Análisis de Balatro

Ni el propio póker se lo esperaba

Tengo que empezar dejando claro que es este Balatro. Y aunque ya os he dicho que basa todo en el poker, la introducción de bases roguelike y cartas potenciadoras rompen todos los esquemas que tú simple mente sostiene.

Y es que Balatro transforma la mecánica más que conocidas del póker, en una particular experiencia de lo más dinámica e impredecible, bajo variadas concepciones estratégicas y de azar. Donde cada mano de cartas y los variopintos efectos de una serie de comodines, cartas de tarot y otros elementos bastante rocambolescos, alteran drásticamente la forma en que se lleva adelante una puntuación que se toma como objetivo, y que aporta ese concepto roguelike que marca la evolución jugable.

A nivel de mecánicas y conceptos base, tengo que deciros que el corazón de Balatro reside en su peculiar y sabía combinación, y de la suerte, a la hora de construir un mazo de ventajas. Todo ello a la misma vez que planteamos una partida de póker donde la suma de fichas, como ya os he comentado, es lo que nos limita a seguir o no adelante en la partida. Siendo realmente curioso las capacidades de adaptación, y entendimiento de los factores y modificadores que nos hagan avanzar o hacer reiniciar la partida desde cero.

A nivel estructural el juego se divide en rondas que imitan los términos de las apuestas en el póker. Es decir un esquema donde se propone; la ciega pequeña, la ciega grande y el jefe. Donde a medida que progresamos la cantidad de puntos que necesitamos conseguir aumenta, pero aquí es donde entra en juego la toma de decisiones y la creatividad. Viendo cómo en cada partida se irá ofreciendo la oportunidad de modificar tanto las manos como las reglas que las rigen, e incluso saltando esa ronda a cambio de efectos o beneficios que a la larga nos pueda suponer una ventaja importante.

Por cierto, para quienes no estén familiarizados con el póker, el juego ofrece explicaciones rápidas y accesibles sobre las combinaciones de cartas clásicas, de forma muy esquematizada y que deja claro conceptos como un full o escaleras de color, entre otras. Y que como ya os vengo contando no siempre mantendrán el valor y el concepto que nos esperamos. Haciendo que nos nos adaptemos y tomemos diferentes estrategias según la forma de valorar, de puntuar, e incluso de entender los diferentes lastres que determinadas situaciones derramen sobre nuestra mano.

Como ya estáis viendo la clave de todo esto radica en la ingente cantidad de de construcciones de sinergias y estrategias que nos propone el juego. Momento en que entra a colación la tienda. Y es que tras cada ronda, tendremos la oportunidad de visitar una tienda en la que podremos comprar comodines, cartas planetarias , cartas de tarot y otros elementos, esos de los que os vengo hablando desde los inicios de este texto. Y que termina por formar parte pasiva de nuestras partidas, en la que la consecución de monedas va a ser esencial para hacernos con ellas.

Sin lugar a duda Balatro es un juego que no para de sorprendernos, de enseñarnos, y se plantear diferentes caminos hacia un mismo fin. Y es que no solo se trata de jugar bien nuestras cartas, sino de construir un conjunto de habilidades y modificadores que nos permitan multiplicar y ser más eficiente en las puntuaciones de cada una de nuestras jugadas. Planteando un sistema de sinergias y estrategias realmente maravilloso, que nos va a tener enganchados y con gana de volver a jugar y jugar para seguir aprendiendo tras cada caída.

Y es que está claro que detrás de Balatro se esconde muchísimo más de lo que te esperas. Y el tiempo y la paciencia te lo termina mostrando. En esto su aleatoriedad juega una parte importante que nos lleva a querer una y otra partida más. Todo hasta completar su modo campaña y empezar a disfrutar de su modo infinito, o de los diferentes desafíos diarios y partidas predefinidas que aumentan significativamente el tiempo de vida del juego y su rejugabilidad hasta cotas de pura adicción.

A nivel estético, Balatro plasma un estilo retro con bastante carisma y oscura estética, donde una base pixel art, variados efectos y deformaciones, e incluso un filtro de tv de tubo, hacen de esta experiencia algo que visualmente entra mucho por los ojos. Por cierto, que destacar especialmente el buen trabajo que se ha realizado con la interfaz, dejando claro en cada momento como realizar cada acción, donde ver cada característica de una carta o comodín, y tener visible puntuaciones o turnos.

Todo ello con un buen acompañamiento sonoro. Donde una banda sonora inspirada en la electrónica jazz de los años ochenta, que refuerza esta atmósfera algo particular e incluso intrigante de nostalgia moderna, dando un ritmo muy peculiar que nos lleva desde la tranquilidad a la tensión en prácticamente un segundo.

Conclusión

En conclusión, Balatro es una brutal sorpresa y una auténtica joya dentro del género roguelike. Volviendo a demostrar con ello que no todo está inventado, y que cualquier ínfimo detalle mecánico sobre un juego clásico te puede sorprender.

Un juego adictivo a niveles increíbles. Donde Un muy buen concepto de utilización de cartas de diferentes tipos, un sistema de sinergias tremendamente profundo y variado, una increíble aleatoriedad en cada partida que nos dan horas y horas, y una jugabilidad rápida y accesible, convierten a Balatro en una auténtica drogan en la que caer sin remedio.

En definitiva, una joya que tenéis que meter en vuestra vida, especialmente si sois amantes de los roguelike, de las cartas, y de las experiencias innovadoras, diferentes, y llenas de matices que lo hacen único y referente desde ahora en adelante.