En Generacion Pixel nos gusta que el lector tenga un amplio abanico de opciones donde informarse a la hora de hacer una compra, para ello, la prestigiosa marca Razer, encargada de ofrecernos los mejores periféricos destinados al jugón por excelencia, hace tiempo decidió que nosotros seríamos buenos informadores de sus productos, y desde entonces intentamos desde nuestra humilde y total sinceridad decir lo que pensamos sobre sus productos, que a priori siempre rozan la excelencia.
Actualmente nos encontramos con el Tartarus Chroma, un teclado compacto optimizado para juegos del estilo MOBA y FPS, sin duda es para los modos en los que se les va a sacar mayor rendimiento debido a su disposición en la botonera y las palancas disponibles.
Previamente analizamos el teclado del mismo fabricante, el Tartarus, hermano natural del Chroma, pero sin las opciones personalizables de las distintas combinaciones de colores que este último si ofrece.
Sin más dilación, es hora de dar color a nuestras vidas.
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ANÁLISIS HARDWARE |
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. VERSIÓN DISPONIBLE PC VERSIÓN ANALIZADA PC DESARROLLADOR RAZER DISTRIBUIDOR RAZER . |
. . VALORACIÓN 8’5 |
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La primera impresión
No nos cansaremos nunca de decirlo, Razer hace unas presentaciones en sus productos dignas de estudio. Los embalajes para ofrecer la mejor cara del periférico son doctrina en la empresa, por lo cual el Tartarus Chroma no iba a ser menos y viene perfectamente engalanado para la ocasión.
La caja como viene a ser costumbre trae su solapa con velcro, esto nos permitirá ver el producto real a través del plástico, e incluso hacernos a su forma, colocando la mano sobre él y así hacernos una directa idea sobre lo que tendremos entre manos previo a su compra. Además de eso, los motivos de la caja acompañan al producto, con una gama de colores que son tradición en la marca, obviando sus detalles técnicos como teclado compacto, con sus características de cara al usuario y los distintos tipos de ventajas que ofrece frente a otros teclados convencionales.
Siempre decimos lo mismo en los análisis de periféricos, dejémonos de chorradas banales y vayámonos a lo que importa, vamos a abrir la caja para catar ya el producto en primera persona, no sin antes apartar tanto las guías de usuario como las pegatinas tan asiduas en la casa Razer.
Entrando en materia
Con el teclado ya en mano procedemos a su chequeo previo, paseos de una mano a otra, control de peso y sensaciones al tacto, hasta ahora todo muy al nivel de lo que ya estamos acostumbrados en la web con esta marca, el detalle es importante para ellos.
Como en la versión Tartarus a secas, nos encontramos con el mismo teclado, 15 botones más las opciones de pulgar, con el botón direccional, la palanca y el pulsador, esto hace que tengamos en total unas 25 opciones programables. El posa manos es completamente regulable como sucede con cada una de las gamas de la marca, con una pequeña palanca nos ajustaremos la plataforma a la medida, dependiendo del tamaño y forma de nuestra mano, aunque sucede lo que ya veníamos criticando en otras ocasiones con otros teclados compactos, dicha plataforma tan solo tiene dos posiciones rígidas donde poder acomodarnos, no existiendo un punto intermedio.
Las dimensiones del teclado no son muy abultadas, por ello se hace un teclado cómodo y sencillo de transportar, alcanzando un peso de unos 370 gramos, como en su versión normal, además de unos 153 mm de anchura, acompañados de unos 186 de altura y unos 54.8 de profundidad, que tampoco está de más saber aunque estén perfectamente detallados en la web de Razer.
Instalándolo
Es una película repetida ya, pero debemos volver a contárosla, tanto estos teclados compactos como otra serie de periféricos de marca Razer tienen una fácil instalación, con tan solo conectar su cable al puerto USB de turno ya tendríamos el producto en pleno funcionamiento, ahora bien otra cosa es el rendimiento que queramos sacarle.
Tartarus Chroma se trata de un teclado compacto dirigido a usuarios con miras más altas en el competitivo, el uso de este tipo de herramientas dan un plus durante la batalla, pero para ello sería necesario el poder usar las distintas combinaciones, y tener distintas configuraciones tanto de botones como de color dependiendo siempre del tipo de juego al que estemos jugando. Para todo esto será necesario el uso del driver por excelencia, el Synapse 2.0, que siempre criticamos por el excesivo coñazo que supone en ocasiones, pero que a fin de cuentas uno se acaba haciendo a él, y es vital para el total aprovechamiento del teclado, siendo esta la herramienta con la que configurar macros y colorido, bastante característicos en esta edición Chroma, con la que contamos con 16.8 millones de opciones personalizables de color, un auténtico abismo en comparación con la edición Tartarus simple.
En definitiva, un teclado listo para usar en cuanto se saca de la caja, pero que sin duda trae una cantidad tan ilimitada de personalización que dolería en el alma no aprovecharlas con el Synapse 2.0, un driver que hace las veces de director de orquesta para todos los productos de la marca.
Cualidades
Habiendo abarcado anteriormente el asunto de los colores infinitos, la cantidad de opciones que se nos ofrecen traducidas en botones, y la amplia ventaja que nos puede ofrecer este tipo de periféricos en nuestras partidas, va siendo hora de hablar un poco de lo que no se ve o se deduce a simple vista.
El Tartarus Chroma sigue manteniendo el sistema de teclas mecánicas que ya estaban en su edición normal, que además con la implantación de las membranas lo hace un teclado con una pulsación suave, sin golpeos ni ruidos.
La comodidad del Chroma no es solo ergonómica, y es que el cambio instantáneo entre 8 mapas de teclado unido a su efecto anti-ghosting lo hacen un teclado líder en cuanto a prestaciones para los más exigentes, colocándose al lado de otras marcas punteras.
El número de perfiles y macros personalizables es ilimitado, todo ello controlado por los tres leds que tiene situados en el lateral y así tener control en todo momento sobre lo que estamos manejando.
Nuestras pruebas
Venimos repitiéndolo a lo largo de todo el análisis, el Tartarus Chroma está diseñado para el uso y disfrute del usuario, sea del carácter que sea, pero si tenemos en cuenta la eficiencia, debemos decantarnos por juegos del estilo MOBA o FPS, tan dispares entre sí pero totalmente asequibles para el periférico, el uso de las macros o la velocidad en la pulsación, aunado a una ergonomía bastante lejos de la que ofrece un teclado normal lo convierten en un arma que potencia las características del jugador más asiduo.
En comparaciones con el Razer Orbweaver saldría perdiendo en muchas facetas, pero los resultados prácticos al fin y al cabo son los mismos contando con un precio muchísimo más competente.
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NUESTRA OPINIÓN FINAL – |
| Va llegando el fin, y como las despedidas nunca son agradables y mucho menos de productos de tanta calidad como los que nos ofrece siempre Razer.Tartarus Chroma nos deja sensaciones muy positiva tras su uso y disfrute, nos encontramos ante la versión reducida del Orbweaber como mencionábamos anteriormente, pero que deja unas sensaciones similares al fin y al cabo por un precio bastante más “módico”, unos 80€.Para el jugador de a pie quizás no sea rentable un teclado de estas características, pues le será suficiente con un teclado mucho más barato sin ser compacto, pero para aquel que dedique muchas horas y sobre todo en modalidades competitivas estaríamos hablando de un serio candidato a compra.La ergonomía unida a la comodidad en el uso y organización de sus macros no son más que ventajas de cara al jugador, prestaciones que hacen la vida más fácil para el más enganchado. |
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