Análisis de Pikmin 4

Esas pequeñas plantitas que nos vuelven a enamorar

Una de las sagas más infravaloradas de Nintendo por todos aquellos que creo que jamás la han jugado. Regresa con otra maravillosa entrega llena de amor, buen rollo, y pequeños seres vegetales, que vuelven a plantear una aventura tremendamente bien ejecutada en todos los sentidos.

Así que atentos a una nueva joyita para el catálogo de Switch con esta cuarta entrega de Pikmin. Una delicia para todos los sentidos que llega con curiosas novedades, y un precioso, mágico y diminuto mundo por recorrer, tenga la edad que tengas.

Fecha de lanzamiento	28 JULIO 2023
Desarrolladora	Nintendo
Distribuidora	Nintendo
Plataformas	SWITCH
Versión Analizada	SWITCH

Empezando ya con este análisis de Pikmin 4. Lo primero que quiero que entendáis, sobre todo aquellos que os acerquéis por primera vez. Es que nos encontramos ante un juego con claros tintes estratégicos. Donde nuestro concepto base nos acerca al control de unos pequeños seres con un toque vegetal llamados Pikmin. Que parecen ser que han nacido para ayudar a todo el que se encuentre a cualquier precio. Y que bajo ciertos tipos con diferentes cualidades y habilidades se unirán en forma de tropas para ayudarnos a realizar tareas de todo tipo. Que nos plantean momentos de acción, de exploración, o de coordinación de unidades. Todo bajo un manejo sencillo, ágil y muy bien estructurado. Que todo seguidor de la saga asimilará prácticamente nada más ponerse a sus mandos.

Unas bases jugables que van a empezar por entender una narrativa central y un mundo con ciertos toques de libertad. Donde vamos a tener que ir realizando una serie de misiones. En la que tomamos el papel de un pequeño astronauta en misión de rescate de otros astronautas que también estaban en misión de rescate. Y que tras una serie de problemas en su nave se ven con la necesidad de recomponerla y con ello regresar a su planeta sanos y salvos, momento en el que entramos nosotros. Un juego muy bien escrito. Sencillo en su narrativa y guionización. Con mucho detalle que nos va a sacar la sonrisa. Y con un buen número de referencias a sus antiguas entregas que los viejos en el lugar hemos disfrutado mucho.

«La incorporación de Ochi da mucho juego»

Ya sobre el terreno. Este nuevo Pikmin vuelve a plantear un juego de ritmo bastante pausado. Donde la estrategia y la exploración en zonas de cierto tamaño, se irán entremezclando con mazmorras más específicas y un nexo central donde muchas de las opciones de mejora y organización van a suponer que pasemos día tras día por él.

Como ya os imagináis, y solo cambia en matices y en las novedades incluidas, el control del juego y las nociones básicas de sus mecánicas van a ser las mismas que las anteriores entregas. Centrando todo ello la capacidad de reunir y dar órdenes a nuestros amiguitos hacia diferentes objetivos. Siempre teniendo en conciencia las diferentes cualidades, ventajas y desventajas que poseen cada uno de ellos. Cosa para lo cual hay que tener claro los diferentes tipos de Pikmin que nos acompañan, las cualidades del entorno, y todos los seres con los que nos toparemos.

Todo ello nos acerca a tener presente dos factores importantes. Por un lado el buen planteamiento y desarrollo de la estrategia y objetivos al principio de cada día. Sabiendo cada día si nos vamos a centrar en cumplir misiones, recolectar materiales o tesoros, o simplemente explorar. Y por otro lado, tener muy presente el control del tiempo. Ya que el día y la noche van a ser dos momentos muy importantes a tener en cuenta hasta llegado cierto momento, y con ello una novedad.

