Ha llegado la hora de enfrentarme a toda clase de demonios y demás aberraciones orientales que se esconden tras el particular Yasha: Legends of the Demon Blade. El juego desarrollado por la gente de 7QUARK, que busca capturar la esencia del Japón feudal y combinarla con una frenética estructura roguelite.

Una aventura que se ambienta en la siempre evocadora y llamativa época del periodo Edo. En la que esté título no solo nos ofrece combates dinámicos y una rica mitología, sino que también nos sumerge en una narrativa donde la lucha contra las fuerzas demoníacas es tan crucial como la búsqueda de la mismísima paz.

Un juego que a simple vista parece un homenaje visualmente cuidado a grandes obras del género, eso sí, con un enfoque narrativo más fragmentada y una personalidad que intenta brillar a través de sus particulares personajes y su ambientación única, que quiero daros a conocer en las siguientes líneas.

Como conceptos base, Yasha: Legends of the Demon Blade se ha diseñado en torno a las clásicasy típicas mecánicas de cualquier roguelite. Eso sí, todo envuelto en una presentación estética con un marcado sabor japonés. Y es que desde el primer momento se puede elegir entre tres personajes de claro corte oriental, que van desde; la ninja inmortal Shigure, pasando la embajadora Oni Sara, hasta el samurái demoníaco Taketora. Como es de esperar, cada uno con su propio trasfondo, estilo de combate y desarrollo narrativo, cosa que no solo influye en la jugabilidad, sino también en cómo se despliega la historia en cada partida.

Análisis de Yasha Legends of the Demon Blade

Una vez dentro del juego, todo ello se plantea a base de expediciones por diferentes salas en vista isométrica. Donde nuestro objetivo principal es abrirnos paso entre oleadas de enemigos, y completar con ello cada sala. Momentos en el que tenemos acceso a las Orbes del Alma, las cuales permiten elegir entre varias mejoras, en una dinámica muy similar a la de otros títulos del género. Y que también vienen acompañadas de unas concepciones centradas en la recolección de materiales, con los que desbloquear armas secundarias y recibir bendiciones de diferentes santuarios, que añaden una capa de personalización y estratégica, con ciertos toques de azar, muy importante en cada incursión.

Aquí tengo que destacar detalles tan curiosos como la capacidad de equipar dos armas demoníacas, cada una con sus propias características únicas, que nos acercan a realizar desde ataques ligeros o pesados hasta habilidades pasivas que se activan al llenar una barra específica. Unas capacidades que claramente marcan el ritmo del combate, y nos obligan a adaptarnos al tempo y a las diferentes sinergias que se dan.

Análisis de Yasha Legends of the Demon Blade

Entrando en detalles más minuciosos, pero que me han gustado mucho, sin duda, tengo que hablaros del apartado artístico. En este tengo que destacar el diseño de personajes, enemigos y escenarios, los cuales reflejan una cuidada y admirable estética japonesa realmente bonita. También destacan las animaciones tan fluidas y expresivas que proporcionan ritmo y claridad visual incluso en los combates más caóticos. Todo ello acompañado de una potente sonoridad, y una buena música, que ambienta y da ritmo a la perfección al universo que representa.

Análisis de Yasha Legends of the Demon Blade

Por otro lado, el sistema de progresión me parece otro gran acierto. Y aunque no ha innovado demasiado, me parece que proporciona una estructura lo suficientemente sólida como para motivarnos a seguir explorando nuevas combinaciones de habilidades, personajes y armas. Aquí entra con fuerza el festival demoníaco, con una serie de desafíos a los que merece la pena enfrentarnos por sus recompensas, entre difíciles decisiones y complejas situaciones.

Análisis de Yasha Legends of the Demon Blade

En cuanto a la narrativa, Yasha logra incorporar fragmentos de historia en pequeñas dosis, que permiten reconstruir un gran conflicto, pero sin perder el tono personal y el ritmo del juego. Eso sí, aquí influye mucho la variedad de personajes, que aporta un buen añadido rejugable para conocer mejor sus historias. Y aunque estas no alcanzan una gran profundidad, son lo suficientemente interesantes como para merecer tomar el control, y revisitar el mundo con cada personaje.

Análisis de Yasha Legends of the Demon Blade

Por desgracia el juego tiene sus altibajos. Uno de los problemas más evidentes es su falta de originalidad, y esa sensación de estar jugando a algo que ya he jugado en cantidad de juego, y con mejores condiciones. Y es que aquí, cosas como la cámara, los menús, la disposición de las salas y el sistema de mejoras son tan familiares que a veces parece que estamos ante un skin o un DLC de otro juego. Cosa que sin ser mala para la jugabilidad, sí hay que reconocer que resulta poco llamativo y poco sorpresivo.

Análisis de Yasha Legends of the Demon Blade

Además, no puedo pasar por alto la baja dificultad para los jugadores más experimentados. Y aunque hay ciertos desafíos opcionales han añade algún repunte, el núcleo del juego se ha mantenido demasiado accesible, cosa que nos lleva que más allá de los primeros compases luego va a ser solo fluir.

Por último, tengo que castigar, pese a que siempre es de agradecer, su localización al castellano la cual deja mucho que desear. Habiendo notado frases mal construidas, expresiones fuera de lugar, e incluso errores gramaticales mal plasmados, cosa que terminan por romper una parte tan importante como el apartado narrativo dentro de este juego.

En conclusión, tengo que reconocer que he disfrutado con mi paso por Yasha: Legends of the Demon Blade, un juego que se presenta con mucho estilo, pero con cierta falta de originalidad en algunos aspectos clave, aunque también hay que decir que da lo que promete, y lo da bastante bien.

Un juego con una preciosa ambientación japonesa. Que se acompaña de combates dinámicos y una narrativa fragmentada pero muy interesante, que logra mantener el interés a lo largo y ancho de su variadas partidas y sus particulares personajes.

En resumen, Yasha ha cumplido con lo que prometía, sin llegar a destacar ni decepcionar. Es un roguelite accesible, visualmente atractivo y competente en su jugabilidad, que seguramente encantará a quienes busquen una experiencia ligera dentro del género y muy rejugable, aunque quizás deje con ganas de más a aquellos que esperen un nuevo referente en el género o algo que le suponga un reto más profundo.

Código digital proporcionado por Renaissance PR

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