Unas sombras llenas de alma
Uno de esos juego que entran por los ojos por su particular diseño y curiosa concepción llega estos días a mis manos. Me refiero, como ya leéis de SCHiM. El juego desarrollado por Ewoud van der Werf y Nils Slijkerman, nos plantea un curioso concepto jugable que mezcla habilidad y puzles, bajo un monocromático mundo lleno de cuidados matices.
Por desgracia, toda esa ilusión se ha venido algo abajo tras disfrutarlo, ya que algunos puntos no me han terminado de hacerlo disfrutar tanto como esperaba. Y han terminado por echar abajo esa experiencia general. Cosa que os voy a dejar bastante claro en este análisis.
Fecha de lanzamiento | 18 JULIO 2024 |
Desarrolladora | Ewoud van der Werf – Nils Slijkerman |
Distribuidora | PLAYISM |
Plataformas | PC – XBOX ONE – PS4 – SWITCH – XBOX SX – PS5 |
Versión Analizada | PC |
¿De que va todo esto?
Empezando por dejar claro a que nos enfrentamos. Deciros que SCHiM, controlamos a una criatura conocida como el nombre del propio juego. Que representa el alma y espíritu de un objeto o ser, separado de su dueño al inicio del juego, con una curiosa forma de rana. Teniendo como gran cualidad, o castigo, que se desplaza únicamente a través de sombras, lo que genera una mecánica de juego bastantes particulares. Y que nos lleva a un objetivo, que no es otro que conseguir en cada nivel que schim consiga reunirse con su dueño.

Los detalles más interesantes… y lo que no me gusta
Entrando en el juego y en su jugabilidad. Deciros que esta se centra en el uso de sombras proyectadas por diversos objetos y estructuras en un entorno tridimensional. Bajo unas concepciones bastante simples, que nos recuerda a esos juego que muchos hemos disfrutado cuando éramos unos críos. Unas bases sencillas, que se absorben con facilidad, y que pocas palabras necesitas para hacernos con ellas.

Aquí es donde entra uno de los principales problemas del juego. Y esto no es otra cosa que su diseño de niveles, y su bastante descompensada forma de completarlos. Ya que, mientras que algunos niveles presentan desafíos interesantes y bien pensados, muchos otros son excesivamente básicos y pueden completarse en cuestión de segundos. Cosa que los hace bastante descompensado tanto a nivel de tiempo, e incluso de dificultad, cosa que por lo general no supone prácticamente ningún reto.
Respecto a la interacción con el entorno. Deciros que casi todos los objetos del mapa son interactivos, pero la mayoría no tienen un propósito claro o útil. Siendo curiosa esa interactuación ante algunos de ellos, ya que podremos moverlos para cambiar las sombras y con ello la forma de llegar a lugares donde antes era imposible. Siendo especialmente divertidas las fases nocturnas, donde las farolas, coches y demás objetos que iluminan dan un toque cada, cierto tiempo, bastante original. Pese a ello se termina por hacerse monótono y falto de nuevas ideas a medida que avanza, cosa que desmotiva bastante en la parte final.

Un punto que me ha gustado mucho de SCHiM es su bonita narrativa. Esta se desarrolla sin necesidad de texto. Una narrativa en la que a medida que avanzamos en el juego, vamos descubriendo fragmentos de la vida del dueño del schim, a través de los diferentes zonas y lugares que exploramos, con bastante sensibilidad y preciosas maneras. Consiguiendo en algunos momentos tocar un poquito la fibra sensible si empatizas con algunas de ellas.

Uno de los aspectos más sobresalientes de SCHiM es sin lugar a duda apartado visual. Un juego con un diseño artístico exquisito. Que sabe utilizar una paleta de colores monocromática, y sutil, bajo un diseño minimalista realmente agradable a la vista. Todo esto bajo una preciosa ambientación, y unos preciosos entornos llenos de vida. Todo ello muy bien acompañado por una sobresaliente banda sonora, compuesta por melodías relajantes que casa a la perfección con el concepto base del juego.
Por desgracia, dentro de este apartado técnico. Tengo que subrayar para mal la mala implementación de la cámara. Llevándonos en algún que otro momentos a la confusión, e incluso a perdernos de nuestro objetivo principal.



Conclusión
En definitiva, SCHiM es un juego que presenta bajo una premisa que intenta innovar a la vez de emocionarnos. Un juego que a nivel estético y sonoro es todo un encanto. Y una preciosa narrativa muy sutil y emotiva añade un toque especial al juego Pero que por desgracia sufre de problemas de diseño e incluso de contenido a medida que avanzamos que afectan negativamente la experiencia de juego.
SCHiM es un juego con mucho potencial y amor, que no logra alcanzar esas cotas que esperaba antes de tener esta experiencia indie en mi poder. Y que pienso que con algo más de cuidado y dedicación hubiera llegado a mucho más, ya que las bases las tiene para ser toda una gran experiencia, y ha terminado por ser algo agradable sin más.
