Repartiendo lo perdido
En el universo de los videojuegos independientes no dejan de sorprendernos con propuestas fresquitas, que fusionan los géneros y mecánicas. Entre ellas una de las que más moda están son las que se nos plantean en este Lost But Found, el juego desarrollado por Rogue Duck Interactive.
Y es que este llega en acceso anticipado poniendo sobre la mesa una curiosa mezcla de simulación de trabajo y búsqueda de objetos ocultos, que nos lleva al corazón del departamento de objetos perdidos de un aeropuerto.
Una propuesta que ya posee una base más que solida, y que tras la apariencia de un juego sencillo, rápidamente revela una buena dosis de capas de complejidad y dinamismo que lo convierten en una experiencia singular, y que puede pasar de ser relajante a ponerte de los nervios.
FECHA LANZAMIENTO |
25 NOVIEMBRE 2024 |
DESARROLLADORA |
Rogue Duck Interactive |
DISTRIBUIDORA |
Rogue Duck Interactive |
PLATAFORMAS |
PC |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
7 |

¿De que va todo esto?
Como ya os digo, en Lost But Found, encarnamos a un oficial encargado de gestionar los objetos olvidados en un aeropuerto. Llevándonos a una mecánica principal que consiste en organizar, identificar y devolver pertenencias a los pasajeros. Pero curiosamente lo que podría ser un simple trámite administrativo, se transforma en un reto lleno de tensión y decisiones éticas. ¿Devolverás cada artículo a su legítimo dueño o sucumbirás a la tentación de vender objetos valiosos en el mercado negro? Una dualidad que hemos podido disfrutar ya en otros título bajo conceptos similares, donde sumada a una narrativa económica que te obliga a enviar dinero a tu familia mientras saldas una deuda bancaria, le da al juego un trasfondo social y personal que lo eleva más allá de ser un simple pasatiempo.

Los detalles más interesantes
Entrando en la parte jugable. Deciros que la base principal del juego se desarrolla sobre una mesa, donde los objetos perdidos llegan constantemente a través de una cinta transportadora. Esto nos lleva a turnos que duran tres minutos. Tiempo en el cual debemos colocar, organizar y entregar los artículos correctos a los clientes que llegan con demandas específicas.

Un sistema aparentemente sencillo se complica rápidamente con la llegada de nuevos elementos, clientes, pequeños minijuegos, y un buen número de situaciones que nos ponen en apuros y bajo un impactante estrés.
Por un lado, están los clientes y su imprevisibilidad. Y es que los pasajeros tienen exigencias detalladas. No basta con entregar un peine, sino que debe ser el peine de madera, ya que es el que nos piden específicamente. Así que si nos equivocamos se nos penaliza, y si estas penalizaciones se acumulan terminamos por perder el trabajo. Cosa a lo que no ayuda que haya ciertos personajes como ladrones, oficiales de seguridad o comerciantes del mercado negro, que introducen variedad, obligándonos a reaccionar rápidamente.

Siendo curioso como el juego ofrece cuatro niveles de dificultad que se adaptan tanto a jugadores casuales como a aquellos que buscan un desafío mucho más estresante e intenso. Cosa que se ve reflejada en una experiencia inicial que puede parecer repetitiva, pero que con la incorporación gradual de nuevas mecánicas, personajes y niveles más complicados mantiene el ritmo y el interés.
Aquí entran los minijuegos y otros detalles adicionales. Y es que algunos objetos traen consigo minijuegos, como limpiar ropas o desactivar maletines sospechosos, cosa añaden variedad y un respiro entre la presión de los turnos. También puedes recolectar pegatinas pegadas en algunos artículos, lo que añade un toque de lo más atractivo si nos va el coleccionismo.

Por último, tampoco quiero dejar a un lado, la parte de la ciudad, de los mercados negros, de las tiendas de mejoras, e incluso del nuestra propia casa. Lugar que visitamos tras cada día de trabajo, y que nos da la posibilidad de comprar herramientas y ampliaciones, objetos para calmar a los clientes impacientes, quitar parte de nuestra hipoteca, y como no, llevar el dinero a casa para que nuestra familia pueda subsistir.

En términos gráficos, Lost But Found presenta un estilo caricaturesco que, aunque minimalista, es perfectamente funcional. Este aporta claridad en los objetos y añade una buena interfaz que es crucial para un juego tan dependiente del reconocimiento visual. Haciendo que cada elemento sea distinguibles, entre la cantidad ingente de elementos que nos iremos encontrando. Por otro lado, la banda sonora, por su parte, combina melodías de jazz relajante, que se acompaña de efectos sonoros que adorna la interacción con los objetos y da ambiente al trabajo. Todo ello bajo unos textos en español que debería de ser revisados en ciertos aspectos, al igual que pasa con el arrastre y control de los elementos, los cuales se me hace algo impreciso.



Conclusión
En definitiva, Lost But Found es un muy divertido simulador de trabajo y de vida. El cual sabe transformar una premisa básica en una experiencia adictiva y entretenida. Consiguiendo una agradable combinación de mecánicas intuitivas, dilemas morales y una progresión estratégica que lo convierten en un título que merece la atención de cualquier amante de los videojuegos independientes.
Si se lograra rectificar los problemillas que tiene sería una gran experiencia. Pero de momento se queda en un notorio juego para los interesados en los retos organizativos y la toma de decisiones rápidas, que seguro os hace pasar las horas muertas en un trabajo que no esperabais que fuese tan adictivo.
