Una distópica Europa del Este
Siempre he pensado que el género de estrategia táctica por turnos es uno de los más exigentes tanto para los jugadores como para aquellos que nos quieren hacer sentir participes de ellos. Y es que para ello no basta con tener un buen sistema de combate, sino que a todo ello hay que unir mucha alma, tensión narrativa y decisiones que marquen el desarrollo de la experiencia.
Con esa ilusión me he acercado a Chains of Freedom, el nuevo título de Nordcurrent, ha intentado ocupar ese espacio, presentando una distopía cruda y áspera ambientada en una Europa del Este azotada por el colapso institucional, donde los experimentos inhumanos y las mutaciones nacidas del desastre han marcado el momentos histórico.
Una aventura táctica que me ha llevado a recorrer un mundo con escepticismo, miedo, y esperanza a partes iguales, deseando encontrar algo que justificara nuestra lucha por la libertad. Una experiencia de juego que me ha sorprendido, aunque también decepcionado, en diferentes aspecto y detalles, como os vengo a contar en este análisis.
FECHA LANZAMIENTO |
15 ABRIL 2025 |
DESARROLLADORA |
Nordcurrent |
DISTRIBUIDORA |
Nordcurrent Labs |
PLATAFORMAS |
PC – XBOX ONE – PS4 XBOX SX – PS5 |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
7 |

¿De que va todo esto?
Chains of Freedom me ha arrojado a un conflicto armado donde los matices se desdibujaban con cada decisión. Y es que me he encontrado controlado a un escuadrón de élite, desperdigado tras una emboscada y obligado a reagruparse en territorio hostil que me ha puesto en una diatriba de decisiones que sorprende por su dureza . Un juego núcleo jugable gira en torno a combates por turnos, donde cada unidad dispone de puntos de acción para ejecutar movimientos, ataques o habilidades. Donde a todo esto se le suma una capa de exploración en tiempo real entre enfrentamientos, que aporta una libertad táctica bastante inusual dentro del género.

Todo ello se une a una gestión de recursos armamentísticos, de equipamiento, y de apoyo, que van a ser clave para la supervivencia. Destacando especialmente las armas, las cuales varían desde rifles hasta lanzallamas, sin dejar a lado otras más simples como simples cuchillos. Todo ello con un sistema de mejoras gracias a unos biocristales que serán recolectados durante la partida. Unos cristales que desbloquean habilidades pasivas o activas que irán aportando matices y conceptos a un juego donde la táctica y la preparación de cada sección de batalla me han gustado muchísimo por su variedad y posibilidades.
Los detalles más y menos interesantes
Entrando en los detalles que más me han gustado, tengo que empezar hablando de su ambientación. Y es que la representación de una Europa oriental postapocalíptica no se ha limitado a clichés visuales, sino que aquí todo tiene un cariz único, que nos lleva a; ciudades derruidas, bosques contaminados, y a bases militares abandonadas, que transmiten un aura de lo más inquietante, que terminan por reforzar la sensación de desamparo y agobio.

Por otro lado, el diseño sonoro me ha parecido notable. Los efectos durante el combate intensifican y aportan mucha tensión. Cosa que unido a la música ha conseguido acompañar bien las secuencias narrativas más sombrías, reforzar el tono decadente del juego.

Dentro de temas más jugables, he de valorar positivamente la flexibilidad y variedad táctica que ofrece el juego. Poder posicionar a nuestros personajes antes de un enfrentamiento, dividir al escuadrón, preparar emboscadas, o incluso evitar el combate mediante sigilo, suponen un compendio que se disfruta muchísimo. Sintiendo como varias ocasiones mis decisiones tenían un peso real, y que no se trataba solo de optimizar estadísticas, sino de leer el terreno y anticipar el comportamiento enemigo.

Sin embargo, no todo ha estado a la altura de su premisa. La narrativa, que prometía ser uno de los pilares de la experiencia, se ha terminado por convertirse en su mayor debilidad. Y es que a pesar de contar con una historia llena de potencial; conspiraciones estatales, control mental, lealtades rotas, el guion ha resultado confuso y precipitado. Cosa que también lastra a los personajes, los cuales carecen bastante de carisma y profundidad, viendo como en muchos diálogos no consiguen generar una conexión emocional con nosotros.

Por otro lado, el sistema de progresión mediante biocristales también me ha resultado corto y decepcionante a largo plazo. Y que conste que al principio, me había parecido fascinante experimentar con nuevas habilidades; pero conforme avanzaba, me he percatado de que la mayoría apenas ofrecían bonificaciones, y las más interesantes estaban mal distribuidas o requerían resolver puzles que eran un autentico caos mental.

Además, por último deciros que la gestión del inventario ha sido algo engorrosa. No poder portar simultáneamente un arma principal, una secundaria y una de cuerpo a cuerpo me ha ralentizado el ritmo del combate en más de una ocasión. Y es que cambiar de arma me consumía y lastraba con puntos de acción muy valiosos y, en enfrentamientos apretados, eso ha significado perder turnos cruciales, y con ello la propia batalla, haciendo que la curva de dificultad alcance ciertos momentos de mucho desnivel.

Conclusiones
En conclusiones, deciros que Chains of Freedom me ha dejado con sensaciones encontradas. Por un lado, me ha gustado mucho su apuesta por una ambientación densa y una jugabilidad táctica con cierta libertad, muy bien entrelazado con su mundo desolado y su atmósfera angustiante que han conseguido que me sumergiera con fuerza en la experiencia. Pero por otro, la falta de pulido en la narrativa, el desaprovechamiento de sus sistemas de progresión y algunas decisiones cuestionables en la interfaz han restado fuerza al conjunto.
No es un título que haya que castigar, si no más bien lo contrario, pero tampoco un juego que vaya a marcar a nadie que esté más que acostumbrado al género. Y es que me da la sensación que si algo le ha sobrado, ha sido ambición mal canalizada; pudiendo haber llevado todo ello a potenciar temas como la narración o los personajes. Al terminar Chains of Freedom he salido contento de la experiencia, por lo que tengo que dejar claro que en un mercado donde los gigantes del género no dan tregua, eso ya dice mucho.
