Toca empezar a dominar las maravillas de la alquimia, a resolver acertijos, a crear objetos y máquinas, y ante todo explorar un coqueto mundo junto a buenos y adorables amigos durante muchas horas. En post de la cura de una mal venida enfermedad.

Bajo está premisa, y mucho amor, ha llegado a nuestras vidas The Last Alchemist. El juego desarrollado por Vile Monarch. Y que en estas líneas os quiero destripar con este análisis que os deje claro el potencial que posee este preciosa obra.

Fecha de lanzamiento 12 JULIO 2024
Desarrolladora Vile Monarch
Distribuidora Marvelous
Plataformas PC
Versión Analizada PC

Entrando en The Last Alchemist. Lo primero que nos voy a plantear es el contexto narrativo que nos propone. Y es que este nos mete en el papel del último alquimista, discípulo del gran Sendivogius. En una aventura que nos acerca al castillo de Sendivogius, en busca de una cura para la enfermedad que está consumiendo nuestra salud. Momento en el que todo se va abriendo hacia un camino mucho más lleno de cucadas y amor que el que en unos inicios plantea la aventura.

The Last Alchemist

Momento que viene genial para presentar conocer a unos pequeñines llamados Agaris. Unos seres con forma de champiñón que habitan los terrenos del castillo. Que irán cogiendo confianza, hasta que se conviertan en nuestros aliados, ayudándonos en la gestión de recursos y demás trabajos. Y que comienza a dar sentido a la experiencia de trabajo, recolección, exploración y gestión, que veremos planteada como base jugable de esta aventura.

Entrando más de lleno en la jugabilidad en The Last Alchemist, y como ya os he dejado caer. Este toma como eje central la recolección de recursos y la creación de fórmulas alquímicas. Y aunque tiene unas bases sencillas en primera instancia, veremos cómo esté se va complicando y profundizando hasta unas cotas bastante más complicadas de las que nos veíamos venir.

The Last Alchemist

Aquí es donde entra la exploración y su amplísimo mapa. Que nos va a llevar a amplías caminatas en busca de recursos y diferentes acciones, que puede que algunos jugadores adoren y relajen, y a otros terminan por parecerles algo tediosas. Y es que el juego se toma todo con mucha pausa y tranquilidad. Desde crear fórmulas, conseguir los recursos, hasta gestionar las herramientas y las funciones de nuestros trabajadores, tienden a meternos en unas casi meditativas situaciones.

Como punto curioso, el juego sabe gestionar muy bien los horarios, los tiempos de trabajo, e incluso el descanso. Dando con ello la necesidad de planificar el día y de no abusar de los trabajos forzados.

The Last Alchemist

Como ya veis, todo se rodea del particular mundo de la alquimia. Y es que sin dudarlo, lo mejor de virtud de este juego es su capacidad de mantenernos ocupados con cantidad de labores, y porqué no decirlo, por cierto matices que aumentan la dificultad de forma que no esperaba. Entre las más importantes está la recolección de recursos y la creación de fórmulas alquímicas. Donde cada recurso proporciona una esencia diferente, y la combinación de estas esencias nos llevarán a crear fórmulas avanzadas con unas bases jugables que dan sensación de estar ante un rompecabezas alquímico.

Aquí es donde entra la gestión de recursos y la propia economía del juego. Basándose estás en la necesidad de conocer, estudiar y descubrir nuevos lugares, materiales y fórmulas. Un conocimiento que curiosamente se usa para contratar los servicios de los Agaris para diversas tareas. Sinceramente me ha parecido muy original eso de pagar en conocimiento, y encima que estos lo valoran sobre todas las cosas.

The Last Alchemist

A nivel visual y artístico, The Last Alchemist posee un preciso diseño con claros conceptos sacados de las series animadas con un cuidado trazo que crea un toque muy bonito tanto a nivel de personajes como de los entornos que rodean la aventura. Destacando mucho más las zonas interiores, llenas de vida, que sus grandes entornos que pecan de simplismo. A esto hay que unirle un buen trabajo en cuanto a ambientación, musicalidad y efectos sonoros. Creando un compendio auditivo realmente coqueto que combina a la perfección con todo lo que nos rodea.

Conclusión

En definitiva, está claro que The Last Alchemist no es un juego que pueda llegar a todos los jugadores, tanto por sus conceptos base como por su estética. Y más en un mercado que está saturado de juegos de trabajar.

Pese a ello, ha sido una experiencia que me ha relajado, me ha dado buen rollo, y me ha dejado enganchado y pensativo ante ella bastantes horas. Así que si estáis buscando una aventura que no os haga pensar. Que os meta en su mundo y no os deje salir, y ante todo, una aventura donde cada rincón está lleno de amor y conocimiento, lo mejor que podéis hacer es acercaros a este The Last Alchemist, ya que seguro que os va a dar todo lo que andáis buscando.

VALORACIÓN: 7’5

Código digital proporcionado por Decibel PR

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