Un viaje hacia la paz
Es siempre irresistible para mi persona el ver un juego de samuráis y no querer acercarme sin miramiento alguno a probar la experiencia. Y claro, al ver el el debut de Point N’ Sheep, con este Bloodless, es su particular concepción retro pixelada del género, no me ha quedado otra que meterme de lleno en él.
Y cual ha sido mi sorpresa que dentro de un genero que normalmente suele centrarse en la ntrarse en la violencia y los combates a muerte, Bloodless presenta una historia de redención y pacifismo. Aunque toma el concepto de un ronin que busca redimirse, lo cual no es del todo novedoso, lo que hace diferente a este juego es la eliminación total del combate mortal.
Así que dejaros llevar por las siguientes líneas donde un sistema de combate que premia la destreza y el ingenio, en el papel de un samurái desarmando que sorprendentemente nos lleva a no derramar ni una sola gota de sangre.

¿De que va todo esto?
La trama de Bloodless sigue a Tomoe, una samurái que, tras años de servir en guerras brutales, decide dejar atrás la violencia. Y es que cansada del derramamiento de sangre, y afectada por los horrores que ha presenciado y perpetrado, Tomoe regresa a su hogar con el objetivo de derrocar a un shogún tirano, Akechi, quien ha sometido su tierra con brutalidad. Sin embargo, su retorno no solo implica enfrentarse a un cruento opresor, sino también a los fantasmas de su propio pasado.

Los detalles más interesantes
Una aventura donde nuestra protagonista decide en lugar de levantar nuevamente una espada, opta por una forma distinta de combate, desarmar y derrotar a sus enemigos sin causarles daño mortal. Un enfoque de lo más pacifista, donde se centra la narrativa de Bloodless, y aunque podría parecer que limita las posibilidades del combate, en realidad lo convierte en algo mucho más táctico, original, e interesante.

Todo ello nos lleva a una cuidada evolución de Tomoe como personaje. Mostrando el camino desde una guerrera sedienta de sangre hasta una concienciada pacifista, todo de forma muy natural y bien integrada en la jugabilidad. Y aunque la historia no es la más revolucionaria, logra mantener el interés abordando temas personales como el arrepentimiento, la redención y el conflicto interno, que humanizada mucho a nuestra samurai.
A primera vista, podría parecer un juego más centrado en el bloqueo y la esquiva, como muchos otros títulos actuales de combate. Sin embargo, Bloodless va más allá de esa mecánica, ya que enfrentamientos no solo se basan en desviar ataques, sino en leer y estudiar cuidadosamente los patrones de los enemigos y anticiparnos a sus movimientos. Y es que cada enemigo emite señales visuales sutiles que indican si es mejor esquivar, o si es posible lanzar un contraataque, lo que implicará el lanzarnos hacia el enemigo justo cuando ataca desarmándolo de manera efectiva, momento en el que solo le va a quedar. Un concepto este de desarmar al enemigos que le da mucho ritmo a la acción. Creándose enfrentamientos rápidos y precisos, que nos lleva a una dificultad muy bien medida y bastante justa incluso si cometemos errores. Haciendo que en no más de cinco horas hallamos acabado la aventura.

Como puntos curiosos os tengo que hablar de los ataques de ki de Tomoe. Que están muy bien justificados narrativamente añadiendo ciertos matices que chocan con la la premisa pacifista del juego. Y por otro lado de los enemigos, los cuales aportan un diseño lo suficientemente variado para mantener la frescura en cada encuentro, aunque en el tramo final del juego puedan volverse algo repetitivos.

Más allá del combate, Bloodless introduce algunos elementos interesantes en su jugabilidad. Uno de los más destacados es la calabaza de té de Tomoe, que funciona como un objeto de curación y mejora. Objeto que cuando estemos en los puntos de guardado, podremos llenarla con diferentes ingredientes que nos otorgarán diversos beneficios, como curación o resistencia adicional. Aunque ciertamente la vamos a utilizar mucho más como opción curativa que como potenciadora.
A esto si hay que unirle que el juego cuenta con un sistema de emblemas que permite personalizar las habilidades de Tomoe. Unos emblemas pueden cambiar radicalmente la forma de jugar. Tocando especialmente matices jugables como el consumo de resistencia al esquivar, o el sistema de combos. Y aunque no son variado, terminan por dar ese toque de personalización a nuestras chica samurái.

Sin lugar a duda, uno de los aspectos más llamativos de Bloodless es su apartado visual. Y es que la estética pixelada retro del juego, que mezcla elementos clásicos con un diseño moderno, le otorga una personalidad única. Todo dominado por una paleta de colores oscuras, donde los efectos de luces y sombras crean un contraste visual precioso. Los sprites de los personajes, aunque pequeños y estilizados, transmiten una sorprendente cantidad de personalidad, y unas notorias animaciones. Eso sí, ese diseño puede llevar a la confusión visual en ciertos momentos. Todo ello adornado con una magnifica ambientación, una sonoridad muy cuidada, y un apartado musical que encaja a la perfección con la estética y el lugar que representa.



Conclusión
En conclusión, Bloodless es un título que logra ofrecer una experiencia única en un género saturado de violencia. Y es que me ha parecido genial como centra su jugabilidad en el “no combate”, y como plantea esa narrativa de redención. Aportando un matiz que hace que el se siente diferente a otros títulos de samuráis.
Un juego que mecánicamente es muy satisfactorio, que trata una historia que logra mantener el interés, y un apartado visual, aunque simple, tiene un encanto nostálgico con mucha personalidad. Todo ello demuestracomo posible crear un juego de acción centrado en la paz. Siendo un título que recomendaría a quienes busquen una experiencia diferente en los juegos de peleas, especialmente si disfrutan del universo de los samuráis, porque sin lugar a duda les va a sorprender.
