Cosas por las que Sonic mola más… …. (que Mario)

Los erizos han sido siempre una especie digna de admirar (léase con acento de APM). Tenemos grandes erizos en la historia de la humanidad. Todos hemos conocido a Espinete, ese magnífico ser que dormía con pijama, pero, que se desnudaba para salir a la calle. Qué tiempos aquellos…
Pero si hay algún erizo que merece la pena ser nombrado y que muchos conocimos, conocemos y conoceremos, ese, queridos píxeles, es Sonic, el erizo. O the hedgehog, si lo preferís, ya puestos.
Y es que, pese a ser bastante más pequeño que su pariente, Espinete (y un poco menos hortera, todo sea dicho), nuestro amigo le gana con creces al grande. Pero no sólo a él, sino a todos aquellos que osan interponerse en su camino (y ya me salió la vena Slayers…) y muy en concreto con aquel ser que osó intentar enfrentarle.
Hablamos, cómo no, de Mario. Y hablamos, cómo no, de esa época oscura, siniestra y sangrienta en la que las madres vivían atemorizadas a que sus hijos se cruzasen con un vecino seguidor de otra consola. Aquella época en la que los colegios no se divídían por chicos y chicas, sino por segueros y nintenderos. Aquella época, píxeles, en la que me crié.
Como regalo de cumpleaños de Sonic os traigo algunos de los motivos (entre los más de millones) por los que Sonic mola MÁS.

 

Nota: se trata de un artículo de humor, en ningún momento se pretende ofender a nadie ni nada. Simplemente, echarnos unas risas con las locas ocurrencias de este redactor.

Bueno, analicemos la situación. Sonic, de por sí, no necesita nada más. Como mucho, algún que otro anillo, pero ya está. Pero Mario… Mario es un medio moco que para “crecer” necesita tomar unas setas de colores… O para para lanzar fuego, debe de conseguir flores fosforitas en medio de un mundo donde todo tiene cara y sonríe… yo no quiero decir nada, pero es, cuanto menos, inquietante.
Vamos, que si a un lado del ring tenemos a un fontanero vestido de rojo y azul, con una más que cuestionable adicción a las “setas” de colores, y al otro, a un erizo con zapatillas, al más puro estilo gato con botas, pero a lo divertido, yo no sé tú, pero creo que, por muy radiactivo, anómalo y extraño que pueda parecer un erizo a dos patas… la otra imagen es un poco bizarra.

Es que me cuesta extenderme en estas cosas, píxeles, porque poco puedo decir con esto. Vamos a ver, Sonic es capaz de convertirse en un todopoderoso erizo dorado con capacidad para volar, respirar por el espacio exterior, inmune a todo tipo de ataques, súper velocidad y súper fuerza…. vamos, que solo le falta hacer genkidamas y kamehamehas.
Pero Mario… se convierte en… nada. Es decir, sí, puede ser un fontanero al que le ponen un traje blanco en vez de rojo, o le salen cola y orejas y planea… pero… ya está. Como mucho, esa estrellita que le dura segundos y que aparece de la nada.
Sonic tiene que currárselo, píxeles. Buscar por todas las pantallas las dichosas esmeraldas y, por si fuese poco, conseguir 50 anillos antes de transformarse. Pero al final lo hace.
Conclusión: Sonic enseña que el esfuerzo tiene sus recompensas. Mario vive de la potra.

Mira que Sonic tiene formas extrañas de atacar, desde espadas (un erizo usando espadas), poderes kinécticos, o vuelos aeroespaciales, pero atacar a base de culazos sólo se lo he visto a Mario y a Mickey Mouse.
Pero ¡por el amor de un dios! Seamos lógicos. A ti se te tira un erizo hecho una bola encima y pincharte, te pincha. Y encima te pica, porque las puñeteras púas ya te digo yo que pican y producen sarpullidos y alergia… pero ¿a que a ti no se te ocurre tirarte sobre nedie con el culo? ¡con el culo! Tío, que luego no te puedes sentar en dos semanas. Que eso produce infecciones. Y ¿cómo entrenas eso? ¿A lo Karate Kid? Dar cera, pulir cera… ¿Primero cojines, luego maderas y por último rocas?..

