¿Qué más se puede pedir a un videojuego si es capaz de mezclar drones, viajes espaciales, patatas y rusos?
Y es que Kosmokrats es una de los juegos de puzles más irreverentes y alocadas que me he encontrado en los últimos tiempos en cuanto a argumentación y ambientación se refiere. Y es que la buena gente del estudio independiente, bajo el sello de Modern Wolf, se han sacado de la manga esta utopía roja en forma de puzle, que me ha dado unos buenos ratos jugables y, ante todo, muchas risas.
| Fecha de lanzamiento | 5 NOVIEMBRE 2020 |
| Desarrolladora | Pixel Delusion |
| Distribuidora | Modern Wolf |
| Plataformas | PC |
| Versión Analizada | PC |
| Idiomas Voces/Texto | INGLÉS/ESPAÑOL |
| Número de jugadores | 1 |
httpv://www.youtube.com/watch?v=na4QEHfz5Po
NOTA: 7
Hablaros de Kosmokrats es hablaros de una aventura con ciertos toques narrativos, pero que toma como base principal unos puzles con físicas gravitatorias realmente interesante, aunque no demasiado innovadores, pero que consigue mezclarse con un universo muy particular, una evolución en cada misión bastante divertida, y en general unas sensaciones de estar constantemente evolucionando dentro de una historia y un mundo que se ríe de todo lo que lo rodea, e incluso de nosotros.
Y es que justamente lo que logra este juego es el ser capaz de darle sentido a cada parte de puzle, intercalando esas secciones donde hablar con los particulares personajes nos lleva a lo largo y ancho de una curiosa aventura que enlaza perfectamente con esa jugabilidad. Tanto, que habrá hasta tomas de decisiones en medio de un puzle, que nos llevarán por otros derroteros de la historia, y con ello, la interesante rejugabilidad que eso conlleva.
Llega el momento de entrar en esos curiosos puzles que nos plantea. Con una buena cantidad de matices, que como ya os digo, pese a no ser muy novedosos en base, si es cierto que esos puntos que os comento los llenan de interés y de buenas intenciones.
Y es que en esto puzles controlamos un dron desde nuestro centro de mando. Con el que tendremos que empujar y arrastrar diferentes módulos espaciales que posee zonas que pueden ser conectadas entre ellas mediante magnetismo, siempre con sumo cuidado para no dañar los módulos y los diferentes almacenes de patas que llevan. Unos módulos cuadriculados con formas bastante variadas, que nos llevan a pensar bastante bien como ensamblarlos para que podamos dar margen a ensamblar los posteriores. Y todo ello con unas físicas bien cuidadas, donde las inercias puedes jugar a nuestro favor, pero también en nuestra contra. Y donde, si es cierto, que he encontrado ciertos fallos, como puede ser que se queden atoradas las naves y tengamos que “reiniciar la partida”, cosa que seguro que le cuesta la vida a nuestros astronautas y al material que trasportan.
Eso sí, no todo será tranquilidad y pensar con parsimonia, ya que el entorno nos la jugará constantemente con diferentes factores que dañe las naves, y que nos aumentarán el estado de estrés a niveles bastante altos. Sin contar lo que estresan los siempre desagradables y humorísticos amigos que casi que narra nuestro trabajo.
Curiosamente nos encontramos con otros momentos jugables que se irán entremetiendo a lo largo de la aventura, y que nos lleva desde controlar la gran mesa de mando, hasta pelar patatas… si eso, pelar patatas. Así que iros preparando para encontraros algunas divertidas sorpresas.
A nivel de dificultad no es un juego especialmente difícil, aunque de ello va a depender mucho hasta que punto queramos intervenir en la narrativa o en los diferentes retos que nos platean. Además, que adaptarse a las físicas no es del todo sencillo, por lo que tendréis que darle algo de tiempo.
A nivel técnico es un juego bastante especial. Con un diseño artístico muy particular en las escenas narrativas, donde parece que estemos jugando a un juego de años atrás donde el 3D estaba en pañales, y un concepto más generalista bidimensional en la parte de los puzles, en el que destaco el buen trabajo con efectos lumínicos y partículas.
La parte sonora es muy divertida. Y es que se mezcla ese tomo soviético totalmente alocado tanto en su música, como en su ambientación con esos tintes espaciales bélicos que nos permiten entras un poco más de lleno en esta guerra galáctica hecha puzles.
Por cierto, el juego llega en con textos en español, cosa que agradezco.
En definitiva, deciros que me lo he pasado muy bien, y me he divertido mucho con este soviético juego de puzles, con su ambientación, con su variada y curiosa narrativa, y en general, con unos puzles bien montados y con buenos acabados en todos sus sentidos.
Un juego que seguramente atraiga a los amantes de los puzles de físicas, y que les llegará a sorprender en ciertos aspectos, y ante todo le hará pasar una buena cantidad de horas entre risas y absurdeces rusas variadas.
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