Hace ya dos años que Blizzard sacó al mercado la tercera entrega del juego de acción y rol por excelencia, es decir, Diablo. Y la verdad, que nos encontramos con un juego donde las mecánicas jugables eran de auténticos maestros y de obligada referencia para el resto de los creadores de juegos del mismo estilo sepan, cómo se tienen que hacer las cosas. Por ello, Diablo III se convirtió para muchos, tanto a nivel de prensa como a nivel de público, en una nueva droga hecha videojuego que nos consiguió dar horas y horas de diversión.
Pero con el tiempo, y esa buena cantidad de horas de juego, los jugadores comenzaron a darse cuenta de que el juego tenía un grave problema que llevaba al traste las bases jugables, y en especial de dificultad de la nueva entrega de Blizzard. Esto no tenía otro nombre que casa de subasta.
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La casa de subasta como ya sabéis, y si no os lo contamos, consistía (y hablamos en pasado) en que nosotros podíamos comprar y vender objetos del juego mediante dinero de este mismo o mediante dinero real. Pero ahí no estaba el mal, todo llegó con la comunidad y la mala gestión de la caída en el juego de objetos de niveles altos, lo que consiguió que este bazar se llenara de objetos de gran poder, y con ello la devaluación de los precios por exceso de oferta, llevando a que los jugadores fueran directamente al bazar a comprar objetos, consiguiendo que con cuatro míseros oros crear autenticas maquinas de matar. Así que el ansia de los jugadores, y la mala gestión de Blizzard terminaron por hacer un juego totalmente roto, sin dejar de lado que era un genial juego.
Por ello, y tras meses y meses de parches, desde Blizzard decidieron quitar la casa de subasta, y además a ello unirle una actualización tremendamente grande y su nueva expansión con un nuevo personaje y nuevas posibilidades jugables, que es con lo que nos vemos hoy tras haberos puesto en situación.
ESTO SI ES UN DIABLO
La verdad sea dicha, y desde un principio no podemos dejar de decirlo, ahora si nos encontramos ante un autentico Diablo, ya que con todo lo que han conseguido implementar y corregir con esta expansión, y su respectivo parche, nos encontramos ante lo que debió ser desde un principio esta tercera entrega de la franquicia.
Pero la cosa de esta expansión no queda solo en las mejoras y regulaciones jugables que ha sufrido el juego, si no que nos encontramos de lleno con una buena dosis en varios frente a nivel de contenido extra.
Lo primero y que más llama la atención, es la inclusión por un lado de un nuevo personaje, el cruzado. Y por otro lado un nuevo capítulo que se incrusta de lleno en el acto V.
Como ya os decimos, el juego lleva con él un nuevo personaje jugable, con estética muy parecida a la que muchos queríamos desde sus principios y echábamos mucho de menos, un paladín, o lo que como aquí han llamado, un cruzado. Este mezcla de forma más que gratificante los poderes de ataque cuerpo a cuerpo con poderes que potencian su ataque, su defensa o incluso su regeneración entre otras cosas mediante auras. Eso sí, pensamos que habría que nivelarlo un poco ya que tras sus primeras partidas es un personaje demasiado potenciado.
Pasando al nuevo capítulo que introduce esta expansión, nos encontramos metido en las tétricas y tenebrosas tierras de Westmarch, en las que nos enfrentaremos al Ángel de la Muerte, en una aventura que nos consigue llenar de emoción e intensidad, y de unas buenas horas llenas de grandes y poderosos enemigos, a lo cual hay que unirle esa ambientación tan oscura que nos recordará a Diablo II de sobremanera. En definitiva, un capitulo que nos deja con muchas más ganas de juego por su buen desarrollo, sus interesantes mazmorras, y porque este juego pongan lo que pongan es droga pura.
Otros de las novedades que trae esta expansión es la inclusión de un nuevo modo de juego, que hará que la gente que se ha pasado Diablo III varias veces, puedan disfrutarlo de otra manera bien distinta. Su nombre es Modo Aventura, y nos pondrá en distintas partes del mapa, nuevas misiones y situaciones que harán todo parezca diferente ante nuestro cerebro loco que hace clikc millones de veces en el ratón cuando juega a Diablo III. Además, la inclusión de mazmorras que recuerdan a los modos supervivencias es otro modo muy interesante y novedoso que nos hará disfrutar de nuevas experiencias dentro de la franquicia.
Pasando a novedades meramente jugables, nos encontramos con la posibilidad de subir ahora hasta nivel 70, para posteriormente continuar con esos modos de leyenda que un recorrido infinito le pueden dar al juego.
Por otro lado nos encontramos ante la introducción, o división mejor dicho, de su dificultad. Pudiendo encontrar casi una decena de modos de dificultad, que harán que lo que en un principio parecía sencillo se termine convirtiéndose en un autentico calvario de mazmorras y monstruos a aquellos con pocas habilidades roleras.
Por último, antes de pasar al apartado técnico. Tenemos que hablaros de los objetos que caerán al suelo o encontraremos a lo largo de la aventura, ya que la falta de subasta, ha hecho que los objetos especiales tengan una regulación de frecuencia de salida diferente. Habiendo por cada zona y dificultad un número prefijado de dichos objetos especiales, cosa que la verdad ha mejorado terriblemente al juego.
Pero la cosa en esta expansión no ha quedado solo en lo jugable, ya que desde el punto de vista técnico nos hemos encontrado con cosas muy muy destacable. Hay que empezar hablando del increíble aspecto que posee la nueva zona. Ese aspecto oscuro y degradado nos deja enamorado de cada rincón. Además la inclusión de nuevos efectos visuales, y ante todo, las grandes mejoras en cuanto a estabilidad y optimización hacen que el juego no baje de 60 fps en cualquier equipo de gama media. Un trabajazo verdaderamente brutal.
Respecto a la parte sonora, tampoco podemos dejar de hacer otra cosa que alabarla, ya que desde la ambientación, pasando por el doblaje hasta llegar a la misma música es perfecto para este tipo de juego. Volviendo a mostrar Blizzard el mimo y el cariño que pone en todos sus títulos.
En conclusión, Reaper of Souls, nos ha dejado tremendamente contento. Ha conseguido traernos lo que esperábamos de Diablo III desde un principio. Todo está perfectamente nivelado, los objetos caen cuando deben de caer, se ha ido la casa de subasta, y la dificultad ha sido reajustada por todo ello. A lo que además debemos añadirle los extras.
En definitiva Blizzard ya tiene tras esto su Diablo III casi perfecto, dando con ello un golpe en la mesa de los que tanto lo han criticado pero que ahora regresarán para rendir pleitesía al “nuevo”, adictivo y espectacular Diablo III.
LO MEJOR
-Los nuevos modos de juego
-Su apartado técnico es exquisito
-El nuevo acto V, nos hará recordar otros tiempos
-La nivelación de objetos y habilidades creando una experiencia genial.
-Adiós maldita casa de subasta
LO PEOR
-Algún personaje más no hubiese venido mal.
“Nuestra forma de valorar los juegos“
