El último suspiro de Gaia
Entrando directamente en la trama de One Last Breath. Deciros que esta gira en torno a la desolación de un mundo marchito, donde la humanidad ha desaparecido tras siglos de contaminación y codicia, que llevaron el mundo a romperse y a casa morir. Eso sí, los vestigios del pasado aún resuenan en las fábricas abandonadas y los paisajes devastados que atraviesa Gaia.
Una propuesta realmente interesante donde el juego utiliza los entornos para narrar la historia sin necesidad de diálogos, como bien nos tienen acostumbrado en este casi género. Haciendo que la narrativa se construya a través de los espacios que recorremos, y nos hagan conocer a unas criaturas que, de alguna manera, han sobrevivido a la caída de la civilización. Todo bajo un enfoque ambiental, que se encarga de centrar su potencial tema, donde deja claro que la naturaleza es algo imparable y resistente, pero también vulnerable.
FECHA LANZAMIENTO |
28 MARZO 2024 |
DESARROLLADORA |
Moonatic Studios Maniac Panda Games |
DISTRIBUIDORA |
Moonatic Studios |
PLATAFORMAS |
PC – SWITCH – XBOX SX – PS5 |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
8 |

¿De que va todo esto?
Entrando directamente en la trama de One Last Breath. Deciros que esta gira en torno a la desolación de un mundo marchito, donde la humanidad ha desaparecido tras siglos de contaminación y codicia, que llevaron el mundo a romperse y a casa morir. Eso sí, los vestigios del pasado aún resuenan en las fábricas abandonadas y los paisajes devastados que atraviesa Gaia.

Una propuesta realmente interesante donde el juego utiliza los entornos para narrar la historia sin necesidad de diálogos, como bien nos tienen acostumbrado en este casi género. Haciendo que la narrativa se construya a través de los espacios que recorremos, y nos hagan conocer a unas criaturas que, de alguna manera, han sobrevivido a la caída de la civilización. Todo bajo un enfoque ambiental, que se encarga de centrar su potencial tema, donde deja claro que la naturaleza es algo imparable y resistente, pero también vulnerable.

Los detalles más interesantes
Dejando a un lado la narrativa contextual, toca entrar en la jugabilidad de One Last Breath. Este se centra en la resolución de puzles y la interacción con el entorno. Gaia, el personaje principal, tiene la capacidad de manipular la naturaleza, lo que le permite invocar plantas para crear puentes, balancearse entre precipicios y abrirse camino en medio de estructuras derruidas. Unas habilidades son fundamentales para progresar, ya que la mayoría de los desafíos del juego se basan en el control del entorno en formade puzles. Unos retos que no son excesivamente complicados, pero que logran ofrecer un reto lo suficientemente satisfactorio como para mantener la atención del jugador más allá de la importancia de lo que nos quiere decir.

Unos puzles bien propuestos dentro del entorno, que están espaciados de manera equilibrada, lo que permite momentos de exploración y contemplación, más allá de esas necesidades de resolutorias. Dándote con ello tiempo para asimilar la atmósfera antes de enfrentarte al próximo obstáculo. Eso si, algunas puzles pueden sentirse repetitivos, sobre todo aquellos que involucran empujar cajas o activar palancas, aunque la inclusión de puntos de carga los van a hacer más llevadero si fallamos.

El diseño de niveles de One Last Breath está claramente inspirado en juegos como Inside y Little Nightmares. Donde los espacios juegan un papel crucial en contar la historia. Eso sí, One Last Breath destaca por otras cosas, como es la forma en que utiliza la naturaleza como un recurso mecánico y narrativo. A medida que avanzas, el entorno cambia, pasando de paisajes devastados a otros más orgánicos, con un énfasis en las plantas y el verde que todavía persiste en medio de la ruina. Este contraste visual no solo es estéticamente agradable, sino que también refuerza el mensaje naturalista del juego.
No quiero dejar de hablaros de lo bien manejada que están los momentos de tensión. Y es que cuando las criaturas que te acechan, sabe crear unos buenos estados de urgencia y necesidad de huida, que agobia y pone de los nervios buscando la mejor ruta de escape. cuando te persiguen a través de pasillos estrechos o te obligan a improvisar una ruta de escape.

Entrando en el apartado visual, deciros que este es uno de sus mayores atractivos del juego. Sumergiendo al jugador en un mundo postapocalíptico, que mezcla lo orgánico con lo industrial de manera fascinante. Todo ello bajo unos escenarios diseñados con una paleta de colores apagados, predominando los tonos grises, verdes, y marrones, que acentúan la sensación de desolación y decadencia. Unas texturas detalladas, y un buen uso de la iluminación que crean una atmósferas opresivas. Destacando por último, unas animaciones variadas y fluidas, que trasmiten esa mezcla de vida y muerte que define el juego. Todo ello acompañado de un sonido donde destaca una banda sonora minimalista con unas geniales bases atmosféricas. Donde melodías suaves y oscuras, efectos sonoros son crudos, y ecos metálicos y mutantes, enfatizan la soledad y el agobio del protagonista.



Conclusión
En conclusión, deciros que One Last Breath es un juego que, aunque no innova radicalmente en su género, ofrece una experiencia sólida, cruda, agobiante y llena de emociones. Donde temas como los puzles, aunque familiares, están bien diseñados y son lo suficientemente variados como para mantener el interés.
Eso sí, lo que realmente destaca es su atmósfera, su capacidad para contar una historia sin palabras, y la poderosa relación entre Gaia y el mundo que intenta salvar. Todo ello presentando un juego que nos recuerda, a través de su estética y narrativa, la importancia de la naturaleza y lo frágil que puede ser. Y aunque One Last Breath no reinventa nada, es una experiencia que vale la pena disfrutar, especialmente si te atraen los juegos que combinan plataformas, puzles y una ambientación rica en simbolismo.
