Sabemos desde hace tiempo, y el tiempo nos dará la razón, que hay mucho intereses por dar un cambio de perspectiva jugable a nuestro mundillo de los videojuegos. Dejar el clásico mando o teclado y ratón es la obsesión por parte de muchas voces del sector. Pero nos parece obsceno y de mal gusto hacernos ver que el futuro no estará al alcance de todos los bolsillos.

Multimillonario jugando al aparatejo.
Multimillonario jugando al aparatejo.

Es razonable que estemos confusos a la vez que alterados con la noticia del precio de lanzamiento de Oculus Rift, nada más y nada menos que más de 700€. Y no porque nos hayan mentido con un precio que en principio sería la mitad del dicho actualmente, si no porque nos están vendiendo un producto con dos grandes problemas a la hora de poderlo hacer llegar a todos.

Momento exacto cuando el amigo Palmer Luckey anunió el precio de Oculus Rift.

Por un lado el ya nombrado dichoso precio, y por el otro, que es una experiencia que pese a todo hay que vivirla en primera persona, por mucho youtube o telepromoción que nos hagan, y ni tenemos posibilidad, y ante todo… ni apenas hay juegos con lo que hacerlo más allá de esas dichosas demos técnicas, que para un rato molan, pero poco más.

No entendemos a la gente de marketing, no entendemos la forma de introducir un futuro periférico estándar de mercado, y mucho menos entendemos quien tiene estas ideas tan poco llamativas.

Sinceramente con estas líneas no queremos tirar por tierra un producto que hace que disfrutemos de nuestro amor por algo de una forma distinta. Pero tampoco queremos que un mercado que puede dar mucho de sí solo sea para cuatro pudientes, y más en un caso que además depende del PC que uno posea, que en este caso es de gama alta (más dinero para muchos).

Esperemos a ver por dónde nos salen los demás proyecto de gafas de realidad virtual, pero el primer precio ya nos ha tirado es ilusión que tenía más de uno por los suelo.

Damnificado de oculitis

Es cierto que los más viejunos del lugar seguimos prefiriendo ese mando o ese ratón y teclado, pero nunca rechazamos nada que nos sorprenda como ya pocas cosas lo hacen… pero por desgracia esta vez nos ha sorprendido más un precio que un producto y eso es mala señal.

Solo nos queda esperar, ver lo que dice la competencia, y ver cómo evoluciona el mercado. Pero con la que está cayendo, nos parece demencial y bastante desagradable un desembolso tan grande por un producto así. Esperemos que el tiempo nos haga un zas en toda la boca, y el próximo artículo lo hagamos sentado frente a un ordenador con unas gafas de realizad virtual derramando una lagrima por la emoción de la experiencia, y no por el gasto no merecido.

Facebooktwitter

Deja una respuesta