Nos vuelve a dejar helados
El retorno de una de las franquicias de estrategia más interesante y particulares de los últimos años, era un evento bastante esperado para todos aquellos que nos sorprendimos y nos quedamos helados con la primera parte Frostpunk.
Por ello, no he dudado en seguir de cerca, y volverme a enfrentar, a la dura y despiadada realidad de un mundo congelado, donde sobrevivir es la máxima prioridad. Un juego que nos lleva a una treintena de años después de los eventos de su predecesor. Situándonos de nuevo en una situación desesperada y agónica, donde los recursos esenciales y una sociedad muy cansada vuelve a marcar los devenires de esta experiencia.
Así que toca traeros mi experiencia con este Frostpunk 2, sus detalles, sus novedades, y todo aquello que lo hace ser un digno sucesor dentro ya de esta saga.
Fecha de lanzamiento | 20 SEPTIEMBRE 2024 |
Desarrolladora | 11 bit studios |
Distribuidora | 11 bit studios |
Plataformas | PC – XBOX SX – PS5 |
Versión Analizada | PC |
¿De que va todo esto?
Poniendo un poco en contexto el lugar, y como ya os digo que todo se produce años después de la primera entrega. Deciros que tomamos el control de Nueva Londres, la cual ha crecido hasta convertirse en una gran urbe. Ahora mucho más poblada y amplia en todos los sentidos que una ciudad mayor puede dar, cosa que nos lleva a matices estratégicos muy bien logrados. Pero con los mismos problemas que con el tiempo no han conseguido superar.
Los detalles más interesantes
Entrando directamente en la concepción jugable donde la estrategia, la gestión, y las propias relaciones sociales se mezclan, tengo que empezar labrando el camino de este análisis hablando de uno de los principales cambios de esta entrega, el sistema de construcción. Y es que este ha cambiado significativamente. Pasando de un enfoque muy estructural y muy centrado en la creación de caminos, casas y fábricas individuales, a la una planificación mucho más amplia, donde el desarrollo de enormes distritos que agrupan a cientos de ciudadanos son su base principal a gestionar. Eso sí, ahora bajo una gran y amplia gestión que te hacer sentir menos ligado a la población que en la primera entrega llega a ser tan cercana. Además de perder con ello esos inicios tan duros que siempre marcaban la aventura.
Por ello, Frostpunk 2 se ha enfocado más en la gestión social y la moralidad a nivel general. Donde las decisiones que tomamos están muy bien entrelazadas con el bienestar de la población a nivel general, donde toman especial importancia las facciones.
Unas facciones que tienen sus propias creencias, características y deseos. Creando una tensión constante entre lo que es mejor para la ciudad y lo que es mejor para mantener la paz entre sus habitantes. Viendo cómo conservar la paz y subsanar conflictos entre tantas ideas y situaciones que la presión política y social se vuelve bastante dura. Empujándome a tomar decisiones duras, que sabía que podía dañar a otras facciones e incluso a mis propios ideales.
Aquí es curioso como entra con mucha fuerza en uno de los puntos más complejos de llevar adelante dentro del Frostpunk. Y esto no es otra cosa que el dilema entre la tecnología y la ética. Y aunque permite tomar medidas a corto plazo que solucionen el problema, esto puede llevarnos a una ola de descontentos que a largo plazo supongan en caos. Así que hay que tener muy presente muchos factores y sus posibles repercusiones con lejanía de miras.
Aquí también tengo que dar a conocer la parte de la extracción y gestión de recursos en Frostpunk 2. La cual también ha evolucionado respecto al primer juego. Ahora en lugar de las minas y fábricas individuales que gestionamos anteriormente, tenemos que desplegar otra estructuras para acceder a los recursos subterráneos y construir distritos completos dedicados a su extracción, y a la manufactura. Teniendo ahora una gestión más globalista casi por completo en esta parte industrial y gestora.
En fin, como ya leéis, todo estos factores se pueden expandir a toda clase de asuntos sociales, de recursos, o estructurales. Creando un libre albedrío muy bien logrado. Donde vemos cómo la población fluye, nos lleva por diferentes derroteros y situaciones que influyen dentro de las diferentes clases sociales, creencias y edades. Y en general, a un compendio de posibilidades y necesidades que aquí se llevan a mayor escala debido a una ciudad que por su magnitud, como ya os he dicho, ahora se gestiona de forma diferente, donde tengo que destacar el buen trabajo de interfaz que se ha realizado.Lo accesible y visible que es todo. Y lo ágil que es a la hora de controlar y tener acceso a todos sus menús para todo ello.
Frostpunk 2 es realmente un desafiante simulador de supervivencia urbana ambientado en un mundo muy duro, donde supone un acto complejo el asumir ser el gobernante de Nueva Londres. Un juego te obliga a gestionar recursos vitales, expandir tu ciudad mediante distritos especializados y colonias en tierras heladas, y equilibrar las necesidades de una creciente población. Además, debemos lidiar con facciones con intereses opuestos que luchan por influencia en el Consejo, tomando decisiones que pueden generar alianzas estratégicas o profundos conflictos sociales. Todo ello acompañado de una narrativa te sumerge en la responsabilidad de liderar en tiempos desesperados. Y que sabe adornar la experiencia con un modo sandbox, y la siempre agradecida compatibilidad con mods que permitan experimentar y personalizar libremente el destino de tu ciudad.
Conclusión
En resumen, Frostpunk 2 se consolida como un digno sucesor de esa genial entrega que nos puso el corazón en un puño ante un pueblo que veíamos helarse a nuestros pies. Eso sí, con una nueva experiencia estratégica que introduce nuevas mecánicas y cambios originales e interesantes, que pueden que no entren por igual a todos los jugadores de la primera versión. Esto se debe especialmente a causas de la escala masiva de la ciudad y la mayor abstracción en la gestión urbana sacrificando parte de la conexión personal que se sentía en el primer juego. Eso sí, con matices que lo hace único y agradecido por otros caminos, donde la mayor complejidad en la gestión social, y los detalles de las facciones junto a sus dilemas morales, aporta una profundidad muy única dentro de los juegos de estrategia.
En definitiva, una experiencia intensa, inmersiva, y emocionalmente. Que nos desafía constantemente tanto a nivel de valores, como desde el punto de vista simulador de gestión. Obligándolos a enfrentarnos a decisiones difíciles y a lidiar con las consecuencias de nuestras acciones en un mundo donde la moralidad, al igual que el clima, es implacablemente gélida.