La naturaleza se abre camino

Cuando ya no queda nada. La humanidad de una zona se ha ido a la mierda. Y la basura nos come. Siempre quedarán nuestras maltratadas plantas, para abrirse camino entre cada rincón de una desolada y abandonada zona.

Y es que Cloud Gardens llega para calmarnos, para hacernos desconectar, y para demostrar que, hasta las mecánicas más simples, se pueden conseguir una serie de sensaciones y momentos que pocos juegos muchos más profundos pueden conseguir.  

Y es que la obra de Thomas Van Den Berg bajo el sello de Noio ha llenado de belleza vegetal mi ordenador. Me ha dejado pensativo. Y me ha demostrado como la vida sigue adelante, esté o no esté la dichosa humanidad.

Fecha de lanzamiento 1 SEPTIEMBRE 2021
Desarrolladora Noio Games
Distribuidora Noio Games
Plataformas PC – XBOX ONE – XBOX SX
Versión Analizada PC
Idiomas Voces/Texto NO/INGLÉS
Número de jugadores 1

NOTA: 8

Y es que es difícil no ponerse melancólico cuando uno se enfrenta por primera vez a este Cloud Gardens, y a sus maltrechas y sucias tierras de Pripyat. Donde tomando el papel de la naturaleza. En un gran puzle de lógica, entorno y capacidad de orden. Donde tendremos que saber gestionar una serie de semillas y vegetales, para ser capaz con ello de expandirse por una zona, y dar rienda suelta de nuevo a la vida en este lugar. Y todo ello con total libertad y creatividad que nos lleva de la mano hacia un camino de observación y parsimonia ante el avance de las plantas ante lo que queda de los desechos humanos.

Un juego humilde en concepto, además de sencillo en ejecución. Y que sienta genial al entender, al avanzar, y al demostrar como nuestro pensamiento constructivo, y la evolución ordenada de una zona bajo ciertos objetivos, consigue hacernos pasar horas ensimismados bajo este concepto casi contemplativo.

Una evolución que va a depender más allá que de los propios conceptos básico de crecimiento de una planta, de los propios desechos de una zona, y de la influencia mediante un área de efectos de estos. Consiguiendo que dicha influencia haga que cada planta crezca, evolucionen, de semillas, y consiga adueñarse de más zona de escenarios. Teniendo como objetivo llegar a un porcentaje de este, y así descubrir el buen número de zonas que posee el juego.

Unos escenarios genialmente diseñados. Con variedad de posibilidades. Y con una capacidad para dar rienda suelta a la creatividad que hace que no haya dos partidas igual dentro del mismo escenario. Y dejando una sensación caótica y de mera casualidad en ciertos momentos, que le da un encanto increíble a un juego que termina por aportar y conseguir hacernos pasar horas y horas dejando caer basura sobre zonas, poniendo carteles por doquier, y viendo como se abre camino la naturaleza.

Y la cosa no queda solo en estas bases. Sino que esas semillas que aparecerán. Esas nuevas semillas y plantas que se irán desbloqueando. Y los curiosos conceptos y necesidades que poseen cada una de ellas. Nos harán llegado cierto punto darle vuelta al coco para saber donde colocar, como sacar rendimiento, y como terminar por conseguir esos objetivos que tan bellas estampas nos van a dar.

El control en general es muy intuitivo. Y más allá de unos inicios algo raro en lo que al control de cámara se refiere, por el resto todo se maneja de forma sencilla. Además, hay que agradecer el trabajo que se ha realizado con la interface. La cual no deja duda en ningún momento nuestras necesidades y nuestros recursos tanto vegetales como materiales.

Respecto a la parte visual. Esta posee un apartado artístico realmente precioso. Con un pixel art realmente minimalista pero lleno de encanto y apagado colorido. Que consigue crear pequeños escenarios llenos de una denigrante y apagada vida. Que sabe expresar en cada segundo esa sensación melancólica que el juego quiere aportar.

A ello hay que añadirles un buen trabajo de ambientación. Donde se ha implementado una banda sonora muy tranquila y apaciguada, que aumenta aun más esas sensaciones de soledad ante la naturaleza que en todo momento entra también por nuestros oídos.

Could Gardens es una experiencia realmente particular. Llena de un ambiente muy especial. De un concepto que mezcla la tranquilidad de unos sus puzles, la creatividad del jugador, y ese caos que es capaz de arrancar del entorno el más mínimo acto.

Entiendo que no es un juego para todo el mundo. Pero os aseguro que sentarse ante él, colocarse unos auriculares, y ponerse una bebida, puede ser de los momentos más agradables y inmersivos que uno se pueda imaginar entre tanto estrés y ritmos de vida desenfrenados.

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

Código digital proporcionado por Future Friends Games

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