justamente en la exploración hay algún que otro detalle que no termina de convencerme como esas áreas que no podremos acceder por dichosos muros invisibles, hasta que el progreso las abra.

En cuanto al control y el movimiento de Zee, hay que decir que es fluido y muy agradable gracias a su jetpack Zephyr. Una movilidad que se siente casi coreográfica mientras planeamos entre los preciosos entornos con total libertad. Una propuesta profundamente relajante, que nos lleva a deslizarnos entre las ruinas de una civilización perdida mientras la suave banda sonora melancólica acompaña cada movimiento. Logrando capturar una sensación de soledad sin caer en la tristeza, pero si evocando un sentimiento de paz y reflexión, en las no más de tres horas que dura la aventura.

Europa

Por otro lado, algunos de los enemigos o amenazas mecánicas que encontramos, como enjambres de drones o soldados robóticos, pueden sentirse algo desbalanceados. No es tanto su dificultad lo que molesta, sino la manera en que a veces interrumpen el flujo del vuelo o la exploración, generando momentos de frustración cuando te ves detenido por ataques los cuales sinceramente no te terminan de apetecer.

El diseño visual y artístico de Europa es sin duda uno de sus mayores aciertos. Y es que como ya os he comentado este está inspirado claramente en la obra de Studio Ghibli, así que preparaos para un estilo artístico que combina colores cálidos, precioso diseños de personajes, cuidadas animaciones, y preciosos detalles en unos paisajes llenos de personalidad, que nos llevan desde grandes llanuras hasta angostas cuevas.

Europa

Todo ello unido a una banda sonora que tiene un enfoque sutil y delicado. Compuesta por melodías suaves que fluyen en armonía con el entorno, que refuerza esa atmósfera tranquila y contemplativa que caracteriza a Europa. Además muy bien acompañada con sonidos ambientales, como el susurro del viento o el crujir de las estructuras antiguas, añadiendo una capa adicional de inmersión que hace que todo se sienta vivo a pesar de la aparente ausencia de vida humana.

Conclusión

En conclusión, Europa es una joya indie que invita a la introspección. Que es capaz de plasmar una experiencia única que invita a tomarnos nuestro tiempo, a explorar a un ritmo pausado, y a disfrutar de un mundo que, aunque postapocalíptico, está lleno de belleza y esperanza.

Todo ello se acompaña de una preciosa combinación de su dirección artística, una melancólica banda sonora, una preciosa narrativa sin mediar palabras, y unas fluidas mecánicas de vuelo, que lo convierten en un título especial, y una de esas pequeñas joyas que merece la pena ser vivida si tienes algo de corazón.

Código digital proporcionado por Future Friends Games

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