Una pequeña bruja recadera
De manos del estudio Chibig, y bajo la premisa clásica de las aventuras tridimensionales, la exploración y el crecimiento personal, y la más pura magia, ha llegado a mi vida la preciosa aventura de Mika and the Witch’s Mountain.
Una llamativa propuesta llena de buenas intenciones, un bonito mundo, y un apartado artístico lleno de color. Que me ha tenido entretenido y enamorado estos días entre escobas voladoras, personajes muy curiosos, y un trabajo de recadero sin contemplaciones. Cosa que me lleva a este análisis que os vengo a plantear con estas líneas.
Fecha de lanzamiento | 21 AGOSTO 2024 |
Desarrolladora | Chibig – Nukefist |
Distribuidora | Chibig |
Plataformas | PC – XBOX ONE – PS4 – SWITCH – XBOX SX – PS5 |
Versión Analizada | PC |
¿De que va todo esto?
Entrando ya en el análisis. Lo primero que quiero poner en contexto es la historia de Mika, nuestra protagonista. Una aventura que comienza cuando la joven bruja deja su hogar para entrenar bajo la tutela de la Gran Bruja. Un gran paso en su vida, que pone a Mika está en una etapa de transición, dejando atrás la comodidad de lo familiar para enfrentarse a lo desconocido. Pero como es de esperar, la llegada a la montaña donde va a estudiar no empieza con buen pie. Especialmente marcada por la rotura de su escoba, y que marca el principio de su camino hacia ser una bruja de verdad.

Una bonita, aunque muy sencilla, historia. Muy predecible. Pero ágil y simpática en sus planteamientos. Donde la guionización de los eventos, y el ecosistema de personajes y aventuras que nos espera, nos irá haciendo madurar en una aventura que no se complica y siempre nos mantiene entretenidos.

Los detalles más interesantes
Entrando en la jugabilidad. Deciros que está se centra especialmente en un trabajo de recadero y reparto, para poder costear nuestra escoba y con ello el retorno a la academia, como camino de aprendizaje y estudio de nuestras propias cualidades. Una buena idea que nos hace conocer la isla y sus gentes, llegando de libertad la aventura. Aunque también reconociendo que a largo plazo se puede volver algo monótona. Centrando el desafío, más allá de que llegue el paquete, en cosas como evitar mojarlos, romperlos, o entregarlos a tiempo. No siendo para nada complejo, más allá de unos inicios donde nos tendremos que hacer con el control y manejo de nuestra escoba.

Todo ello nos lleva a conocer la isla de Mount Gaun y sus bonitos entornos, sus diferentes biomas y paisajes, que ofrecen un lugar visualmente precioso e interesante para explorar. Y que nos acerca a momentos de exploración donde nuestra capacidad de orientación requiere un poco de ingenio, especialmente para encontrar objetos pertenecientes a personajes o desbloquear nuevas áreas, o ciertos coleccionables en forma de cartas o estatuillas. Que como ya os imagináis, nos van a tener de un lado a otro, y rebuscado por todos los rincones de esta.
Aquí no quiero dejar pasar el buen control que posee el juego, aunque puede ser algo confuso al inicio. Cosa que se uno con unos escenarios que aportan muchos puntos plataformeros y de interacción que nos hacen recorrer la isla de variadas formas que dan mucha variedad y agilidad a los caminos que recorramos en busca de nuestros objetivos y misiones. Donde tengo que destacar esa bien introducida evolución de nuestras posibilidades adheridas a las mejores escobas que iremos desbloqueando en el juego.

Volviendo a la parte narrativa, guionización y de misiones, deciros que es uno de los puntos que menos me han llamado la atención por lo básico y simplista que llega a ser por momentos. Siendo especialmente sangrante el intento por dar carisma y buen rollismo a los habitantes de la isla, y en general no lo consigue, más allá de algunos personajes especialmente impresionantes para nuestras labores. Eso sí, todo nos lleva a una experiencia que completaremos en no más de cuatro horas, algo más si somos curiosos, sin demasiada dificultad ni reto.
Entrando en los aspectos meramente técnicos. Hay que reconocer que el juego ha trabajado bien la parte del colorido y el diseño de personajes. Fluyendo todo de una forma muy bonita y bien animada, por unos entornos que tiene sus altibajos en cuestión de cantidad de objetos, edificaciones, y seres que lo forman, sufriendo de falta de vida en muchos momentos. La parte sonora ambienta y acompaña bien el particular mundo que nos rodea. Donde hay que destacar los siempre agradecidos textos en español.



Conclusión
En definitiva, Mika and the Witch’s Mountain es un juego que, a pesar de su potencial y buenas intenciones, no logra despegar del todo en ciertos puntos.
Un juego que pese a tener unas bases que seguramente atraigan a todos los jugadores. También se me ha quedado algo corto en la mayoría de ellas. Y que conste que no es un mal juego, sino que es tan sencillo en sus principales puntos fuerte, que seguramente tengas pocas motivaciones para hacerte con él, más allá de que seas muy fan del género, o que la premisa base de ser una bruja te llame en exceso la atención.
Mika and the Witch’s Mountain es una aventura divertida, que entra fácil, que consigue prometer mucho y no dar tanto, y que te hace disfrutar sin demasiados quebraderos de cabeza de una ligera aventura que nos lleva desde escobas voladoras, a escuelas de brujas, pasando por un trabajo de mensajería que le viene que ni pintado.
