El monopolio es un fenómeno muy malo para los consumidores y esto se corrobora por todo lo que hemos podido ver a raíz de la rebaja de precio de la consola portátil de Nintendo. Y es que eso de creerse único en el mundo y ser exclusivo (al más puro estilo Apple) al final acaba trayendo problemas y nuestra gran N se ha dado cuenta por las malas.

La drástica rebaja de precio de 3DS ha hecho despegar las ventas de la consola hasta un nivel similar al de su lanzamiento, evidentemente ante la inminente llegada al mercado de PlayStation Vita el próximo año. La recepción de su nueva consola no fue la esperada, quizás porque se parece demasiado a su predecesora (cosa que no sucedía con GameBoy –> GameBoy Advance –> Nintendo DS) lo que ha confundido a consumidores creyendo que es una nueva actualización de la DS o por el precio de salida o por el pobre catálogo de inicio frente al que se nos vendió. Seguramente sea una combinación de todos ellos y de otros más que no hemos mencionado, pero sea como fuere, Nintendo ha tenido que hacer lo que nunca hace: bajar el precio.

Y eso que nos encontramos a las puertas de la salida al mercado de la nueva consola de sobremesa de la compañía veterana, la nueva Wii U. ¿Es que entonces Nintendo le tiene miedo a lo que pueda ocurrir con su nueva consola? Si nos paramos un poquito a analizar veremos que Wii U cuenta exactamente con los mismos errores (o aciertos, el tiempo nos lo dirá) que su hermana pequeña. Es una consola muy similar a su predecesora, la Wii, tanto en nombre como en forma. Incluso los periféricos son los mismos y pueden usarse los que ya usábamos con la Wii (quizás para justificar el precio al que saldrá, quién sabe).

Esto, unido a la pésima presentación de la consola en el E3, en donde sólo se mostró el mando y sus funcionalidades, y a la aparición de la nueva versión de Wii en el mercado antes de navidades, ha creado muchos cacaos mentales en las cabezas de los consumidores más despistadosa los que, como todos sabemos, Nintendo le tiene últimamente un especial aprecio.

¿Qué pasará entonces con Wii U? Hay tres panoramas posibles. O le sale bien, o le sale mal o ni fu ni fa. En dos de ellos, Nintendo se encontraría  en clara desventaja con respecto a sus competidores y sólo en uno de ellos seguiría como líder del mercado de las consolas. Son muchos riesgos para la compañía nipona que actualmente no cuenta con el apoyo de las distribuidoras con Wii U, por lo que ha optado por atacar con su armamento pesado: Mario.

Es cierto que Nintendo siempre suele ser la que más innova, la que marca el ritmo en muchos aspectos de jugabilidad pero ¿se ha dormido en los laureles? ¿Es el 3D sin gafas un elemento lo suficientemente innovador para una nueva consola portátil? ¿Es realmente funcional el nuevo mando de Wii U? Todo esto son preguntas que no tendrán respuesta antes de que aparezcan PS Vita y Wii U pero es evidente que no somos los únicos que nos las hacemos ya que Sony ha decidido bajar los precios de sus consolas y Microsoft ataca fuerte con Kinect. Puede que Nintendo esté de capa caida, pero sigue siendo Nintendo.

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