Otro paso adelante en la historia de los videojuegos

Mucho se ha hablado ya de este The Legends of Zelda. Por lo que volver a hacer un análisis, como los miles que hay. Y más cuando se escribe sobre un juego que ya es considerado una obra de arte absoluta dentro de nuestro mundillo. Por lo que parece innecesario ser aburrido o reiterativo.

Por ello, en este texto me quiero centrar en muchas de esas sensaciones que uno tiene cuando se topa en su vida gamer con un juego del nivel de Tears of the Kingdom. Y no tanto en mecánicas y conceptos técnicos que ya sabéis de sobra. Sólo queriendo expandir y dar algo de rienda suelta a mis pensamientos y sentimientos, que al final es lo que se lleva cada uno de estas experiencias.

Así que agarraos a vuestra paravela, enfundaros vuestra espada maestra, y disfrutad a todos los niveles de esta experiencia que Link y Zelda nos vuelven a hacer disfrutar, y que os aseguro que va quedar marcada a fuego en nuestra retina gamer.

Fecha de lanzamiento 12 MAYO 2023
Desarrolladora Nintendo
Distribuidora Nintendo
Plataformas SWITCH
Versión Analizada SWITCH

Como cualquier ritual que se precie, todo empieza con ese proceso de ir a recoger tu pequeña caja rojiza con esa preciosa portada a la tienda. Llegar a casa corriendo, quitar el fino precinto, abrir la caja, oler su interior, sacar esa pequeñita tarjeta, e introducirla con toda la ilusión del mundo en nuestra Switch. Momento mágico que todos vivimos, y que plasma claramente ese camino lleno de ilusión que todo amante de los videojuegos realiza cada cierto tiempo entre nervios, y mucha pasión.

Análisis de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

Pero no todos los caminos son iguales desde este punto en adelante. Por ello, quiero compartir con vosotros ese cúmulos de sensaciones que una vez puesto, hace unos días, a los mando de mi Switch, me ha hecho ver cantidad de esos minúsculos detalles que esta obra aporta y aportará a la industria del videojuego en general, y la de las aventuras de mundo abierto en particular.

Y es que Tears of the Kingdoms es una experiencia que a primera vista podría parecer muy continuista respecto a Breath of the Wild. Y en cierta medida hay algo de razón. Pero también hay que dejar claro, que pasados esos primeros momentos todo empieza a tomar un camino tan inmenso y lleno de posibilidades, que termina por hacer pequeña esa otra obra maestra de donde bebe.

«La libertad juega con tus sentimientos»

Y es que Tears of the Kingdoms es una experiencia que a primera vista podría parecer muy continuista respecto a Breath of the Wild. Y en cierta medida hay algo de razón. Pero también hay que dejar claro, que pasados esos primeros momentos todo empieza a tomar un camino tan inmenso y lleno de posibilidades, que termina por hacer pequeña esa otra obra maestra de donde bebe.

Análisis de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

Tears of the Kingdoms es un juego que sabe conecta a la perfección una narrativa base clásica, con una casi contextual, que nos permite hacer del mundo de Hyrule nuestra propia historia única como si de un folio en blanco se tratase. Un mundo que se abre ante nosotros. Que nos consiente apartarnos del camino y objetivos principales, para crearnos esa aventura recurrente y llena de libertad, que pondrá en nuestras manos unos objetivos que seguramente nosotros mismos nos hayamos planteado en nuestra mente, o que nos acerque a cualquier situación meramente casual que nos haya incitado a realizar.

Una libertad que me ha dejado ensimismado y aturdido por su grandeza. Y no hablo de grandeza en cuestión de extensión de un impecable entorno. Donde el cielo y las profundidades me dan nuevas capas. O en los que los biomas me hacen pasar por situaciones de frío o calor extremo, y tengo que adaptarme a ellos. Sino que os hablo de esa sensación de una libertad absoluta a la hora de hacer lo que nos plazca. Dejando fuera de toda regla la fijación narrativa y casi esquemática de estos grandes mundos. Así que lo mejor es dejarse llevar y disfrutar de cada lugar que pisamos, de cada rincón que descubrimos, y con cada ser que nos cruzamos. Pero ante todo, toma con fuerza ese toque de vida, y ese libre albedrío, que te hace sentir dueño absoluto de una experiencia que nos acercarán a esa libertad casi total que siempre hemos soñado a la hora de plantear tu aventura.

Análisis de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

Y es que aquí no tenemos ningún tipo de limitación a la hora de afrontar un hilo argumental base, que representa de nuevo el camino del héroe. Pero que aporta un cúmulo de sentimientos y situaciones que se unirá a esa oscuridad, a un cúmulo de intrigas e inquietudes que sabe cómo tocar en todo momento la fibra sensible de la amistad, y a la necesidad de ayudar a un pueblo que te adora y confía ciegamente en ti.

Una confianza que viene dada también por unas bases jugables que ya conocía de la anterior entrega. Pero aunque parezca mentira, logra unos niveles de complejidad, creatividad, y capacidad de interacción con el medio, que llega a momentos que te hace reflejar en tu rostro el asombro y la felicidad cuando has conseguido interactuar con un objeto de forma coherente y físicamente posible al igual que hubiese hecho en la realidad. Alcanzando la cumbre de dichas posibilidades con las cualidades mágicas que posee nuestro protagonista, y que más allá de las cualidades de atravesar objetos o interactuar con el tiempo, estas sobresalen soberanamente cuando tomamos la posibilidad de mover objetos y sobre todo… crear.

«Marcando el camino de un arte»

Porque sinceramente eso de ser creativo y libre a la hora de afrontar situaciones es lo que hace de este Zelda la obra que es, lo que supone, y lo que supondrá. Haciendo que la experiencia sea tan única y diferente de Breathe of the Wild, que parece increíble, que volver a este, te hará sentir raro y falto de alma.

No quiero dejar de hablaros de esas sensaciones que aporta a nivel técnico. Un juego que posee una belleza digna de admirar. Unas físicas que impresionan por cómo reaccionan a cualquier situación o elemento. Pero ante todo, impacta todo ello más en una consola que parece increíble que pueda plasmar un mundo tan minuciosamente detallado. Donde cada puesta de sol, cada pradera, o cada acto cinemático, es digno de vivir y casi fotografiar por la belleza que supone. Pero no solo la belleza entra por los ojos, sino que la sutileza musical, el doblaje al español, la sonoridad ambiental, y hasta el propio silencio, uniéndonos a cada situación en la que nuestros buen amigo Links se ve envuelto. Creando todo ello un cúmulo de sensaciones y emociones que tan sutilmente te mete por las venas y te llega al corazón.

Análisis de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom

CONCLUSIÓN

No me quiero alargar más con estas palabras, más sentimentales que propiamente analíticas. Pero es que The Legend of Zelda Tears of the Kingdoms no es sólo un juego, es ese cúmulo de sensaciones y situaciones que los videojuegos llevan buscando desde hace tiempo para seguir aumentando el respeto artístico que se merecen por un lenguaje tan único y particular que lo marca como arte, y como he dejado claro en este texto este es ya uno de los más grandes exponentes.

VALORACIÓN: 10

Juego adquirido en edición física

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Facebooktwitter