¡Kamehameha!

Una de las expresiones más conocidas desde hace ya unos cuantos lustros, vuelve a hacer acto de presencia un año más en el mundo consolero gracias a un juego disponible tanto en Xbox 360 y PlayStation 3. Hablar de Dragon Ball es hablar de luchas trepidantes, magias a tutiplén, golpes y acción continuados… ¡Todo esto sin olvidarnos del carisma propio de sus personajes! El título que se nos presenta pasa a engrosar la creciente lista basada en juegos del universo Dragon Ball. Despues de contar con una primera parte que aunaba tanto fans acérrimos como detractores, ¿cómo será el nuevo título? ¿Conseguirá posicionarse entre los mejores en dicha lista? ¿Volveremos a sentir que estamos viendo la serie de TV mientras lanzamos el Final Flash de Vegeta, o el Masenko de Son Gohan al enfrentarnos a enemigos del calibre de Freezer o Bu? ¡Veámoslo pues!

Namco Bandai (antaño únicamente Bandai antes de su fusión con Namco) siempre se ha caracterizado por haber explotado los derechos de la franquicia Dragon Ball desde las ya lejanas consolas de 8 Bits (Nes o Game Boy), pasando por los 16 Bits (Super Nintendo o Mega Drive), los 32 bits (Saturn, Playstation), y llegando a consolas más recientes como la PlayStation 2, la PlayStation 3 y la Xbox 360. Desde luego, pocas son las plataformas para las que no se ha desarrollado al menos un título basado en la saga, ya que hasta consolas algo más desconocidas para el gran público occidental, como puede ser la Playdia de la mismísima Bandai, recibieron su propia incursión. Sin embargo, el juego que salió para esta consola merece una pequeña mención especial en este análisis, que pasaremos a comentar al final.

Dragon Ball Raging Blast 2 nos viene a ofrecer cosas que ya hemos visto en juegos anteriores, sobretodo en su antecesor, Dragon Ball Raging Blast (que ahora cumple un añito), ya que de este hereda casi todo, sobretodo a nivel jugable, menos en el acabado gráfico.

Conocidos en la saga

El jugador puede manejar a su personaje en unos escenarios que otorgan una libertad absoluta a la hora de desplazarse. Y qué acciones tenemos a nuestro alcance? Podremos lanzar todo tipo de ataques espectaculares que van desde las simples bolas y rayos de energía, pasando por todo tipo de golpes y combos, hasta llegar al punto de huir del enemigo mientras vamos dejando nuestra estela de Ki (energía interior, para los menos entendidos).
Ya que hemos hablado de acciones que se pueden llevar a cabo, hay que decir que el número de golpes de los personajes se mantiene, y añade algún que otro ataque combinado. Además, también contaremos con la adición de algún personaje nuevo, como Hatchiyack (del que hablaré más detenidamente al final del análisis), los androides 14 y 15, o Tarbles, no presentes en la entrega anterior.

Los modos de juego vienen a ser los típicos de siempre. Así nos encontraremos con un modo Entrenamiento, donde podremos practicar hasta sentirnos satisfechos con nosotros mismos cuando seamos capaces de dominar cada una de las técnicas que nos ofrecen los personajes; el ya conocido modo Versus (tanto en su modalidad local como online), el modo Torneo, que nos permitirá luchar con nuestros amigos para averiguar quien de nosotros es el mejor; y el modo principal del juego, el modo Galaxia. Dicho modo nos permite escoger a un personaje de entre todos los seleccionables, a los mandos del cual tendremos que sortear diversos retos en forma de combates para conseguir ir avanzando. Estos enfrentamientos, sin embargo, poco (o más bien casi nada) tendrán que ver con la historia de la serie, ya que son inventados para la ocasión.

Experimento… extraño

A nivel gráfico nos encontramos con un juego algo “extraño”. Los escenarios tienen unos diseños sólidos, amplios, y con buenos detalles (a mí particularmente el efecto de las luchas acuáticas me gusta mucho). Pero en cuanto a los personajes… eso ya es otro cantar… Namco Bandai ha intentado llegar un paso más allá con el modelado de los personajes que lo visto hasta ahora con el ya popular Cell-Shading, que le pega tan bien a cualquier juego que venga de algún anime, por la similitud que provoca entre ambos.
Teniendo en cuenta que gráficamente este juego es un experimento para intentar evolucionar la citada técnica, particularmente no termina de convencer. Los personajes parece que estén recubiertos con alguna sustancia parecida al Blandi Blub de toda la vida, en versión fosforescente y con toques brillantes. Están muy bien animados, ofreciendo además mucho colorido, y unas texturas muy suaves; pero uno no termina de entender qué hacen estos luchando en escenarios en los que no terminan de «cuajar». ¿Vosotros pondríais un modelado típico de Kirby en un escenario de un Mortal Kombat? Pues esto es igual.

En cuanto a nivel sonoro, como siempre, se agradece mucho el detalle que están teniendo con los últimos juegos de Dragon Ball, al dejarnos la posibilidad de poder cambiar el doblaje inglés que viene por defecto, al doblaje original japonés, además de añadir subtítulos en español. Mención especial también para la inclusión del opening original japonés, interpretado por el ya sempiterno Hironobu Kageyama, intérprete original de la gran mayoría de canciones de Dragon Ball Z.

