Un Rey Mono con mucho Talent
La buena gente de A Tale of Games, tras pasar por el siempre prolifero y que tantas puertas está abriendo PlayStation Talens. Nos ha plantado en medio de una de las aventuras más clásicas de la literatura oriental. Con una divertida y bien tratada aventura del mítico Rey Mono.
Un juego que se deja querer y disfrutar. Al que se le ve el cariño y el amor que se ha puesto en su desarrollo. Y que dentro de su humildad, os aseguro que os va a sorprender mucho más de lo que os esperáis.
Así que toca coger el bastón, montarnos en nuestra nube, e ir en busca de todos esos tesoros perdidos, que el universo de Wukong nos quiere regalar.
| Fecha de lanzamiento | 10 DICIEMBRE 2021 |
| Desarrolladora | A Tale of Games |
| Distribuidora | Gamera Nest |
| Plataformas | PS4 – PS5 |
| Versión Analizada | PS4 – PS5 |
| Idiomas Voces/Texto | NO/ESPAÑOL |
| Número de jugadores | 1 |
NOTA: 6’8
Ya entrando de lleno a daros a conocer la experiencia. Lo primero que tengo que comentaros, es que me he encontrado con un juego plataformero, con tintes de acción y simples puzles de entorno. Que nos acercan a los conceptos más clásicos de aquellas aventuras que allá por finales de los años noventas tanto nos hicieron disfrutar.
Empezando con uno de los puntos que más me han gustado del juego. Os tengo que hablar de su muy bien implementado control. Y es que este es fino y preciso. Siendo realmente agradable el saltar entre las diferentes plataformas, impulsarse por los aires, o sobrepasar pequeñas pasarelas. A lo que le acompaña además unas posibilidades de ataques más que suficientes para el tipo de juego que es. Donde el golpeo rotatorio normal, y el golpe a distancia, se podrán mezclar con saltos y objetos que nos rodean fácilmente.
Todo ello sobre unos escenarios, que me han gustado en su diseño, que no en su complejidad. Donde trampas, enemigos, plataformas móviles, interacciones con nuestro bastón y, zonas secretas se irán mezclando de forma inteligente en perspectivas traseras y laterales.
Por lo que respecta a los enemigos. Estos son variados. Y con diferentes cualidades mecánicas. Con una IA sorprendentemente beligerante, pese a que no suponen un escollo importante en ningún caso, ya que un simple golpe los lleva al mas allá. Siendo curioso en ellos su conexión e interacción directa con los escenarios, hacen que muchas veces formen partes de las acciones de lo que nos rodea.
La aventura es realmente escueta en cuanto su duración. Y es que más allá de ocho escenarios, y la posibilidad de encontrar monedas, tres pergaminos y tres estatuas de dragón, esenciales para desbloquear las siguientes fases, poco más nos da a nivel completista. Cosa que además es unida a la casi nula dificultad, solo con cierto pequeño repunte en la parte final. A lo que ayuda además los varios puntos de control que posee en cada escenario, donde regresaremos tras la perdida de nuestra barra de vida. Todo esto hace que sea un juego que por desgracia pueda caer en el olvido de forma demasiado rápida. Y más cuando a nivel narrativo prácticamente es nulo. Una pena, porque no se lo merece.
Desde el punto de vista gráfico. Me ha sorprendido lo bien acabado que está el juego, pese a su humildad. Con un buen diseño de personajes, especialmente de nuestro protagonistas. Con unas correctas animaciones. Y unos coloridos escenarios,
La parte sonora posee tintes claramente orientales. Con una banda sonora divertida, y con instrumentación del lugar. Que por desgracia se puede hacer algo repetitiva. Y a la que le acompaña unos buenos efectos sonoros, y unos siempre agradecidos textos en español, que aunque poco se usan, ahí están.
En definitiva, este Wukong es una divertidísima experiencia plataformera. De esas que es difícil que uno no disfrute en el pequeño ratito de juego que nos da. Y es que se ha sabido utilizar los recursos. Se ha pulido lo que era importante. Y se ha adornado con un bonito universo, un buen control, y unos conceptos cercanos para todo amante del género.
Una aventura humilde, sencilla, y agradable. Que si tenéis un ratito libre no deberíais de dejar pasar. Además, controlar al Rey Mono es algo que siempre mola, y A Tale of Games nos lo ha acercado de una manera notoria.
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