Soy Friki

Un friki o friqui (del inglés freak, extraño, extravagante, estrafalario, fanático) es un término coloquial para referirse a una persona cuyas aficiones, comportamiento o vestuario son inusuales y llaman la atención.

Comienzo con este extracto de la Wikipedia para que nos enteremos medio bien de lo que es un Friki. Si bien, antiguamente un Friki era aquella persona que viajaba con los circos por sus deformidades corporales o capacidades que se salían de lo normal, un friki actual se reduce a eso.

Mucho meteros con los frikis pero bien que os gustan los cosplays de muchachas.

He decidido hablar de este tema porque supongo que más de una persona estará harta de que constantemente se le esté nombrando de esa manera, o a lo mejor comentar sobre sus gustos y que automáticamente le digan:

  • Pero a ti te pasa eso porque eres Friki.
  • Dios, que Friki eres.
  • Anda cállate que tú eres Friki.
  • ¿Vas a salir de tu casa este fin de semana? ¿O te vas a quedar viciando, Friki?

Como vemos, son las típicas frases que nos han podido soltar nuestros amigos sin ninguna malicia, pero bien por el hecho de querer ser mejor que los demás acaban siendo en plan de burla y en tono despectivo. Es triste, que una generación como la que estamos, haya gente que no sea capaz de respetar los gustos de las personas, y simplemente por el hecho de ser diferente intenten hacer la gracia contigo. Y yo muy bien sé por lo que lo digo.

Actualmente la gente es Friki sin querer serlo, hay Frikis de los moviles (Véase la familia Apple, que todo debe llevar lo de la manzana para ser mas guay), los Hipster modernos (que realmente su sentido de la moda está basada en vestir lo más hortera posible, pero claro, son guays y no pasa nada) y demás tribus urbanas que sus gustos son diferentes a los del Frikismo pero acaban siendo iguales.

Ahora empezaré a relatar un poco el por qué de esta historia, y os contaré un poco de la mía para ver si alguien se ve reflejado, aunque a mí la verdad lo que me digan los demás me da igual.

Toda la culpa de que yo empezase a engancharme a consolas la tiene mi madre, y regalarme esa maldita Mega Drive. Que en verdad se lo agradeceré toda mi vida, pero también lo hizo por el simple hecho de que yo me integrara con los demás.

Vivir en un barrio en el prácticamente convives con tíos a todas horas, porque apenas hay mujeres, hace que tengas que tener temas de conversación con ellos, o simplemente jugar a lo que jueguen ellos. Mi madre, viendo que los demás hablaban de sus consolas, pues ella muy felizmente fue al centro comercial y compró la primera que pilló. Está claro, ella no entendía y hablarle de consolas era como hablarle en Mandarín.

Aunque claro, los niños se dedicaban a sacarle la picha a los coches, y yo como no tenía pues que menos que hablar de consolas con ellos. Pero claro, aquí estaba el error, mi madre con toda la ilusión del mundo me trae mi pedazo Mega Drive con el Columns, el Hang On y el de los cabezones del fútbol, y como no, el Sonic.

Aquí comenzó la guerra, dijéramos que empezó la batalla Nintendo VS. Sega porque tooooooodos mis amigos tenían la SNES. Pobre mi madre que yo no le dije nada, pero vamos, acabé siendo de Sega hasta el máximo. Lo que pasa que ya empezaron con la GameBoy, y yo me quedaba atrás, y aprovechando que mi abuelo quería que hiciese la comunión, yo me tragué dos años de maldita catequesis escribiendo en todos los libros santos que yo hacía la comunión simplemente por la GameBoy.

Los frikis lo parten, y lo sabéis.

Triste, pero cierto. Las muñecas de porcelana en ese momento podían guardarlas en sus respectivos agujeros de defecar.  Para mi comunión, había ahorrado 3.000 PTS porque sabía que en el Bar estaba la máquina del Cadillac & Dinosaurs y el Caveman Ninja. Mi comunión se baso en eso: Hola, dame mi gameboy, saludo a la gente, como, y me voy a la máquina. Soy una puta ludópata.

Las personas como no, crecemos, y a lo largo de nuestra vida conocemos gente, y hacemos amigos, en mi caso amigas, pero en los grupos, como me sentía más integrada con los hombres y sus temas de conversación sobre juegos y fútbol que con los temas de conversación sobre zapatos y pichas (que no todas las tías son así, no generalizo), empezaron los aluviones de conversaciones sobre mi persona, llamándome marimacho y Friki. Típico de cuando tienes 16/17 años.

Por lo tanto, no me quedó más remedio que juntarme con hombres porque veía que sus pensamientos eran más afines que los míos, incluso con mis parejas siempre me he llevado genial porque teníamos pensamientos parecidos. Y jugar con tu pareja a la consola, hace que la relación esté más unida. (Si, si, porque a lo mejor viciando ya pasáis 5 horas de una tarde juntos, y si no por las noches acabando en polvo, que después de viciar agarras Joystick).

Ahora mismo no me puedo quejar de las amistades que mantengo, muchos no tenemos gustos iguales, cada uno escucha música diferente, vestimos diferente… Pero lo que es mejor, respetamos los gustos que tenemos sin tratarnos con tono despectivo y riéndonos. Que vale, que a lo mejor hay cosas sobre el gusto de los demás que no puedes evitar que en una conversación se saque, pero siempre con todo el cariño.

Y ahora diréis, ¿que nos quiere decir con esta crítica?

Quiero deciros, que con 8 Campus Partys a mis espaldas, (aunque yo especialmente no me llame Friki, que mas bien tiro por el camino del Gamer, ya que me dedico en exclusiva a los juegos), que nunca, NUNCA, se puede tratar diferente a una persona porque sus gustos, aunque estos sean estrafalarios o incluso horteras (pa que nos vamos a engañar). Porque claro, hay frikis de todo tipo, pero tengo que decir, que muchas de las mejores personas que he podido conocer a lo largo de mi vida han sido dentro de este entorno. Tanto jugando, como en las Campus como compartiendo gustos. Gente que a la mínima no duda en ayudarte conociéndote de una semana sin mostrar interés porque se lo devuelvas. Incluso en la Campus, había gente que te ofrecía un disco duro para que te bajases cosas al romperse el tuyo para que hicieras uso de él y luego devolvérselo (Y no sólo siendo chica, que también lo he visto con chicos).

Por eso, gente, y más en esta generación, no desprecies a una persona que ama tanto sus gustos, porque no creo que conozca gente que ame más sus gustos que un Friki, además de respetar los gustos de los demás.

Facebooktwitter

Una respuesta a «Soy Friki»

  1. Muy buen artículo… odio la gente que llama Friki despectivo a la gente que tiene intereses en la vida. Fijate que el que llama friki a otro justamente suele ser una persona con un nivel cultural bajo y sin ninguna razon por la que este en el mundo.

    Mención especial por otro lado, a la parte de la comunio… puñetero y absurdo día joeee

Deja una respuesta