Llega el momento de la velocidad y el vértigo, llega el momento de traeros el análisis de Star Overdrive. Lo nuevo de Caracal Games propone una odisea intergaláctica, para ponernos encima de una tabla deslizadora, y explorar con toda libertad un planeta lleno de secretos, aventuras, y puzles.

Una propuesta realmente fresca, ágil, divertida, enérgica y repleta de estilo. Con unas bases sólidas y llena de ambición, propone una experiencia que sorprende y sabe meterte muy dentro de su rollo, pero con ciertos matices que os quiero contar.

La experiencia gira en torno a BIOS, el protagonista de la aventura, el cual llega al planeta Cebete tras interceptar una señal de socorro de su pareja desaparecida, NOUS. Momento en el que la trama se convierte en una excusa funcional para dar rienda suelta a la verdadera estrella del juego, el desplazamiento a toda velocidad sobre nuestra tabla deslizadora.

Este vehículo no solo es el eje de la movilidad, sino también el núcleo jugable del título. Su control resulta accesible, ágil, preciso y fluido, y permite ejecutar toda clase de piruetas y trucos que recargan el impulso para recorrer los vastos entornos a toda velocidad y con mucho arte. Cosa que nos lleva a conocer los variados biomas de Cebete, los cuales se notan que están diseñados como auténticos parques de skate, repletos de rampas, laderas, y demás objetos dispuestos para disfrutar de nuestra tabla.

Análisis de Star Overdrive

Junto a esta tabla, está el keytar, una curiosa especie de guitarra-teclado futurista, la cual cumple la función, por un lado, de arma en combate, y por otro como herramienta para desbloquear poderes. Estos últimos son habilidades que alteran las reglas físicas del entorno, como mover objetos, enlazar estructuras o generar plataformas temporales, y que se hacen muy interesantes cuando se integran en los combates, en los diferentes puzzles de entorno, o en la propia exploración.

Por cierto, aquí entra la parte de la progresión dentro del juego. Viendo como esta se apoya en un sistema de recolección de recursos y mejoras, donde es posible personalizar y potenciar el rendimiento y el aspecto de nuestra tabla. Aquí entran con fuerza el concepto mazmorrero que posee el juego, momento en el que todo se vuelve más pausado, y comienza a centrarse en el plataformeo y los puzles. Momentos en el que se nos da un respiro, dejándonos más tiempo para experimentar, eso sí, sin dejar a un lado los clásicos objetivos narrativos.

Análisis de Star Overdrive

Sin duda, lo más llamativo de este Star Overdrive, es la sensación de libertad que transmite el desplazamiento en nuestra tabla deslizadora. Y es que navegar a toda velocidad por un mundo abierto es una delicia que nos lleva a saltos imposibles y piruetas brutales. Todo ello bien adaptado para disfrute del entorno, donde desde dunas que impulsan, hasta superficies que exigen precisión, o rutas ocultas, el juego te deja claro que le gusta que te muevas e investigues.

Análisis de Star Overdrive

Por otro lado, me ha parecido interesante la implementación de los poderes. Donde me sorprende lo bien escalonados y progresivos que pueden llegar a ser. Integrándose perfectamente con el avance de la aventura. Siendo especialmente llamativo como se entrelazan con los puzzles, con esa combinación de habilidades, y con los entornos, creando en general una sobresaliente experiencia de forma muy orgánica.

Análisis de Star Overdrive

En lo que respecta al apartado visual, aunque modesto, destaca por su precioso diseño artístico. Un juego en el que no busca ser realista, sino saber expresar y transmitir la atmósfera y el mundo que nos rodea. Todo ello muy bien acompañado música electrónica que da ritmo y sentido a la acción, y refuerza el tono entre lo psicodélico y lo retrofuturista que aporta una identidad muy marcada al juego.

Análisis de Star Overdrive

Por desgracia, el combate, es un punto que no me ha terminado de entrar, e incluso me ha parecido torpe y poco preciso, pese a que tiene unas bases interesantes. Y es que, aunque luchar con una guitarra que canaliza poderes mola mucho, hay que reconocer que las mecánicas de acción no están pulidas. Además, la variedad de enemigos es limitada y su comportamiento bastante predecible. Incluso en los jefes, que aunque su diseño llama mucho la atención, a la hora de la verdad los combates son un poco anodinos.

Análisis de Star Overdrive

Respecto a la estructura del mundo abierto, este presenta algunos problemas de ritmo. Encontrado zonas que penalizan innecesariamente la velocidad, lugares de plataformeo algo incoherentes, y unas secciones de agua poco satisfactorias. Por lo que respecta al desplazamiento a pie, es lento e incluso agobiante, por lo que esas secciones toca bastante la moral.

Por último, y siendo algo quisquilloso, me he encontrado con algunas decisiones de diseño discutibles, como la falta de puntos de control consistentes en algunos desafíos o la implementación poco intuitiva de ciertas habilidades. Pero a las que nos terminaremos acostumbrado.

Análisis de Star Overdrive

En definitiva, Star Overdrive es una aventura valiente y llena de personalidad, que sabe dejar claro desde el primer minuto esa apuesta por la fusión entre velocidad, ritmo y exploración. Destacando especialmente esos momentos donde logra capturar la magia y el estilazo que supone el movimiento libre y la sorpresa constante. Siempre teniendo en cuenta las limitaciones técnicas y estructurales de una producción modesta, que intenta abarcar mucho, cosa que es de alabar las buenas ideas y el talento del estudio.

Así que quien busque una experiencia distinta, frenética, llena de buenas ideas, y ante todo, tenga ganas de surfear un planeta a toda velocidad, no debe de dejar pasar la experiencia que aporta este particular Star Overdrive.

Código digital proporcionado por Jesús Fabre PR

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