Una solitaria y rítmica crítica social
Por fin llega el momento de traeros el análisis de uno de esas experiencias con identidad propia, donde el ritmo, la crítica social, y un estilo oscuro, se entremezclan para dar una cuidada experiencia para todos los sentidos, que esta se esconde tras el nombre de Antro.
Una experiencia bastante única, que forma parte del debut de Gatera Studio, una joven desarrolladora con sede en Barcelona, y que deja bien claro desde el principio que busca su hueco en este mundillo indie con una experiencia con mucho ritmo jugable y musical. Llevándonos a un mundo subterráneo donde el arte ha sido silenciado, para ofrecernos una experiencia sensorial que fluye al ritmo del Hip Hop y la electrónica, mientras sigue la historia de un mensajero que, sin quererlo, se convierte en un símbolo de revolución.
FECHA LANZAMIENTO |
27 JUNIO 2025 |
DESARROLLADORA |
Gatera Studio |
DISTRIBUIDORA |
Selecta Play Astrolabe Games |
PLATAFORMAS |
PC – XBOX SX – PS5 |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
8 |

¿De que va todo esto?
Antro es, en esencia, un juego de plataformas 2.5D que combina acción, puzles y ritmo. En este asumimos el papel de Nittch, un repartidor solitario que habita en el estrato más bajo de una ciudad subterránea marcada por la desigualdad social. Su misión inicial parece sencilla, entregar un paquete. Pero sin embargo, lo que comienza como una tarea rutinaria pronto se transforma en una carrera contrarreloj para escapar del control opresivo de la Cúpula, el organismo totalitario que rige este mundo distópico.

Todo ello se plantea bajo una estructura de juego alterna entre niveles de exploración más tranquilos, centrados en plataformas, puzles simples, y búsqueda de coleccionables, y otras basadas en secuencias rítmicas bastante intensas, donde el escenario y el personaje se sincronizan con la música, y nos mete el ritmo y la tensión en el cuerpo. Unas rítmicas secciones, donde Nittch corre automáticamente, teniendo nosotros que ejecutar comandos muy precisos al ritmo de la canción. Todo ello bajo un diseño oscuro y minimalista, que aporta una ambientación y personalidad bastante marcada.

Los detalles más y menos interesantes
Como ya os imaginaréis, uno de los puntos más destacados de Antro es su habilidad para mezclar música y jugabilidad de una manera única. Y es que las secciones rítmicas no solo están meticulosamente diseñadas desde el punto de vista mecánico, sino que también refuerzan el tono de la narrativa, ya que en estas se incluyen temas con las letras que transmiten un sentido de rebeldía y la protesta social, donde la percusión se enlaza con los posibles peligros, y los arreglos musicales consiguen aportar mucha intensidad y tensión durante las persecuciones. Sinceramente me ha encantado como cada canción se integra maravillosamente con el diseño de niveles, creando una sinergia poco común entre el sonido y la acción, demostrando como la música no es solo un complemento, sino el verdadero motor de la experiencia.

Me parece muy importante y totalmente necesario mencionar y alabar el trasfondo político del juego. Y es que Antro no se limita a mostrar un contexto opresivo; lo denuncia de manera abierta, clara y sin tapujos, creando un juego con una crítica social que tanto se echan de menos en este sector. Y aunque su narrativa es sencilla, logra transmitir un mensaje claro, que veremos reflejados en sitios como los grafitis, o en las letras de las canciones.

Desde el punto de vista artístico, el juego presenta una atmósfera de esas que te atrapan y te aportan un buen cúmulo de sensaciones. Sabiendo combinar un estilo low poly, donde las sombras y la cuidada iluminación ayudan a construir un mundo decadente y opresivo, donde cada distrito tiene su propia identidad visual, consiguiendo refleja con mucha claridad la desigualdad que reina en esta sociedad.
Eso sí, no todo me ha gustado en Antro. Por un lado está su duración, que apenas llega a las dos horas, habiéndome dejado con la impresión de que se podía haber profundizado mucho más en su universo y sus conceptos, aunque también es cierto que esta tipología de juegos tienden a moverse en esta duración, buscando una experiencia ágil e intensa.

Las secciones de puzles, aunque cumplen su función, se sienten un poco planas y no representan un verdadero desafío. Además, el diseño de niveles fuera de las fases musicales se siente algo conservadores, no habiendo aprovechado al máximo el potencial de sus mecánicas de parkour.
Por último, me hubiera gustado que se hubiera puesto algo más de esmero en las animaciones de Nittch, especialmente en los saltos y en el combate cuerpo a cuerpo, ya que no terminan de fluir de manera tan precisa y natural como a un juego de este tipo le hubiera venido bien.





Conclusiones
En conclusiones, deciros que Antro me ha parecido una notable y llamativa obra llena de buena intención y carácter. Su combinación de plataformas, rompecabezas y música no solo funciona, sino que también transmite una identidad única y llena de personalidad, cosa que pocas veces se ven.
Especialmente quiero reseñar como Gatera Studio ha logrado trasmitir la concepción de critica social dentro de un juego con mecánicas tan alejadas de unas bases de ese tipo. Haciendo que cuando estemos frete al juego este sea capaz de trasmitir protesta, opresión, e incluso esperanza, entre oscuras calles y grafitis en los muros de hormigón.
Antro es un viaje intenso y lleno de matices, que se ve especialmente reflejado en los temas musicales que nos plantea. Haciendo de este un manifiesto jugable que habla con su propio ritmo, y se expresa con versos urbanos, intentando sacarnos de ese sopor violento que nos rodea.
