Un solitario y rítmico repartidor
No paramos ni un solo día sin poder traer a nuestra vida un nuevo simulador de vida rural con tintes aventureros. Pero ciertamente no todos son tan especiales y bien acabados como este que me traigo entre manos con este análisis, Luma Island.
Este quiere destacar con una propuesta que va de lo acogedor y coqueto, a lo ambicioso y variado. Y es que el primer juego del estudio neerlandés Feel Free Games, y se presenta como un sandbox cooperativo que no tiene miedo de mezclar exploración, oficios, construcción, rompecabezas y criaturas mágicas. Todo lo que al principio podría parecer una buena dosis de clichés, se termina por transformar en una experiencia rica en matices, diseñada para ofrecer mucha libertad, descubrimiento y una sensación constante de progreso, que te atrapa y no te deja huir.
Así que iros preparando para pasaros por una isla, llena de colores pastel, y musicalidad suave y armoniosa, que es capaz de absorbernos y llevarnos a un pequeño universo donde cada jugador puede decidir qué tipo de historia quiere vivir.
FECHA LANZAMIENTO |
24 NOVIEMBRE 2024 |
DESARROLLADORA |
Feel Free Games |
DISTRIBUIDORA |
Feel Free Games |
PLATAFORMAS |
PC |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
8’5 |

¿De que va todo esto?
Luma Island se basa en un ciclo de juego clásico dentro del género, pero hay que reconocer que muy efectivas; la mezcla de explorar, recolectar, fabricar y mejorar. Donde todo se plantea con nuestra llegada a la isla con lo básico para arrancar, una caravana y un par de herramientas, y desde ahí puede construir una granja, desbloquear nuevas áreas, especializarse en hasta siete profesiones y descubrir secretos antiguos que se esconden en este particular lugar.

Todo ello bajo unas mecánicas que están muy bien pensadas para ser accesibles para cualquier tipo de jugador. Encontrando diferentes modos de juego se adaptan a diferentes niveles de desafío y de jugadores, una cuidada gestión de inventario, y la sorprendente idea de que no haya barra de resistencia.
Como ya os he comentado, uno de los puntos destacados son las profesiones, que nos acercan a posibilidades tan dispares que van desde la pesca hasta la arqueología, ofreciendo cada una de ellas matices únicos que se centran en la progresión, los recursos, e incluso en los rompecabezas relacionados.

Por cierto, no os he hablado aún de los Luma, unas criaturas mágicas que actúan como compañeros, y que aportan un toque especial y ayudan en tareas como encontrar tesoros o acelerar la producción. Unas tareas que se nos irán proponiendo en forma de misiones que se desarrollan tanto en la superficie como en mazmorras, templos o cuevas, en las que se incluyen secciones de plataformas, acción y acertijos bastante bien diseñadas, dentro de la simpleza que rodea a muchas mecánicas. Todo ello reluce especialmente en el modo multijugador que permite hasta cuatro participantes, que se vuelve muy fluida y ágil a la hora de cooperar para llevar adelante las diferentes misiones.

Los detalles más y menos interesantes
Lo más destacado de Luma Island es su filosofía de diseño en la que busca eliminar barreras. La falta de fatiga o límites de inventario permite que podamos marcar nuestro propio ritmo, lo que resulta muy agradable dentro de un juego que nos quita tantas horas. Viendo cómo en lugar de empujar hacia un objetivo específico, el juego ofrece suficientes herramientas para que cada quien trace su propio camino, ya sea como agricultor, como un explorador o un minero.
Retornando el hablar del sistema de profesiones, deciros que este añade mucha profundidad y variedad sin complicar en demasía la curva de aprendizaje. Y es que cada profesión tiene mecánicas bien definidas y un propósito claro dentro del conjunto. Viendo como algunas presentan desafíos que requieren atención y cierta habilidad, y otras nos invitan a estar más relajados dentro de la actividad.

Respecto a los Luma, deciros que su impacto en el juego podría ser mayor, aunque hay que reconocer que le dan un toque de ternura a la aventura. Además de actuar como catalizadores de la curiosidad, guiándonos hacia áreas ocultas o revelando objetos clave. Por cierto, su obtención está relacionada con puzles que hacen que cada descubrimiento se sienta muy motivador y bien recompensado.
Por lo que se refiere a la ambientación visual y sonora, son realmente bonitas, y completan una experiencia con una personalidad única. Y es que esa unión de un cuidado estilo gráfico, con su colorido e iluminación, y esos cuidados entornos, forman un maravilloso universo lleno de vida y carisma. La música, por su parte, acompaña de manera acertada, adaptándose dinámicamente al entorno y creando una atmósfera envolvente, que termina por engalanar este apartado técnico.

Eso sí, no me ha terminado de gustar el sistema de personalización, ya que se siente un poco superficial. Y es que aunque puedes cambiar atuendos y accesorios, la falta de recompensas cosméticas relacionadas con la progresión o la búsqueda se queda realmente corta. Cosa que pasa por igual a la hora de construir casas, ya que los interiores apenas tienen funcionalidad y variedad, lo que disminuye el incentivo para expandir tu hogar.
Tampoco me ha gustado la duración de los tutoriales, y aunque entiendo que el juego no es para nada complejo, es bastante corta, lo que provoca una curva de aprendizaje algo pronunciada para aquellos que nunca hayan estado frente a un juego de este tipo, especialmente considerando la cantidad de sistemas que coexisten en el juego.
Por otro lado, los adorables Luma tienen un gran peso simbólico, pero su utilidad en el juego es bastante limitada. Y es que dado su protagonismo en la narrativa, hubiera esperado que tuvieran un rol más activo o al menos una progresión más notable en sus habilidades.
Por último, aunque el combate está presente, su implementación es bastante básica. Las mecánicas ofensivas, se sienten más anecdóticas que estratégicas, y los enemigos no ofrecen suficiente variedad como para representar un desafío que haya que tener muy en cuenta. Convirtiéndose en un protocolo que hay que seguir para llegar a ciertas zonas.



Conclusiones
En conclusión, Luma Island no busca reinventar nada dentro de un género tan saturado, sino más bien consolidar muchas de sus virtudes con un enfoque claro en la accesibilidad, la cooperación y el disfrute sin presiones. Consiguiendo una armonía que logra plasmarse entre diversas mecánicas, que permiten que cada jugador encuentre su manera ideal de interactuar con el mundo.
Aunque tiene limitaciones en profundidad narrativa y complejidad en el combate, ofrece una experiencia completa, bien pulida y muy divertida, especialmente con amigos. Planteando un juego que abraza la idea de jugar por el simple placer de hacerlo y disfrutar de la experiencia, donde es de agradecer su estética cuidada, su ritmo amable y una clara intención de agradar a diferentes públicos.
En definitiva, Luma Island es una pequeña joya indie dentro de este género, que sabe hacer todo bastante bien y sin complicaciones. Llevándolo a ser una de las experiencias de este tipo más interesantes que he jugado en los últimos tiempos.