Mira, mejor no pensarlo… pasemos a otro tema…

 

Hombre, un Óscar, lo que es un Óscar no le van a dar a las historias de Mario… ni si quiera un Goya (toma puya xD). Y eso que Mario tiene hasta juegos de rol (pero no hablemos de eso porque SEGA se lo podía haber pensado antes de dejar que se hiciese un juego de rol de su erizo…). Per bueno, a lo que íbamos. Mario tiene que rescatar una y otra vez a la misma princesa (y cuando no es la princesa es OTRA princesa) de las garras de Koopa (y cuando no es Koopa es OTRO Koopa) que siempre usa la misma técnica.
Vamos a ver Mario, si ya sabes que va a venir el malo, te va a hacer enano y se va a llevar a la princesa en un barco volador… JODER, constrúyete uno al menos.
Sonic no tiene que rescatar a nadie (bueno, a sus amigos a veces, pero ahora hablaremos de los amigos…). Sonic salva el mundo, píxeles. EL MUNDO. Y desde luego historia tiene. Que los jugadores se la lean o la interpreten es otra cosa distinta, pero ya desde Sonic 2, el erizo la lia parda con las historias. Traiciones, conspiraciones, amores perdidos, secuestros, viajes en el tiempo, malos que se vuelven buenos, robots alienígenas, universos paralelos… si es que no hay color.

Vamos, que las melodías de Mario serán todo lo tradicionales que tú quieras, pero las de Sonic son épicas. Sino, no hay más que echarle un vistazo a los remixes que hacen.
Además, en el mundo de Mario los “supuestos enemigos” tienen que bailar al son de la música. ¿Te imaginas qué les pasaría si tuviesen que bailar al ritmo de las de Sonic?
xDDD

A ver. Mario vive en el país de las SETAS…. genial. Sonic directamente no tiene hogar. Es un espíritu libre y errante (otros lo llamarían perroflauta pero… dicho de la otra forma, mola más) que viaja por el mundo de isla en isla salvándolo de las garras del malévolo Doctor Ivo Robotnik, alias Eggman.
De hecho, siempre me he preguntado una cosa. Sonic tiene que rescatar animalitos que son usados por el científico loco este para ser convertidos en badniks, sin embargo Mario pelea contra viento y marea en un mundo en lo que TODO sonríe. Es decir, ¿qué quieres salvar de ese mundo si todos son felices? Las nubes, los soles, ¡joder píxeles, que las tortugas bailan al son de la música! Y nadie se pelea entre ellos. Solo Mario, culeteando (si esa palabra existe) a todo bicho viviente y sonriente… esto me hace pensar realmente quién es el malo de toda la historia.
A todo esto… ¿por qué la princesa Peach es humana si es la princesa del reino de los Champiñones donde todos son champiñones?

Todos sabemos que la historia de Mario es muy bonita. Se creó, todo fueron buenos rollos y salió a pedir de boca… pero…y la de historias que nos ha dejado Sonic. Ahora pa Japón, ahora pa América. Ahora hacemos dos Sonics a la vez. Ahora unas carreras a ver quién lo saca primero. Ahora no te dejo sacar el tuyo. Ahora el mío es mejor…

Vamos, que un servidor no hubiese podido escribir nada si los de SEGA no la hubiesen liado parda.
Y es que, píxeles, somos españoles al fin y al cabo, y nos gusta más un cotilleo que a Mario sus setas… y desde luego, esta no iba a ser una excepción.

Bueno, a ver, razonemos. ¿Tú serías amigo de alguien que, sistemáticamente, se viste de la misma forma que tú, se deja la misma perilla que tú y que sólo se diferencia por usar un color complementario al tuyo? Yo, personalmente, los prefiero un poco menos dependientes o psicóticos.
Además, que los amigos de Sonic molan más. Bueno vale, a lo mejor Amy y Big sobran pero sólo el más joven te monta media nasa en tres cuartos de hora y el más borde resulta que es el guardián de una civilización extinta. ¿Los de Mario? Sí bueno, la princesa (y su correspondiente amiga-dependiente para ser la novia del amigo-dependiente de Mario), Luigi y las setas… hmmm interesante.

Y ya ni hablemos de los enemigos… que no podemos comparar al hermano gemelo de Mario que no se peina el bigote con un robot metálico hecho a semejanza del protagonista. ¿Dónde queda la epicidad en Mario por dios? ¿DONDE?

 

Pero lo que nunca seré capaz de asumir es porqué leches SONIC compite con Mario en los Juegos Olímpicos en la prueba de 100 metros lisos… Y PIERDE.

Hasta la próxima píxeles.