Detectives desde nuestro ordenador
Ya es difícil hoy en día encontrarte con propuestas tan únicas y singulares como la que os vengo a traer con este análisis de The Operator.
Un juego que se presenta bajo esa estela de experiencia narrativa. Que nos irá introduciendo en el maravilloso mundo de la investigación criminal. Y que gracias a su estilo, su concepción jugable, y unas cualidades técnicas muy particulares, nos van a tener enganchado a la silla durante su corta e intensa propuesta que os voy a dar a conocer en este análisis.
Fecha de lanzamiento | 22 JULIO 2024 |
Desarrolladora | Bureau 81 |
Distribuidora | Bureau 81 |
Plataformas | PC |
Versión Analizada | PC |
¿De que va todo esto?
Un juego que nos pone en la piel de Evan Tanner, un operario del Departamento Federal de Inteligencia (FDI), que ha tomado el camino laboral del teletrabajo. Donde desde su ordenador, y con la ayuda de diferentes informantes y agentes in situ, deberá ir resolviendo y dando resolución a una serie de investigaciones criminales. Un trabajo que desde su propio sillón nos lleva a dar lo mejor de este gracias a sus capacidades analíticas, su potencial a la hora de atar cabos, y una resolución de retos mentales, que consigan dar fin a diferentes casos.

Los detalles más interesantes
Ya dentro de The Operator. Deciros que lo primero que salta a la vista es su puesta en escena. Donde nos plantamos ante la pantalla de un ordenador. Centro de nuestra base jugable y totalmente funcional tanto por la variedad de funciones y acciones que podemos realizar con él, y las posibilidades de interacción con nuestros compañeros en el exterior. Donde la llegada de documentos, imágenes, e incluso acciones remotas, consiguen dar una increíble variedad de acciones que podremos realizar y tomar en conciencia para dar salida al caso.

Más allá de ese ordenador, y como ya os he dicho. El juego basa su potencial en su narrativa. Bajo una historia que nos lleva a través de diversos casos que, inicialmente, parecen desconectados pero que eventualmente se entrelazan de manera sorprendente. Todo ello bajo un guion muy bien estructurado. Con un ritmo que mantiene el interés entre potentes giros argumentales y una forma muy particular de hacernos partícipes de la investigación.
Entrando en la parte meramente jugable de The Operator. Este toma como mecánica principal la resolución de puzles desde la interfaz del ordenador de Tanner. Unos puzles están inteligentemente diseñados. Haciendo que tengamos que sacar lo mejor de nuestra capacidades de observación y deducción. Todo ello bajo una dificultad está bien medida y equilibrada, a la que le acompaña un sistema de pistas integrado para aquellos momentos que nos bloqueamos, haciendo que el juego no pierda ritmo.

Un ritmo que viene dado por la gran variedad de situaciones que nos plantea. Y que no quiero destriparos, ya que algunas son realmente sorprendentes. Haciendo que con esta variedad el juego se vuelva monótono, repetitivo, o falto de interés. Sorprendiendo especialmente los puntos del juego donde las decisiones rápidas, o el tiempo, corren en nuestra contra.
Eso sí, la toma de decisiones me ha parecido que influyen no demasiado en la historia. Haciendo de este una experiencia que cuando se acabe en las no más de cuatro horas que puede durar, no tendremos más motivos para regresar, pese a que la experiencia haya merecido mucho la pena.

No quiero terminar el análisis sin hablar del genial apartado ambiental y sonoro. Consiguiendo una inmersión realmente genial. Y es que se ha trabajado muy bien en lo que a sonoridad de nuestro entorno. Donde la música y las interpretaciones hacen de la experiencia algo realmente absorbente. Todo ello unido a un apartado gráfico, curiosamente sencillo y minimalista, que es de entender ya que centra todo su potencial en una interfaz de un ordenador, donde textos, documentos, e imágenes copan la mayor parte de la experiencia visual.

Conclusión
En definitiva, The Operator es una de esas experiencias que te enganchan, sorprenden y te dejan incluso pensativos. Siendo curioso todo lo que aporta desde un punto a priori tan sencillo. Consiguiendo ser de esos juegos que te deja ensimismado por lo bien que sabe utilizar sus recursos, su narrativa, sus puzzles y retos mentales, y su ambientación, sin necesidad de grandes alardes visuales ni jugables.
Una propuesta bastante única, con una concepción muy bien tratada, y una inmersión que te deja sin aliento, y con ganas de volver a tomar el papel de protagonistas en muchos más casos. Que esperemos que lleguen tarde o temprano con una continuación de una de esas experiencias que no se borran con tanta facilidad de tu mente.
