Que grata sorpresa me he llevado con esta aventura desarrollada por el estudio brasileño, Rogue Snail. Y es que Hell Clock, es una de esas propuesta que no te esperabas, y que te terminas topando con unos de esos juegos que te atrapan en su sobresalientes garras jugables, que no te deja salir de su influjo hasta que no acabas con él.

Y es que desde el primer instante, Hell Clock se siente que no es un roguelike cualquiera en muchos de sus conceptos jugables, y ante todo ambientales, proporcionando una obra que se nutre de un oscuro capítulo de la historia de Brasil, la Guerra de Canudos, transformándolo en un viaje de sangre, memoria y resistencia, que hace que tan solo al comenzar la partida, experimentemos una sensación de curiosidad por lo que está sucediendo ante nuestros ojos, y que nos lleva a una experiencia jugable, donde no solo estamos eliminando todo tipo de monstruos, sino que además estamos caminando sobre un eco del pasado que no conocía.

En Hell Clock, tomamos el papel de Pajeú, un guerrero resucitado con un único objetivo, rescatar el alma de su mentor y vengar la masacre que devastó su pueblo. Clara y concisa, pero ciertamente llena de trasfondo tanto cultural como emocional.

Análisis de Hell Clock

Y es que el juego combina dos elementos clave; por un lado la acción frenética de los juegos de acción y rol, por otro lado, lo imprevisible de los roguelike. Todo ello se traduce en un juego con unos combates intensos, un montón de botines, y esa necesidad de improvisar tus equipos y habilidades en cada momento.

Especialmente quiero destacar la ambientación, ya que es pura fantasía oscura. Donde escenarios infernales y enemigos que parecen sacados de una pesadilla, se entrelazan en un contexto histórico muy particular, la brutal represión de Canudos a finales del siglo XIX.

Análisis de Hell Clock

Como ya os he comentado, lo primero que me llamó la atención fue la ambientación. Y es que no todos los días un estudio se atreve a llevar un conflicto histórico real a un juego de acción, y menos con tanta fuerza visual. El diseño de los enemigos, los paisajes teñidos de rojo y las reliquias llenas de simbolismo convierten cada descenso en algo más que una simple partida, y es que casi se siente como un ritual. Siendo muy curioso, y dando mucha autenticidad el hecho de que los diálogos estén doblados en portugués brasileño.

Análisis de Hell Clock

En cuanto a la jugabilidad, la variedad de habilidades y potenciadores es sin duda su gran punto fuerte. Y es que podemos optar por el cuerpo a cuerpo con cuchillos rápidos, disparar desde lejos con tu revólver, o usar habilidades que transforman la pantalla en un caos de fuego, rayos y explosiones. Aquí entra un sistema de reliquias y bendiciones que amplía las combinaciones posibles, lo que hace que cada partida sea única y realmente emocionante. Destacado el que se conoce como modo relaxed, el cual permite quitar la presión del reloj infernal, una mecánica que aporta mucha tensión y agobio, y centrarse en la historia, algo que realmente apreciaran aquellos que no quieren tener una experiencia muy sufrida, como es en base.

Análisis de Hell Clock

Eso sí, detalles como que la historia, que comienza con mucha fuerza, se va desvaneciendo poco a poco, quedando en un segundo plano frente a la acción. Sentí que la riqueza del trasfondo histórico podría haberse explotado más, especialmente en los capítulos finales, donde la narrativa parece rendirse para dar paso a la pura carnicería. También, aunque el combate es divertido y espectacular, a veces se siente un poco básico, no siempre exigiendo la precisión o el nivel táctico que el género puede aportar en otras experiencias, y aunque el frenetismo es adictivo, tras varias horas se nota la repetitividad clásica del género.

En conclusión, deciros que Hell Clock me ha dejado con la sensación de haber jugado algo realmente especial y muy divertido. Siendo su mayor logro es haber sabido combinar un conflicto histórico real con una jugabilidad que es pura droga, algo que no se encuentra todos los días.

Sin dudarlo Rogue Snail ha hecho una apuesta valiente, y aunque el guion no siempre mantiene la misma intensidad que al principio, la variedad de habilidades, equipos, reliquias y modos de dificultad garantizan horas de diversión.

Así que si sois fans de los roguelike con toque rolero, llenos de acción, y con un trasfondo diferente al típico mundo de fantasía, Hell Clock es una experiencia que vale mucho la pena, aunque en este infierno, el tiempo nunca está de tu lado.

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