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Ya al final de mi vida de pecador, mientras espero el momento de perderme en el abismo sin fondo de la divinidad desierta y silenciosa; en esta celda de mi querido monasterio de Melk, donde aun me retiene mi cuerpo pesado y enfermo, me dispongo a dejar constancia en este pergamino de los hechos asombrosos y terribles que me fue dado presenciar en mi juventud… El Señor me concede la gracia de dar fiel testimonio de los acontecimientos que se produjeron en la abadía cuyo nombre incluso conviene ahora cubrir con un piadoso manto de silencio; hacia finales de 1327, cuando mi padre decidió que acompañara a fray Guillermo de Occam, sabio franciscano que estaba a punto de iniciar una misión en el desempeño de la cual tocaría muchas ciudades famosas y abadías antiquísimas. Así fue como me convertí al mismo tiempo en su amanuense y discípulo; y no tuve que arrepentirme, porque con el fui testigo de acontecimientos dignos de ser registrados, para memoria de los que vengan después… Así, mientras con los días iba conociendo mejor a mi maestro, llegamos a las faldas del monte donde se levantaba la abadía. Y ya es hora de que, como nosotros entonces, a ella se acerque mi relato, y ojalá mi mano no tiemble cuando me dispongo a narrar lo que sucedió después.

De esta forma comienza el que es para mucho el mejor juego que se ha creado en la historia del soft español y sin lugar a duda uno de los mejores de la época de los 8bits. Hablo sin lugar a duda de La Abadía del Crimen creado por Paco Menéndez y Juan Delcán, y distribuido por la compañía Opera Soft.

Basado en el libro de Umberto Ecco, El nombre de la Rosa, del cual no pudieron conseguir su licencia, tras hablar con el representante de Ecco, del cual nunca llego una confirmación definitiva, por lo cual fue tomado como un no, y decidieron seguir con el proyecto adelante sin la licencia oficial.

¿Pero que diferencio a La Abadía del Crimen, del resto de videojuegos de la época? Pues sin lugar a duda su ambientación, su guion y su tener que quebrarse los sesos pera resolver algunas situaciones, algo que no era común en esa época, ya que la mayoría de los juegos se encarrilaban más hacia la habilidad. También he de destacar la libertad que te daba el juego, pudiendo explorar cualquier rincón del extenso mapa de la abadía. Otra de los detalles que hacían grande al juego era la sensación de vida que la abadía te hacía sentir, ya que los monjes fuera de las horas de los oficios deambulaban con total libertad por las estancias realizando sus tareas diarias.

Y sin lugar a duda otro de los apartados que sorprendió, fue su apartado técnico. Un apartado grafico en perspectiva isométrica y con una cantidad de detalles poco usuales en la época. Con lo cual vemos con que cariño y dedicación se emplearon a la hora de su creación. En otra cosa que destacó, fue en su banda sonora, aunque algo repetitiva, es una de esas musiquillas (Midi) que recuerdas el resto de tu vida y la asocias rápidamente con el juego.

Pasando a la historia, en este juego, nos ponemos en el papel de un monje de la orden de los franciscanos de nombre Guillermo de Occam y de su joven discípulo Adson, los cuales son llamados por el Abad de la Abadía de Melk para que intenten resolver una serie de misteriosos asesinatos que se están dando en la abadía, antes de que llegue Bernardo Güi, un cruel representante de la Santa Inquisición.

La historia se desarrolla en siete intensos días, en los cuales a parte de nuestras labores de investigación, también tendremos que realizar nuestros deberes como monje, los cuales se dividen en los siete actos canónicos de los oficios de las órdenes religiosas; noche, prima, tercia, sexta, vísperas y completas. A los cuales sin escusa alguna uno no puede dejar de asistir. En el juego curiosamente existía una barra llamada Obseqium, la cual descendía si realizaba actos leves o la no asistencia a algún oficio o un acto grave, el cual causaba automáticamente la expulsión de la abadía y con ello el fin del juego.

Version Amstrad Cpc

Vesrion Spectrum 128

Version Msx

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A lo largo de los siete días, descubriremos cientos de misterios, personajes de todo tipo, traiciones, objetos los cuales podremos utilizar (siempre recordaremos esas míticas lentes) sospechas, puzles y acertijos, y ciento de situaciones hasta conseguir descubrir el autor de los hechos y su modus operandis. Todo esto y más hacen de este juego una autentica joya.

La Abadía del Crimen, fue lanzada por Opera Soft, en 1987 y desarrollado para las siguientes plataformas de la época: Spectrum 128kb, Amstrad Cpc 464/664 (una edición recortada ya que el sistema era de 64kb), Amstrad Cpc 6128 en formato floppy disc (la plataforma que fue cogida como base de programación para el juego) y en MSX.

Posteriormente aparecieron alguna versión revida en Pc, MSX 2, Game Boy Advance e incluso una versión para móvil.

Sus éxitos entre los medios especializados fueron rotundos, cosechando premios a lo largo de todo el continente y una criticas no vistas en casi ningún juego de esa época. Y una acogida entre el público que fue genial.

Actualmente existen una comunidad de usuario que continua manteniendo la leyenda con vida mediante un remake de la versión 8bit del juego para Pc, cuya dirección es http://www.abadiadelcrimen.com, la cual os la recomiendo, ya que es juego que ninguna persona que se reconozca amante de los videojuegos ha de dejar cuanto menos de probar.

Sin lugar a duda hay juegos que marcan una época, una generación e incluso la industria de un país, pues La Abadía del Crimen sin dudarlo es el juego más influyente en todos estos aspectos en este país. Gracias Paco Menéndez (que en paz descanse) y Juan Delcán, por crear lo que creasteis.

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