Un pequeño destello de rol y acción
Sinceramente, no me esperaba este particular y divertido Radiant: Guardians of Light. Uno de esos juego que sin demasiada parafernalia y bombo llega a nuestras vidas sin armar demasiado revuelo mediático, y con unas bases muy marcadas, lanzarse directamente a la acción rolera.
Y es que el estudio independiente Chorrus Games propone aquí una aventura de ritmo ágil, mucha diversión, y una estética realmente adorable, que nos trae unas bases de RPG de acción clásico con un enfoque muy accesible, y unas concepciones cooperativas me han hecho disfrutar mucho con él. Especialmente gracias a tener un pie en el hack and slash más inmediato y otro en la progresión rolera tradicional.
Así que en estas líneas os vengo a contar todo lo que me ha aportado esta nueva experiencia indie, la cual busca seducir tanto a veteranos como a recién llegados del mundillo rolero, con una fórmula sólida y que te absorbe desde sus inicios.
FECHA LANZAMIENTO |
30 JUNIO 2025 |
DESARROLLADORA |
Chorrus Games |
DISTRIBUIDORA |
Chorrus Games |
PLATAFORMAS |
PC |
VESIÓN ANALIZADA |
PC |
VALORACIÓN |
8 |

¿De que va todo esto?
Por lo que respecta a la estructura de Radiant: Guardians of Light. Este se asienta sobre unas bases que nos acercan a un sistema de combate directo, a mejoras constantes en nuestros personajes, y una exploración por zonas temáticas plagadas de enemigos y secretos. Para ello, podremos alternar entre dos protagonistas; Ainar, un guerrero de luz con habilidades cuerpo a cuerpo, y Quinn, una hechicera especializada en ataques mágicos a distancia, cada uno con su árbol de habilidades, su estilo y su ataque especial.

Ya dentro del juego, este se organiza en zonas claramente delimitadas, cada una con su propios enemigos y su clásico jefazo de turno, que nos van a llevar a conocer la representación de unos espíritus elementales corruptos. En estas zonas, y como os comentaba, la exploración es importante pese a ser algo lineal, eso sí, admitiendo cierta exploración lateral para recoger recursos, aceptar misiones secundarias, y desbloquear mejoras. Todo ello acercándonos a un sistema de crafteo que ocupa un lugar destacado, ya que a partir de materiales recolectados, desde minerales hasta tejidos mágicos, podremos forjar armas, pociones y armaduras, que afectan tanto a las estadísticas como al estilo visual de nuestro personaje.

En cuanto al combate, el juego se decanta por la agilidad que este aporta. Destacando movimientos que permiten encadenar combos, esquivar ataques con bastante precisión y desplegar habilidades especiales en momentos clave. Todo ello con un ritmo frenético, pero que exige cierta atención táctica y gestora, ya que tendremos que estar pendientes de cosas como; la barra de resistencia, los patrones de los enemigos, y cómo aprovechar las debilidades elementales para salir con vida.
Los detalles más y menos interesantes
Dentro de los puntos más particulares, y uno de los grandes aciertos de la base de esta experiencia de juego, es su ritmo. Y es que Radiant: Guardians of Light no se entretiene con tutoriales densos ni con escenas innecesarias, desde el primer minuto, apuesta por una narrativa directa e inmediata, pero que es capaz de generar misterio y esa necesidad por saber más de este universo. Sin duda, una elección de diseño que favorece la inmersión, pero que también permite que la jugabilidad tome el protagonismo sin dilaciones y sin demasiada parafernalia.

Por lo que respecta al combate, por su parte, tengo que subrayar que lo he sentido ágil, preciso, pulido y realmente divertido. Donde las animaciones son claras, los impactos tienen su peso, y las habilidades especiales resultan muy interesantes e incluso espectaculares, consiguiendo hacer muy variada cada situación. Destacando esa posibilidad de cambiar entre personajes, lo que añade una dimensión táctica muy interesante, obligando a que pensemos en términos de sinergia y adaptación según el tipo de enemigo o la situación del entorno.

Respecto al crafteo,y lejos de ser accesorio, se integra de manera muy orgánica con la progresión. Y es que este no se basa solo en crear o fabricar equipo más poderoso, sino de encontrar combinaciones que potencien habilidades específicas o cubran debilidades. Sin duda una profundidad más que bien medida, que sin ser abrumadora, sabe enriquecer la experiencia, y otorgar un sentido de evolución y avance que nos motiva mucho a seguir adelante con la aventura.

Mención aparte merece la dirección artística. El estilo caricaturesco le da un toque al juego visualmente muy colorido y fresco. Donde los entornos, aunque no muy enrevesados, están repletos de detalles, y los enemigos poseen un diseño que oscila entre lo ridículo y lo imponente, cosa que le da mucho encanto. Especialmente me ha gustado expresividad de los personajes. Siendo muy curioso cómo son capaces de transmitir muchas sensaciones gracias a las animaciones, al buen trabajo sonoro que se ha realizado.

No obstante, Radiant: Guardians of Light tiene algunos puntos algo más oscuros. Lo que menos me ha gustado es su sistema de gestión de objetos en combate. Y es que acceder a una poción en plena batalla es demasiado engorroso y poco ágil, implicando el tener que abrir menús y con ello detener el flujo de una acción tan ágil, quitando dinamismo a la experiencia.

Por otro lado está el equilibrio dentro del propio combate, ya que hay ataques, como el definitivo, que puede barrer a grupos enteros, resultando tan efectivo que puede trivializar ciertos enfrentamientos si se abusa de él. Y aunque su uso requiere recarga, el sistema no penaliza lo suficiente el abuso, lo que reduce en parte el desafío de la aventura.
Por último, la parte musical me ha dejado algo frío. Y es que esta cumple su función de ambientar sin interferir, pero la veo falta de algo de intensidad que refuercen la narrativa o el clímax de las batallas, y más en un juego que apuesta tanto por el carisma y la atmósfera.

Conclusiones
En definitiva, Radiant: Guardians of Light nos trae una propuesta se apoya claramente en una jugabilidad sólida, un diseño artístico divertido y atractivo, y un ritmo de juego que engancha desde el primer minuto. Una aventura muy bien trabajada, que sabe y entiende perfectamente sus limitaciones, y con ellas construye una experiencia muy ágil y accesible. Destacando su dinámico y muy bien planteado sistema de combate, el sistema de crafteo que ofrece más profundidad de la que aparenta, y un bien implementado cambio de personajes que introduce variedad sin complicar el control y que lo acerca con ello a todos los públicos.
Sin duda, el trabajo de Chorrus Games demuestra con este juego como con mucho cariño se puede crear un juego de acción y rol, que aunque modesto, con mucha alma. Viendo en este Radiant: Guardians of Light como muchas veces lo más importante no es innovar, sino plantear una experiencia con amor, carisma, y mucha personalidad.