Refiriéndonos a la música, hay que decir que no escucharemos la banda sonora original de la serie, sino canciones muy parecidas a la de las últimas entregas de la saga (los Dragon Ball Z: Budokai Tenkaichi en este caso). Así pues, nos encontraremos con melodías más o menos cañeras que simplemente cumplen su función, adecuadas para un juego de acción.

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¿Y la jugabilidad?

Aquí cada uno debería forjarse su propia opinión. Personalmente diría que, al igual que le ocurría a su antecesor, el manejo es algo complicado. Echo de menos el sistema de los anteriores Budokai Tenkaichi, en el que podías asestar golpes con mucha más facilidad, y todo era mucho más accesible. Esto no quita que este Raging Blast 2 no pueda ser disfrutado, ya que dedicándole el tiempo suficiente, tampoco debería haber problemas para poder aprender a manejarlo y disfrutarlo debidamente.

Otra cosa que se le podría achacar, es la poca innovación respecto al Raging Blast anterior, ya que básicamente incorpora unos pocos personajes al plantel y poca cosa más digna de mención. Esto es totalmente perdonable si nos fijamos en sub-franquicias anteriores (de nuevo, los Budokai Tenkaichi), que repetían la misma fórmula, y al final siempre terminaban funcionando; así como también podemos llegar a perdonar el que nos hayamos quedado de nuevo sin la banda sonora de la serie (que sí suelen disfrutar los japoneses) por problemas de licencias.

Sin embargo, el gran pero que tiene este título es la falta de un modo historia. Sí, lo han intentado subsanar incluyendo el modo Galaxia, pero no es lo mismo ni por asomo. Esto me hace recordar algunos juegos aparecidos en la SNES, que también adolecieron del mismo problema (para los que tengan buena memoria, recordaran el Dragon Ball Z: Super Butoden 3, o a la versión europea del Dragon Ball Z: Hyper Dimension -el cual tenía modo historia en su versión japonesa, y fue suprimido en su versión europea-), que aunque tuvieron gran éxito, el descontento fue mayor. Este aspecto hacía ya mucho que no se repetía… hasta ahora. Así pues, para poder rememorar batallas históricas, nos tendremos que conformar con hacer un versus contra la máquina o un amigo.

OVA

Afortunadamente, y rompiendo una lanza a favor de Namco Bandai, han tenido la cortesía de añadir un gran regalo en el juego. Este consiste, ni más ni menos, que en una antigua OVA (Original Video Animation) de Dragon Ball Z completamente remasterizada, originalmente compuesta por dos capítulos, e integrados ahora en uno solo de 40 minutos de duración.

Tal y como cité al principio de este análisis, la Playdia de Bandai recibió un juego de Dragon Ball, que es precisamente esta OVA que se encuentra en Dragon Ball Raging Blast 2. Dicha película no es más que una “guía interactiva” para el juego de Playdia.
Como aclaración, esta consola se jugaba con VHS’s en vez de cartuchos, los juegos de la cual eran idénticos en funcionamiento al mítico Dragon’s Lair, u otros parecidos, como el  Time Gal de Mega CD (escenas de video donde debíamos escoger el camino a seguir).
Así pues, la OVA salió a la venta como una “video-guía” que ayudara a los jugadores a escoger qué elección tomar.

En la película hace acto de aparición un nuevo personaje, Hatchiyack, que también ha servido de inspiración a los desarrolladores de este Raging Blast 2, y motivo por el cual pasa a engrosar la lista de personajes nuevos en esta entrega. Como curiosidad, hay que decir que también es la primera vez que se incorpora a un juego de Dragon Ball.
A todo esto, también hay que remarcar el gran trabajo realizado en la remasterización de la película, que se ha alejado de un simple lavado de cara, y se ha optado por rehacerlo todo de cero, quedando un resultado más que palpable. La película se encuentra en Versión Original en japonés, con subtítulos en el idioma en el que se esté jugando.

Conclusiones

Como conclusión final, diré que es un juego que entretiene, pero no mata. Para empezar, hay que decir que ese cambio a nivel gráfico, no ha terminado de convencer a muchos (por si alguien aún no se ha dado cuenta, yo entre ellos). Se echa de menos un uso del Cell-Shading más tradicional. Renovarse o morir? Puede ser, pero es innegable que el Raging Blast original ofrecía un aspecto más fiel a la serie.

Los combates son entretenidos, y por ello es un juego que tiene un índice de rejugabilidad alto, ya que siempre nos puede apetecer echar un par de combates con los colegas tanto jugando en la misma consola, como jugando en red.

Resumiendo: si eres fan de Dragon Ball, y te encanta luchar contra tus amigos, este juego te gustará, sobretodo sabiendo que incorpora una película inédita por estos lares hasta ahora.
Si tan solo te gustan los juegos de lucha, quizá deberías probarlo antes para ver si satisface tus necesidades videojueguiles.

Pros

-Muchas horas de juego

-Las batallas contra un amigo pueden ser memorables.

-Trae una película inédita de regalo

Contras

-El apartado gráfico es menos fiel a la serie que su predecesor.

-Su falta de modo historia

-Su manejo es en algunos casos especialmente complicado.


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Una respuesta a «Análisis: Dragon Ball Raging Blast 2»

  1. Buen análisis chencho. Lo que pude jugarlo me parecio malo, muyyy malo, y el análisis lo confirma. Y que conste que soy seguidor de Bola de Dragon. Tremendamente complejo en su manejo, un apartado grafico que la verdad a empeorado… en fin. De acuerdo con todo el análisis.

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