Un souls que sabe sorprender
El mundo de los videojuegos ha sido testigo de la creciente popularidad de los juegos del género Soulslike en los últimos, especialmente conocidos por su dificultad realmente dura, y su combate minucioso y muy técnico.
Eso sí, la sobredosis de juego del género no ha parado en todo este tiempo. Y como suele ser normal por aquí tampoco hemos parado de recibir juegos que nos aportan nuevas ideas, nuevos conceptos, y curiosas mecánicas dentro de este mundillo de muerte y destrucción.
Por ello, en este caso os quiero acercar el análisis de Deathbound, Un juego desarrollado por Trialforge Studios, que se presenta con; unas bases interesante dentro de este género, con un enfoque innovador, y mecánicas únicas, que buscan destacar dentro de un mercado saturado. A lo largo de este análisis, profundizaré en los aspectos técnicos, narrativos y mecánicos que lo definen.
Fecha de lanzamiento | 8 AGOSTO 2024 |
Desarrolladora | Trialforge Studio |
Distribuidora | Tate Multimedia |
Plataformas | PC – XBOX SX – PS5 |
Versión Analizada | PC |
¿De que va todo esto?
Entrando en la parte del contexto narrativo, y poniendo sobre la mesa su historia. Deciros que Deathbound nos transporta a Akratya. Una ciudad distópica que combina elementos contemporáneos con una atmósfera sombría y medieval. Desde el comienzo, encarnamos a Therone Guillaumen, un cruzado de la Iglesia de la Muerte, quien tras haber sido rechazado por la propia Muerte, se embarca en una misión cuyos detalles permanecen en el misterio incluso después de varias horas de juego.

Esto nos lleva a ambigüedad en la narrativa principal que puede ser desconcertante, ya que, aunque los personajes están bien desarrollados y tienen historias individuales cuidadas, la falta de claridad sobre el objetivo principal afecta la inmersión. Aunque también es algo muy habitual dentro del género.
Pero hay que decir, que su sistema narrativo de Deathbound se entrelaza con su mecánica central, la posibilidad de controlar múltiples personajes a lo largo de la aventura. Cada uno de estos personajes, esencialmente almas caídas, tiene su propio conjunto de habilidades y estilo de juego, lo que permite una gran diversidad en el combate. Sin embargo, esta mecánica no solo es relevante en términos de gameplay, sino que también sirve como vehículo para explorar las historias personales de estos personajes. Siendo curioso como la posibilidad de experimentar recuerdos de cada personaje añade una capa de profundidad a la narrativa, permitiendo comprender las motivaciones y trasfondos de los guerreros que controlan.

Los detalles más interesantes
Entrando ya en el juego, uno de los aspectos más destacados de Deathbound es su innovador sistema de combate. Y es que a diferencia de otros juegos Soulslike, donde se controla a un único personaje, aquí se nos da la posibilidad de cambiar entre varios personajes en tiempo real. Este sistema se basa en la barra de Sincronización, que se llena al golpear enemigos y recibir daño. La cual, una vez cargada, permite ejecutar ataques sincronizados al cambiar de personaje en medio de una acción, lo que añade un mecanismo de acción y reacción muy interesante a nivel de planteamientos de combate.

Y es que esta mecánica de ataques sincronizados transforma el combate en Deathbound en una experiencia dinámica y muy divertida, aunque claramente no exenta de desafíos. Y es que la necesidad de cambiar de personaje en momentos críticos exige reflejos rápidos y un alto grado de familiaridad con las habilidades de cada personaje. Lo cual entra en uno de los puntos que no me han terminado de convencer, la curva de aprendizaje. Y es que esta me parece muy pronunciada, especialmente cuando se intenta ejecutar esquives sincronizados, donde un error en el tempo o la sincronía nos puede machacar, y resultar especialmente injusto. Además, el sistema de combate sufre de algunos problemas técnicos que afectan la precisión, a los impactor y la respuesta de los controles. Y aunque no son nada que chafen la experiencia, si los hacen de menor calidad que otros juegos de este tipo.

Otro elemento fundamental de esta aventura es la exploración del mundo de Akratya. El diseño de los entornos y el mapeado en sí está bien logrado. Aunque sin ser de los mejores hacen de la experiencia muy interesante y digna de rebuscar por los rincones mortales de este mundo. Eso sí, echo de menos un sistema de teletransportación entre puntos de control, o de un mapa en pantalla para una mejor orientación.
Respecto a la parte rolera, y en general de progresión. Deciros que Deathbound introduce un sistema de talentos que permite personalizar y especializar a los personajes del grupo. Un sistema que resulta ser más interesante que la progresión tradicional basada en el aumento de estadísticas, ya que este ofrece bonificaciones especializadas que pueden adaptarse a los estilos de juego individuales. Eso sí, con ciertos matices de descompensación entre diferentes personajes. Pero que por norma general funciona realmente bien.

Entrando en el apartado técnico, quiero empezar hablando del aspecto visual de Deathbound. Este por desgracia sufre de muchos altibajos. Y es que detrás de su chulisimo estilo distópico y oscuro, su diseño de entornos y personajes, y su buena ambientación. Me he topado con algunos detalles gráficos, como las texturas de baja resolución, y una interfaz de usuario se siente genérica, no muy accesible, y que no aprovecha poco las necesidades visuales del juego. Pese a ello el juego entra por los ojos, se disfruta, y consigue trasmitir esa sensación de agobio que gusta tanto en este género. Cosa que también tiene parte de culpa su buen diseño de sonido, el cual es uno de los puntos fuertes del juego. Los efectos sonoros ambientales, la atmósfera opresiva de Akratya, y la cantidad de efectos que nos rodean, saben inmiscuirnos muy fuertemente en el mundo, y en una segura muerte.

Conclusión
En definitiva, Deathbound es una propuesta ambiciosa, con buenas ideas, y potencialmente bien planteada, dentro del género Soulslike. Donde tengo que destacar sus mecánicas innovadoras, que logran diferenciarlo de otros títulos similares. Y es que esa posibilidad de controlar múltiples personajes y el sistema de ataques sincronizados añaden un estrato de complejidad y estrategia al combate muy interesantes.
Eso sí, hay detalles que por otro lado lo acercan a algo más vulgar que los grandes del género. En esto entrar algunos problemas visuales, una narrativa demasiado confusa y mal llevada, y unos detalles técnicos a la hora de control que pueden frustrar mucho.
Pero pese a estos problemas, seguro que los aficionados a los juegos Souls, encontraran en Deathbound una experiencia fresca y desafiante que vale la pena explorar. Y que demuestra como hasta las producciones más sencillas o de menor coste, saben tratar de una forma tan notoria como os he contado en este texto.