Novedades y mejoras que se van incorporando de forma muy bien medida para mantenernos siempre motivados. Cosa que nos aporta especial importancia a la hora de abrirnos el camino que antes nos era imposible. Y que crea esa siempre adictiva capacidad de retrocesos a zonas antiguas en busca de caminos que ahora sí podremos explorar. Por lo que se refiere a estas mejoras se acercan siempre a cualidades de nuestro protagonista, como posibilidades de aumentar las capacidades de llevar pikmins, y como no, a la forma de actuar de una de las grandes novedades del juego, las cualidades de nuestro acompañante perruno Ochi. Un ser que tantos extras nos va a aportar en forma de salto, cabalgadura, o potenciación de muchas otras opciones de defensa, transporte, nado, olfateó, ataque, e incluso como si fuera un Pikmin supervitaminado. Tanto que gran parte del diseño de misiones y escenarios se han diseñado con este en mente. Así que tenedlo casi como un actor principal.

«Siempre atento a la llegada de la noche»

Como curiosidad, os tengo que hablar de la inclusión de un nuevo Pikmin de hielo. El cual con sus cualidades de congelación nos va a aportar muchas posibilidades y apertura de nuevos caminos en los mapeados. Al igual que la recogida de una serie de recursos que podremos utilizar como estructuras para formar puentes y paredes de escalada que nos den acceso a nuevos lugares.

Por lo que se refiere al diseño de escenarios, estos están muy bien pensados y desarrollados para que nos motivemos a explorar. Y nos aporten esa constante evolución en la exploración que nos abra esos nuevos caminos y esas mazmorras tan bien planteadas bajo un concepto casi de puzle de entorno. Todo ello invitándonos a rastrear hasta el último coleccionable que nos haga completar el juego al 100%.

Niveles donde no pueden faltar toda clase de enemigos y jefes especiales. Todos ellos diseñados para que los analicemos y tratemos con cierta estrategia. Aunque hay que reconocer que son bastante simples en su forma de actuar. Teniendo que ser conscientes de la relevancia que va a tener Ochi en estos momentos como potente ayuda a nuestros débiles pikmins.

Mención especial se llevan la inclusión de zonas nocturnas. Unas misiones especiales en la que se nos plantea un juego de defensa y supervivencia hasta la llegada del día, muy al estilo de los juegos de defensas con torretas. Donde la utilización de unos curiosos pikmins luminosos, con cualidades de teletransporte, nos hacen pasar un buen rato, y le dan un toque de aire fresco a la acción. Donde la estrategia defensiva, la colocación de objetos que inutilizan al enemigo, y el saber gestionar nuestra base, nos irá suponiendo el superar retos que crecen poco a poco en dificultad y sus curiosas oleadas de enemigos.

«Batallas y desafios le dan aire fresco a la aventura»

El juego puede durar en torno a más de una veintena de horas si nos lo tomamos con mucho esmero y completismo. No siendo en ningún momento nada complejo. Cosa a la que ayudan un sistema de retrocesos en el tiempo como puntos de control. Y a lo que solo se le puede achacar cierto parecido entre los diferentes retos que las cuevas nos irán proponiendo.

Por cierto, y hablando de retos, no quiero dejar pasar el hablaros de dos retos muy a destacar; las batallas Dandori y los desafíos Dandori. En la primera de ellas nos enfrentamos a otro personaje que posee las mismas habilidades que nosotros e incluso un perrete. En la que se nos propone una batalla para ver quién consigue mayor puntuación recolectando cosas que podremos llevar a nuestra base. Y donde diferentes objetos, tesoros especiales, bonificaciones, y jugarretas al contrincante, van a formar parte de estas divertidas y caóticas situaciones. Y por otro lado está el desafío Dandori, donde tendremos que hacernos con una serie de tesoros y una mínima puntuación antes de que termine un contador de tiempo. Destacando un sistema de evaluación dividido en metales que nos reta a mejorar.

«Una pena la perdida del juego cooperativo»

Por último, y como punto que no me ha gustado. Os tengo que decir que esta entrega borra su modo cooperativo, para incluir un divertido aunque nimio modo competitivo de reunión de objetos a pantalla partida. Y el posible acompañamiento de un amigo en la aventura pero solo como un cursor que tira piedras. Sinceramente una pena porque este dio mucho de sí.

APARTADO TÉCNICO

CONCLUSIÓN

Código digital proporcionado por Nintendo España

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